♥12♥

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Eran las 12 de la noche cuando ya estaba en casa.
Me dolía la tipa de reir y los pies de andar.
Probablemente estar con Mikey era lo que mas necesitaba estos últimos días. Una relajante ducha de agua caliente me ayudó con el cansancio, haciendome sentir mejor.
Me tumbé en la cama, deseando disfrutar del placido sueño que dios sabía que yo merecía.
Y así lo hice, tras varios días sin ser capaz de descansar en condiciones logré undirme en un placentero descanso.
Eran las 9:20 y ya estaba en pié.
¿Qué se supone que hacía yo cuando todavía no era padre?
Busqué algo de música para escuchar mientras recogía, como cualquier buena ama de casa que se precie.
Entre miles de discos de Smashing Pumpkings, Nirvana, BVB, Green Day y un largo etc de cartuchos llenos de polvo, encontré Three Cheers For Sweet Revenge.
¿Por qué no escucharlo? Me había propuesto luchar contra mi pasado y afrontar los problemas, con lo cual, coloqué el impoluto disco sobre el reproductor, pulsé el botor de aleatorio y el play, para mi sorpresa sonó To the end.
Esta canción me recordaba brutalmente a Frank ¿El motivo? Las ganas que tenia de estar por fin a su lado, de poder separarle de esa mujer a la que estaba atado, pero el era feliz con Jamia y era lo que más me importaba. O al menos eso creía.

Recogí la casa cantando canción tras canción, venian a mi los recuerdos de los días en los que todavía existia nuestra magnifica banda, nuestra idea.
Después de dejar impoluta toda la casa, cogí el teléfono en busca de alguien que me puediera ayudar con este aburriemiento que me estaba consumiendo.
Mikey no podía, tenía que hacer unos encargos.
Ray tampoco, estaba ocupado.
Lyn estaba con Bob y Bandit.
Sin duda, hoy iba a ser el día mas aburrido de mi vida.
Entonces "Pete FOB" apareció entre mis contactos.
¿Por qué no? Si queria recuperar la amistad de alguna manera tenía que hacerlo.
Y así lo hice, le llamé.
-¿Diga? - Respondió
-Pete, soy yo, Gee - contesté
-Oh, Gee...- murmuró- ¿Qué te puedo ofrecer?
-Verás, Lindsey se ha quedado con Bandit este fin de semana, y se me ha olvidado por completo como viven las personas con vida social y sin hijos.
-¿Y qué quieres que haga yo?- preguntó sorprendido
-¿Podríamos salir esta noche o algo?-Propuse.
-¿Esta noche? Bueno, vale, por qué no, paso a buscarte a las 10, no me falles
-Muchas gracias Pete - y colgué.
Es extraño ver lo bien que lo lleva Pete después de lo sucedido en los estudios de GHTv. Era, sin duda, un hombre fuerte.
Pasé el resto del día sentado en el sillón viendo programas de TV absurdos y twitteando.
Sobre las 9:20 decidí arreglarme.
Una camiseta roja ceñida, unos vaqueros rotos, mis botas militares, y para coronar la obra de arte que era mi vestuario, una chupa de cuero.
Eran las 10:00 cuando salí a la calle, Pete ya estaba esperandome con su descapotable, me acerqué a el.
-¿Se puede? - pregunté
-No seas tonto y entra- me contestó- ¿Dónde quieres ir?
- Pues si te soy sincero, ni idea
-Ya sé ¿Que te parece ir a Sharparade?
- ¿Qué es eso? -pregunté, Pete empezó a reir a carcajadas y yo me mosqueé, no era mi culpa no saber que era.
-Es una discoteta Gee, vamos.
Arrancó el coche y en 30 min ya estábamos allí, no había cola, lo cual era un punto a favor.
Pete salió del coche y abrió mi puerta.
-¿Listo para el desfase? - asentí y salí del descapotable rojo.
Era sorprendente la capacidad que tenía mi acompañante para que pareciera que no había sucedido nada, que no le importaba, que éramos simples amigos y que nunca le rechacé, admirable.
Entramos en el local, de fondo sonaba una música la cual no conocía, que por no conocer ni siquiera me sonaba.
Pete fue directo a la barra haciendo hueco en el abarrotado local, fuera no había nadie, pero dentro no cabía ni un solo alfiler más, yo decidí no beber nada, si queria disfritar de la noche tendría que hacerlo sobrio.
Después de que pete bebiera dos cubatas, nos metimos en la pista de baile, juraría que sonaba un cutre remix de Primadona Girl. Aún así Pete y yo bailabamos dejando que lo único que nos iluminara fueran los coloridos focos situados en la parte superior de la discoteca.
Mi cuerpo se sincronizaba con la música, hacía tantisimo que no disfrutaba de esta manera...
Así canción a canción, se fue haciendo cada vez mas tarde.
Mi cansado cuerpo pedía un descanso, con lo cual, me senté unos minutos en los sillones situados al lado de la barra. Pete me siguió y se sentó a mi lado, mientras moviala cabeza al ritmo de "Snap out of it" me pareció ver el pelo de Frank a lo lejos ¿Estaba alucinando?
Me fijé más, y sí, así era, Frank estaba dentro del local.
¿Por qué tengo que ser tan gafe? ¿De verdad? ¿Tan mala suerte tengo?
Entonces ví como Frank se acercaba a la barra, probablemente a pedir algo de bebida, con lo cual me vería con seguridad.
Cada vez se acercaba más y más, mi corazón se agitaba a cada paso que daba.
Acto reflejo agarré a Pete y le besé, nuestras bocas jugaban, pero poco tenían que ver con los besos de Frank.
Estuvimos cerca de medio minuto besandonos sin parar, le separé de mi y pude ver con claridad como Frank corría entre la multitud directo al lado contrario al que estabamos nosotros.
No sé si me sentía una perra mala, jodidamente miserable, o que había cumplido con mi venganza. Solo sabía que esto no era lo que quería.
-Perdona Pete - grité mientras corría tras Frank.
Aparté a todas las personas de mi paso bruscamente, quitandolas de mi camino a empujones, mientras seguía a ese pequeñajo.
Corrí y corrí hasta salir por la puerta trasera por la que había escapado Frank.
Le encontré sentado en el suelo, hecho una bola y soltando pequeños llantos.
- ¿Frank? -pregunté mientras me acercaba a el poco a poco. Fuera hacía muchisimo frio y el estaba en manga corta.
- ¡Vete!- gritó mientras escondía mas su cabeza.
-No - contesté con seriedad. Me senté a su lado, me quité la chupa de cuero y se la coloqué con cuidado por encima.
-¿Qué problema tienes conmigo?- preguntó.
-Ninguno
-¿¡Entonces por qué haces eso?!- exclamó mientras levantaba su cabeza y me miraba fijamente con los ojitos inchados de llorar. Me levanté con brusquedad y fruncí el ceño.
- ¡Te recuerdo que fuistes tu el que me rechazó! ¡Estoy en mi plena libertad!- ¿A que venia este comportamiento tan infantil?
-Lo sé...- respondió, levantó su cuerpo del suelo, colocándose frente a mi y mirandome a los ojos- ¿Entonces por qué me duele tanto? -preguntó mientras lágrimas brotaban de nuevo en sus ojos y se colocaba la chupa de cuero.
-No lo sé Frank. No lo sé. Simplemente estarás celoso, más o menos igual que yo cada vez que pienso en que sigues con Jamia- El frío estaba entrando en mis huesos y empezaba a tiritar
-Gerard -dijo mientras se ponía de puntillas y acercaba su cara a la mia- dame un beso, por favor.
Agarré con fuerza su dulce rostro, lo acerqué a mi. Besé con delicadeza y firmeza sus labios. Sabía que esto no estaba bien, que me arrepentiría y después recibiría un castigo por mis actos. Pero me daba igual. Lo importante es que ahora mismo, aunque fuera por unos segundos, Frank era completamente mío y de nadie más.
- ¡Frank ! -escuché a lo lejos. Esa voz femenina me resultaba familiar.
Era Jamia.

Action Cat ♡Frerard Hard♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora