La Energía que todo lo transforma

Capítulo 11

Año 2024.

Para Tony aquel fin de semana en San Francisco fué mágico, lamentablemente el tiempo vuela cuando te diviertes y antes de siquiera notarlo tuvo que despedirse de Hope.

El castaño dejó a Morgan en su antiguo hogar junto a Pepper una fría tarde de domingo. Dónde tuvieron una agradable cena en familia, pues su esposa insistió en que los acompañara a comer.

Durante la cena la pelirroja comentó sobre una visita de Peter Parker. El chico había venido a visitar a Morgan mientras estaban ausentes. La pequeña se sintió mal por no encontrarse en casa y los adultos lo notaron.

— No te preocupes. Invitaremos a Peter a pasear con nosotros el próximo sábado — Prometió a su hija.

Así llegó el día prometido y Tony desde muy temprano había llamado al muchacho para reunirse con él antes de pasar por Morgan. Su pequeña ya los esperaba con ansias.

— Papi, te extrañé — Mencionó lanzándose a sus brazos — ¡Peter! Sí viniste — Exclamó emocionada.

— Morgan, ve por tu chaqueta antes de salir — Indicó Pepper.

— Y no olvides los patines. Iremos al lago — Comentó arrancando un grito de júbilo en su pequeña.

La idea de Tony era aprovechar el congelado lago que yacía cerca de su casa para patinar en el hielo, pues desde hace tiempo le había prometido a Morgan patinar en el lago.

Mientras esperaban a la niña el castaño mayor captó la preocupada mirada que Pepper le dedicaba a Peter, así como el nerviosismo del joven. No obstante, antes que lograra comentar algo al respecto Morgan irrumpió en el salón.

— Ya estoy lista — Dijo cargando un pequeño bolso con sus patines.

— Déjame ayudarte — Ofreció Peter sin quitar ese aura de nerviosismo que cargaba.

Restándole importancia al asunto, Tony optó por olvidar el tema y disfrutar de una linda tarde rodeado de sus chicos favoritos. Tenía todo preparado para partinar y luego una deliciosa merienda.

El castaño había comprado vasos térmicos dónde transportaba café y chocolate caliente, además de donas glaseadas y otros bocadillos que esperaba fueran del agrado de Peter y Morgan.

Las horas pasaban y al ver a su pequeña sonriendo, Tony se dijo a si mismo que fué una gran idea venir. Afortunadamente, debido a las bajas temperaturas el lago se mantenía congelado en ese frío invierno.

No pudo evitar sonreír al ver a Peter enseñándole piruetas a Morgan. El mayor era un gran maestro y la menor una gran aprendiz, pues en pocas horas ya podía dar unos cuantos giros sobre el hielo.

Al atardecer, ambos castaños veían a la más pequeña dominar la técnica mientras bebían café y chocolate. Tony notaba a Peter muy callado, algo inusual en él, pues el muchacho siempre se la pasaba hablando de más por lo que cansado de su silencio intentó sacarle algunas palabras.

— Entonces... Extrañabas a Morgan ¿No? — Preguntó.

— Ah — El chico parecía estar en otro mundo.

— Extrañabas a Morgan... Por eso viniste el sábado — Comentó.

— Sí, yo... Vine... A... — El más joven intentó decir algo pero sólo salieron balbuceos de su boca.