La Energía que todo lo transforma

Capítulo 12

Hope se sentía orgullosa y feliz, orgullosa de Tony que había creado un contenedor de partículas y energía cuántica capaz de estabilizar por completo las moléculas del cuerpo de Ava Starr.

La morena desbordaba una contagiosa alegría y felicidad, por lo que en su intenso mar de emociones positivas, había abrazado enfusivamente a Scott. Antman se encargó de corresponder a ese cálido abrazo, aquel detalle tomó por sorpresa a la ojiverde.

Hope no se esperaba esa respuesta, no sabía qué sentir, primero estaba sorprendida por la confianza que había entre su novio y la chica Starr, no obstante, estaba aún más sorprendida por su forma de reaccionar.

No se sentía celosa, mucho menos molesta o enfadada y tampoco se sentía decepcionada o triste, a decir verdad no sentía nada de lo que debería sentir una mujer al ver a su novio abrazando cariñosamente a otra chica.

— Tenías razón — Dijo Ava entre sollozos de alegría.

— Te dije que funcionaría — Murmuró Scott sin romper el abrazo — Stark puede ganarse el odio de muchas personas, incluído el mío, pero hay que reconocer que es un genio — Mencionó riendo.

La mirada ojiverde se posó en Scott y este la miró por algunos segundos antes de posar la vista nuevamente en Ava. Pasaron el resto de la tarde en la residencia Pym hasta que la morena tuvo que volver a su casa donde la esperaba el Doctor Foster.

— ¿Por qué no acompañas a Ava a casa? — Preguntó a Lang.

— Pensé que querrías que te acompañara esta noche. Ya sabes, pasar tiempo juntos — Murmuró Scott ligeramente confundido.

— Sí, pero es tarde y puede ser peligroso que Ava vuelva sola a casa. Sé que sabe defenderse, pero será complicado adaptarse a las nuevas condiciones de su cuerpo — Se excuso.

— No se preocupen por mí — Intentó decir la morena.

— No, no. Hope tiene razón, podría ser peligroso — Se convenció Antman.

Fue así como Scott comenzó a alejarse de Hope y acercarse más a la chica Starr. Al principio sólo eran pequeñas excusas que solía decir la ojiverde como: "No puedo acompañarte, pero ¿Por qué no invitas a Ava?".

Finalmente bastó un par de semanas para que Lang dejara de insistir, dejara las invitaciones y de planear algún tipo de encuentro con su novia o incluso hasta dejar de frecuentar la residencia de los Pym.

Ahora Ava era quién lo compañaba a sus visitas con su hija Cassie. La morena era quién lo acompañaba a hacer las compras o al cine, quién lo apoyaba y quién lo animaba al darse cuenta que su relación caía en picada.

Poco a poco Hope dejó de sentirse mal por Scott, lo había visto interactuar con Ava, ver cómo ambos reían mientras pasaban tiempo juntos aliviaba su alma. Estaba feliz por su novio, por lo que una parte de su corazón sentía tranquilidad.

Sin embargo, la otra parte de su corazón se encontraba profundamente inquieta pues su castaño amigo, Anthony Stark, no contestaba ninguna de sus llamadas y la angustia ante la incertidumbre crecía cada día.

Un profundo suspiro escapó de sus labios cuando marcaba por enésima vez el número de teléfono del castaño que dominaba sus pensamientos y se sentía cada vez más frustrada por no lograr escuchar su voz.

— Friday, sólo dile que necesito hablar con él. No sé nada de él desde que volvió a Nueva York, ya van tres semanas, dile que me llame— Suplicó antes de colgar y arrojar el teléfono sobre la mesa. En ese momento sus padres entraban a la cocina para almorzar — ¿Qué? — Cuestionó.

— No me digas que estás arrepentida de haber lanzado a Scott a los brazos de otra mujer — Reprochó su padre, Hank, visiblemente molesto.

— No hice eso — Exclamó aunque en el fondo sabía que tenía razón.