El duelo final

97 12 0
                                    

—Le costó un montón de tiempo recuperarse de eso, desde entonces odia a los fab'huritu con todo su ser—Acabó de contar la historia.

—Morir en batalla es la muerte más noble para un yopuka, que descanse en paz—dijo Tristepin inclinándose en señal de respeto.

—Ahora entiendo porque se ha enfadado tanto—Añadió Yugo.

—Aún así no es razón para enfadarse con nosotros—Dijo Amalia no tan enfadada como antes.

—Lo sé y lo siento- Se disculpo el abuelo una vez más—Mañana por la mañana hablaré con ella. Buenas noches—les deseo antes de irse.

Ya cuando todo el mundo estaba durmiendo se podía ver una sombra que se movía por la posada, baja del segundo piso al primero y se mete en una habitación. Se oyen ronquidos y la sombra va intentando no tropezar a las personas que duermen en la habitación, llega al fondo donde hay una ventana, la luz de la luna muestra que es Sofía, que ha cogido a Rubilax.

—¿Pero que diablos?—dijo Rubilax al ser despertado de su sueño.

—Cállate—susurró Sofía intentando taparle la boca o de donde sea que saliera la voz de Rubilax.

Sabía muy bien que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero pensaba que si lograba librar al mundo de un fab'huritu valdría la pena.

—¡Suéltame!—Espetó Rubilax enfadado.

Yugo se había despertado medio moribundo por la pelea.

—(Mierda)—Pensó Sofía para sus adentros.

Ahora ya no podía salir por la puerta, sabía que si habría la ventana para salir por ella todos terminarían de despertarse por el chirrido que producía, pero; ¿Qué otra opción tenía?

Así que abrío la ventana, salto por ella y corrió a las afueras del pueblo tan rápido como podía.

—¿Qué ha sido ese ruido?—Pregunto Amalia quien no estaba muy contenta de la hubieran despertado.

—A sido Sofía—dijo Yugo señalando a la ventana—se ha llevado a Rubilax.

—¡Rubilax!—exclamo Pin Pan terminando de despertarse al oír que su fab'huritu había sido secuestrado.

—No perdamos tiempo, ¡vamos!—grito Yugo saliendo también por la ventana.

Todos corrieron para intentar alcanzar a Sofía, ella les sacaba bastante ventaja, pero no era muy rápida así no la perdieron de vista.

Llegaron hasta la salida del pueblo y un poco más allá hasta que Sofía tropezó y cayó al suelo.

—Ay— se quejó Sofía.

Intentó levantarse y retomar la huída, pero para cuando quiso darse cuenta ya estaba rodeada.

—Devuélveme a Rubilax—ordenó Pin Pan.

—¡Ni hablar!- Gritó Sofia aferrándose a Rubilax—¡Alejaos!

Y así mientras Sofía se consumía en su ira Rubilax empezó a reírse, tanta rabia y enfado liberaron al fab'huritu y mientras se transformaba, se pudo ver la expresión de horror en Sofía al comprender lo que estaba pasando.

—¡Ja ja ja!—Reía Rubilax.

Al ver que Rubilax se transformaba, la hermandad se retiró un poco para no ser golpeados.

—Bueno, no es el mejor cuerpo que he tenido pero algo es algo—dijo Rubilax mientras se estiraba.

—No te acomodes,—le contestó Yugo abriendo un portal y se preparándose para saltar a dentro—porque estas a punto de volver a tu prisión.

—No volverás a vencerme con eso—dijo Rubilax.

Y a la vez que Yugo salía de un portal que llegaba a donde estaba el ojo de Rubilax, el le lanzó un puñetazo.

—¡Yugo!—Gritó Amalia.

Amalia hizo crecer una flor gigante que paró a Yugo.

Y así dio inicio la pelea, Evangelyne lanzaba flechas de hielo para paralizar a Rubilax, Amalia intentaba enredar sus pies en unas raíces, Yugo intentaba acercarse con sus portales mientras Pin Pan y Ruel le atacaban.

Pero Rubilax ya se sabía sus movimientos y no se los estaba poniendo nada fácil.

—Ja ja ja—Rio Rubilax—No podéis conmigo,¡Rendíos!

—¡Jamás!—Gritó Pin Pan.

"No hay que rendirse" sonó una voz dentro de la cabeza de Sofía. Entonces recordó algo que le pasó hace tiempo.

—Vamos Sofía—le decía su padre— ¡Los yopukas nunca se rinden!

—Pero yo no soy una yopuka—se quejaba ella mientras empujaba una caja que no se movía del sitio.

—Ya, pero eres mi hija y es lo mismo— le contestó su padre.

—Es inútil, no soy tan fuerte como tu—suspiró dándose por vencida.

—Mira puede que parezca que nada cambia,—le dijo su padre—pero si lo sigues intentando puede que obtengas un resultado diferente.

Sofía miró otra vez la caja y volvió a empujarla.

—Sigue sin moverse—dijo decepcionada.

—¿Estas segura?—le preguntó su padre señalando unas marcas que había dejado en el suelo.

La verdad es que solo se había movido unos milímetros, pero se podía ver la felicidad en en la cara de Sofía.

De vuelta en el presente la hermandad se estaba enfrentando a Rubilax.

—Prepárate para convertirte en una tortilla—amenazó Rubilax apunto de aplastar a Pin Pan con uno de sus puños.

Pero justo cuando iba a golpearlo se quedó quieto.

—Eh, no puedo moverme—notó Rubilax mientras intentaba golpear a Pin Pan.

—D-devuélveme mi cuerpo—ordenó Sofía mientras intentaba recuperar el control.

—Esta distraído, ahora Yugo—le indicó Evangelyne.

Aprovechando la distracción Yugo se teletransporto y arrancó a Rubilax de la cabeza de Sofía.

—¡Noooooooooooooooo!—Gritó Rubilax a la vez que volvía a la normalidad.

—Bueno, fue divertido mientras duro—suspiró Rubilax volviendo a ser una espada.

—Gracias, lo siento—dijo Sofía antes de quedarse dormida por el cansancio de la transformación.

Si yo estuviera en wakfu (Una feca peculiar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora