Después de que se marchó Ririchiyo sin aclararle ninguna de sus dudas, Kaori se fue a intentar dormir un poco, aunque con la visita inesperada, se la paso dando vueltas en su cama casi todo el resto de la noche. Cuando ya por fin se estaba quedando dormida, escuchó como alguien llamaba a su puerta. Con pereza, tomo su teléfono y se dio cuenta que ya eran las 7 de la mañana, la hora en que habían acordado verse para dar por sentado los últimos detalles de la restauración del templo.
-Ah...- se quejó, se asomó por la ventana y gritó.- ¡Un momento, ahorita bajo!
Corrió hacia su maleta y sacó una blusa blanca corta y un pantalón holgado color lila, arreglo un poco su cabello y bajo corriendo las escaleras.
-Buen día señorita Ririchiyo, parece que no ha descansado muy bien.- dijo su nuevo representante legal y el amigo de su madre Mitsu Akira al verle las ojeras tan marcadas que tenía en su rostro.
-Digamos que tenía mucho en que pensar y no me fue posible dormir.- dijo con pereza esperando a que no intentará preguntar más, porque se le iba a dificultar darle una respuesta convincente.
Después de dar un recorrido por lo que había sido el templo Hino, finalmente Akira le entregó los documentos para que ella los firmará.
-Cielos, eres idéntica a tu madre.- dijo mientras la miraba leer atentamente el contrato.- ponía ese mismo gesto cuando analizaba los documentos que le entregaba, siempre era demasiado sería para su trabajo. Tu padre, fue su mano derecha quien la apoyaba en todo, eran un equipo increíble, ambos muy dedicados y profesionales, en la oficina los respetabamos mucho. Por eso accedimos enseguida a tu petición. Se creía que tu madre se iba a postular como primer ministra en las siguientes elecciones. Es una lástima que hayan muerto tan jóvenes, con una carrera tan brillante.- se podía ver en sus ojos una genuina tristeza al recordar a su vieja amiga.
-Aún era muy pequeña en ese entonces, pero mi tía me platicaba mucho de sus logros políticos.- sonrió Kaori mientras firmaba el contrato. Le hubiera gustado mucho conocer a su madre, pero era muy reconocida, así que prácticamente podía leer sobre ella en revistas, periódicos o en Internet, además de que su tía le pláticaba muchas cosas sobre ella cada 5 minutos, así que sentía que la conocía bien, aunque eso no se comparaba a poder hablar de frente con ella. Aunque podía aprender a llamar a su alma, pensaba que lo mejor era dejarla descansar y no causarle ninguna pena, al fin y al cabo, tenía a su abuela a su lado. Akira se sorprendió por la madurez de aquella chica, la cual se parecía en todos los aspectos a su madre, aunque era una niña, demostró tener la suficiente madurez mental como para asumir el cargo de matriarca de la familia Hino. A lo único a lo que no podía acceder, era a la riqueza de la familia, pero eso no parecía que le interesará mucho en esos momentos.
-Estuve leyendo tu historial, tienes unas calificaciones excelentes, pero lo que no entiendo es el porque apareces matriculada en escuelas de Isumo.
-...- ante la repentina pregunta, Kaori guardó silencio, intentando pensar en una excusa que fuera convincente.- Eso es porque, mi tía me dejo encargada con los Asakura, quienes viven en Isumo, ellos me cuidaron todo este tiempo.
-¡Oh cielos!.- el rostro del hombre se iluminó.- Al ser las dos familias más influyentes del Japón antiguo, es lógico que tengan una relación muy estrecha. Me alegra mucho que ellos hayan cuidado de ti, por eso eres tan maravillosa.
-Jajaja gracias.- sonrió a manera de cortesía.
-¿Ya tienes pensado mudarte aquí? Para hablar con mis hombres y no se vuelvan una molestia.
-Ah, no es necesario. Iré a Tokio durante una época. Entonces buscaré un lugar donde vivir y una escuela.
-¡A Tokio! ¡¿Qué vas a hacer haya?
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Cadenas que Atan al Pasado ¡Finalizada!
FanfictionEl torneo de chamanes es una competencia que se lleva a cabo cada 500 años con el objetivo de que el chamán más poderoso pueda unirse a los espíritus sagrados de la tribu Apache y junto a su guía, lleven al mundo a un lugar mejor... o ese es el pro...