Desperté entre las sábanas, con una gran presión en mi cabeza y el estómago revuelto, muy revuelto.
Eras las 9, me levanté asustado, fui corriendo a la habitación de Bandit pero la pequeña no estaba, habia una nota escrita en un papel rosa pegado a la cuna "Bandit está en la guardería, no te preocupes" Entonces recordé que anoche Frank vino a buscarme al barucho de caretera cuando mi borrachera superaba límites insospechables.
Baje a la cocina con la esperanza de encontrarme con Frank, pero nada, solo un par de huevos fritos y bacon sobre la mesa de madera que se encontraba en el centro.
-¿Frank? - pregunté esperando una contestación, pero nada, el absoluto silencio - ¿Frank? -Pregunté de nuevo, y la misma respuesta recibí, el silencio.
Me senté en una de las sillas que rodeaban la gran mesa y desayune a duras penas la comida que, esperaba, había hecho Frank.
Entré a la ducha, deseando que el agua eliminara el asqueroso olor a alcohol que impregnaba mi cuerpo.
Después de la refrescante ducha me vestí rápidamente con una camiseta negra y unos baqueros de mezclilla que encontré por el armario.
Me senté en el sillón y me limité a mirar la pared, mi resaca era demasiado potente como para soportar el ver la televisión durante más de 10 min sin vomitar.
Mi teléfono vibró en el bolsillo delantero del pantalón, eran un mensaje de Lyn
"Gerard, hoy voy yo a buscar a Bandit a la guardería. Este fin de semana nos toca a mi y a Bob."
Miré el mensaje durante unos segundos, era cierto, este fin de semana le tocaba a Lyn
"OK, ya hablaremos" contesté. No quería mantener una conversación con nadie, y menos con Lyn.
Miré el resto de mensajes de mi teléfono y encontré uno de Frank
"¿Qué tal has dormido? He dejado a Bandit en la guardería, no te preocupes y dusfruta de tu desayuno.
xofrnk"
Poco a poco los recuerdos de la noche anterior fueron apareciendo borrosos en mi mente.
Él...¡Me dijo que me quería! Pero le decepcione, sabía que beber era una pésima idea, y fue increíblemente estúpido por mi parte, y el tenía gran de culpa, y no podía echarle nada en cara, vino en mi ayuda, no sé como, pero lo hizo.
"Gracias por lo de anoche y por dejar a Bandit en la guardería, el desayuno estaba delicioso"- contesté
"Respecto a lo de anoche, tenemos que hablar ¿te parece si quedamos a las 11:30 en el café-dinner?"
¿Teníamos que hablar? Esa frase sonaba terrible, y eso hizo que mi corazón se hacelerara aún mas.
"Claro, allí nos vemos."
Quedaban 20 minutos para las 11:30, agarré mi chaqueta y salí hacia el café-dinner, mi corazón daba un vuelco a cada minuto que pasaba, mis piernas temblaban y mi cara se notaba caliente, probablemente estaría rojo como un tomate.
Entré dentro del restaurante y busqué a Frank con la mirada, hasta que lo encontré en una de las mesas cercanas a la ventana.
Me acerqué con precaución, un escalofrío recorrió mi cuerpo, tenía un nudo en la garganta y mis piernas se movian nerviosamente.
- Hola Gee -saludó timidamente mientras podía notar como sus mejillas se ponian rositas, adorable.
-Hola Frank...- moví una de las sillas y me senté en ella
-¿Quieres tomar algo? -me ofreció
-No gracias...-no quería comentar nada sobre el asunto de la noche anterior, no quería decir que por culpa del wiski barato me dolia la tripa a horrores
- Gerard, tenemos que hablar - posé mis ojos sobre los suyos, esperando que comenzara a hablar- yo... yo te quiero de verdad, te quiero muchisimo - "y ahora es cuando viene el pero..." pensé para mi mismo - pero...- "lo sabía" - también amo a Jamia y a mi familia.
-Comprendo - el nudo en la garganta se cambió por unos sudores frios, el color de mis mejillas por una palidez notable, y el temblor de mis piernas desapareció por completo.
-Pero Gerard, quiero que me prometas que no vas a volver a hacer ninguna locura como la de ayer.
-No puedo prometer nada Frank. - Me levanté de la mesa bruscamente y salí por la puerta a toda prisa.
Este hombre tenía una gran capacidad para jugar con mis sentimientos.
Pero el que ríe último, rie mejor.
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Action Cat ♡Frerard Hard♡
FanfictionSiempre habrá algo que te puede cambiar la vida, nunca sabes cómo, ni cuándo, ni dónde, pero te la cambia. Cada decisión marca un cambio, tanto para bien como para mal, y eso conlleva unas consecuencias. Gerard es débil, y su debilidad tiene nombre...