Capítulo 18: Volverte A Ver.

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-¡Xiaoquing!.- el grito desgarrador de una joven se escucho en lo profundo del bosque.

El cuerpo inerte de su mejor amiga fue lanzado a sus pies, el cual estaba bañado en sangre a causa de unas heridas muy profundas, pero lo que verdaderamente la mató, fue un disparo en la frente.

-Como pensé, para poder acabar con una víbora, lo mejor es cortarle la cabeza.- quién la mató, fue una chica de aspecto frágil, cabello rubio peinado en dos coletas que tenía a ambos lados de la cabeza y con un lindo rostro carente de emociones y con unas profundas ojeras. Llevaba en brazos un muñeco maltrecho.- aunque está víbora si que causó muchos problemas.

Xiaoquing había luchado valientemente contra 6 de los hombres de Hao ella sola, había logrado eliminar a 4, las últimas dos chicas, le costaron más trabajo debido a su estilo de pelea y que Xiaoquing ya se había cansado al eliminar a los demás.

-¡Xiaoquing!.- lloraba desconsoladamente Suzhen.

-Tranquila, tu te vas a unir a ella dentro del estómago del gran espíritu de fuego.- la chica coloco el muñeco, el cual tenía en las manos una pistola, frente al rostro de Suzhen. Ella levantó la mirada para ver con horror como el cañón del arma brillaba de manera siniestra bajo el sol.

***

-Mira mi amor, lo pinte para ti por nuestro aniversario.

-...

Habían pasado 10 años desde que Ririchiyo se caso con Tenho y cada año el día de su aniversario le daba lujosos y finos regalos, ella los aceptaba con gratitud. Esta vez no fue muy diferente. Se encontraba sentada en su habitación, mirando hacía el patio de su hogar, el cual estaba lleno de árboles de cerezo en flor, ella había mandado a plantarlos ya que eran sus favoritos.

Cuando su esposo entró a la habitación, le sonrió con ternura.

-¿Que es?.- ella sabía que Tenho era aficionado a la pintura. En una ocasión, había hecho una gran cantidad de pinturas y las vendió todas para donar ese dinero a la población.

-Miralo por ti misma.- dijo orgulloso de sí mismo, le entregó un pergamino y al desdoblarlo, quedó impactada.

Era una pintura hecha a mano de ella, en ésta se encontraba matando a un demonio usando su Kagura Suzu, parecía que había hecho un salto para enterrarle el cuchillo en la cabeza a aquel demonio. En la pintura, llevaba la ropa que usaba cuando era una viajera, un kimono sencillo y un sombrero ancho con una fina tela que caía por los costados.

-La primera vez que te vi, fue durante una de tus misiones, estabas acabando con un demonio, te veías demasiado impresionante.

-Pero mi señor, en esta imagen se me ve el rostro. No podemos exhibirlo.

-No, no es para que nadie más lo vea. Este es un retrato que quedará para la prosperidad de nuestro linaje en el templo que se está levantando. Quiero que cuando nuestros descendientes lo vean digan: ¡Está es nuestra impresionante matriarca!

-Jejeje muchas gracias mi señor.

Hasta la fecha, ese pergamino se encuentra en el templo de la familia como uno de los mayores tesoros, es exhibido de manera orgullosa y venerado por los descendientes de los Hino.

Con ese último recuerdo, poco a poco su mente se fue aclarando y asimilando lo que había pasado. La luz del sol se filtraba a través de sus parados cerrados y las sombras de los árboles que se levantaban orgullosos hacia el cielo le provocaban unas sombras sobre ellos que la dejaron maravillada, quería seguir manteniendo los ojos cerrados para disfrutar de la diversidad de colores y sombras.

Cadenas que Atan al Pasado ¡Finalizada! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora