Sofía se bajo de la camilla y se puso de pie, le costaba un poco mantener el equilibrio pero logró estabilizarse.
Se miró y vio que estaba cubierta de vendas, también notó que sus pantalones estaban destrozados, así que arrancó la parte que estaba sujeta solo por unos hilos, haciendo que sus pantalones cortos fueran aún más cortos.
—A ver, ¿qué hago ahora?—pensó para sí misma—alguien podría entrar en cualquier momento así que tengo que ser rápida.
—Primero, encuentro mi mercasaco y mi látigo, luego busco donde tienen encerrados a mis amigos y los libero, y por último salimos del reino Sadida y pensamos un plan.
Sofía se disponía a salir de la sala cuando se paró en seco.
—¿Pero que pasa si me encuentro con algún guardia?—Sofía miró como su mano temblaba—así no podré ganar un cuerpo a cuerpo, necesito un arma.
Busco por toda la habitación, pero no había nada que pudiera usarse como arma.
—¿Qué voy a hacer?—pensó mientras se sentaba en la camilla.
Y al sentarse, noto que llevaba algo en el bolsillo, metió la mano y sacó una pulsera de color dorado con una esfera turquesa incrustada en el centro.
—El escudo de mamá, los guardias no debieron darse cuenta de que lo llevaba encima.
Sofía se puso la pulsera y lo activó, de la piedra salió una luz turquesa que acabó proyectando un escudo sólido.
—Puedo usar esto para defenderme, pero...
Sofía dudaba de sí utilizar el escudo, era de las pocas cosas que le había dejado su madre y la esfera recibía un golpe muy fuerte mientras estaba activada se rompería y ya no se podría arreglar.
—No, salvar a mis amigos es más importante, además, es muy improbable que llegue a romperse.
Salió de la habitación y corrió todo lo que podía estando en su estado, se encontró con algunos guardias, pero los dejó k.o. estampándolos en la pared gracias a su escudo.
Siguió avanzando por los pasillos hasta que unos guardias la pillaron por la espalda y la agarraron de los brazos y la levantaron.
—¡SOLTADME!—gritaba mientras forcejeaba y pegaba patadas en el aire.
En ese momento Amalia, Evangelyne y el rey pasaban por esos pasillos y se sorprendieron al ver que Sofía ya estaba consciente y peleando con los guardias.
Cuando la feca vio a sus amigas con el rey se tranquilizó y les preguntó:
—¿Qué me he perdido?
Días después
Evangelyne estaba en el bosque y la criatura que había confundido con Pin Pan ya se había ido.
—Tenía un peinado parecido al de Pin Pan—dijo Sofía a la espalda de Eva.
Sofía llevaba el pelo recogido y ahora la vendas solo le llegaban a por encima de los codos y las rodillas.
—¡Sofía!—exclamo Eva sorprendida—¿Qué haces aquí? Tendrías que estar reposando- dijo recuperando la compostura.
—No te preocupes, estoy perfectamente—contestó Sofía—mira, mi mano ya no tiembla.
—Tus huesos aún no se han curado del todo, vas a conseguir que se rompan.
—¿Lo dices por las vendas? Estas solo las llevo por que me quedan bien.
—Sofía—dijo Eva seriamente.
—Por favor Eva no me hagas regresar, el reino está en peligro quiero ayudar, no puedo no hacer nada, no otra vez.
—Está bien, sube—suspiró dejándole un espacio en el Dragopavo.
—¡Bien! Gracias Eva—le agradeció a la vez que se montaba.
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Si yo estuviera en wakfu (Una feca peculiar)
FanfictionLa vida de esta feca se basa en contar historias en la posada de su abuelo y separar a los borrachos que pelen, lo que empezó siendo un día corriente se convierte en una aventura cuando conoce a la hermandad del tofu¿Qué aventuras les aguardan? Desc...