La mayoría de la gente necesita escuchar aquellas "dos palabritas". En ocasiones, las escuchan justo a tiempo. Me llamo Luo QingYang, mis amigos me dicen MianMian tengo 37 años. Conocí a Wen Ning, un chico de 26 años de edad cuando fue admitido en el hospital donde yo trabajaba como voluntaria. Su esposo, Nie Mingjue permanecía nervioso cerca de allí mientras él era trasladado de la camilla a la cama. Aun cuando Wen Ning se encontraba en las últimas etapas de su lucha contra la leucemia, se mostraba alerta y alegre.
Procedimos a instalarlo. Terminé de escribir su nombre en todo el material suministrado por el hospital, y luego le pregunté. —¿Necesita algo?
—Oh, sí... ¿Podría mostrarme como se usa el televisor? Me agradan mucho las novelas y no deseo perderme de lo que pasa.
Wen Ning era un romántico. Le fascinaban las telenovelas, las novelas románticas y las películas de amor. Cuando nos conocimos mejor, me confió cuan frustrante era haber estado casado durante 4 años con un hombre que a menudo se refería a él como "un tonto".
—Sé que Mingjue me ama, pero nunca me dice que me ama ni me envía tarjetas —suspira y mira por la ventana los árboles del patio— daría cualquier cosa porque dijera "Te Amo", pero sencillamente no está en su naturaleza.
Mingjue visitaba a Wen Ning todos los días. Al comienzo se sentaba al lado de la cama mientras él veía las telenovelas. Luego cuando empezó a dormir más, se paseaba de arriba abajo por el pasillo, afuera de la habitación. Poco después, cuando ya no miraba televisión y permanecía poco tiempo despierto, comencé a pasar más tiempo con Mingjue. Me contaba que había trabajado como carpintero y que le agradaba ir de pesca. Él y Wen Ning no tenían hijos, pero habían disfrutado de su retiro viajando, hasta que Wen Ning enfermó. Nie Mingjue no podía expresar lo que sentía acerca de la muerte inminente de su esposo.
Un día, mientras tomábamos un café, lo llevé al tema de las relaciones y de cómo las parejas necesitábamos tener romance en nuestra vida; cómo nos agrada recibir tarjetas sentimentales y cartas de amor.
—¿Le dice a Wen Ning que lo ama? —pregunté conociendo la respuesta, y me miró como si estuviera loca.
—No es necesario... ¡Él "sabe" que lo amo!
—Estoy segura de que lo sabe ㅡdije inclinándome y tocando su mano... manos burdas de carpinteros que se aferraban a la taza como si fuese lo único a lo que podía asirse— Pero él necesita "escucharlo", Mingjue. Necesita escuchar que ha significado para usted durante todos estos años...por favor piénselo...
Regresamos a la habitación de Wen Ning. Nie Mingjue entró y yo me marché a visitar otro paciente. Más tarde, vi a Mingjue sentado al lado de la cama. Sostenía la mano de Wen Ning mientras él dormía.
Era 12 de febrero, dos días después, yo caminaba por el pasillo del hospital al mediodía. Allí estaba Mingjue, reclinado contra la pared, mirando fijamente el suelo. Ya me había enterado por la enfermera de que Wen Ning había muerto a las once de la mañana. Cuando Nie Mingjue me vio, permitió que le diera un largo abrazo. Su rostro estaba húmedo por las lágrimas y temblaba. Por último, se apoyó contra la pared y suspiró profundamente.
—Tengo algo que decirle —dijo— tengo que decirle lo bien que me sentí de habérselo dicho…—se interrumpió para sonarse— pensé mucho acerca de lo que hablamos y, esta mañana, le dije cuánto lo amaba... y cuán feliz me sentía de ser su esposo. ¡Si hubiera visto su sonrisa!
Entré a la habitación para despedirme de Wen Ning. Allí, sobre la mesa de noche, había una enorme tarjeta de amor de parte de Mingjue. De aquellas tarjetas sentimentales que dicen:
Nota: Gente, aclaro de inmediato que esta historia no me pertenece. Es de un libro que leí cuando niña, y tenía este corto en mis borradores. Quise adaptarlo para darles un poco de entretención, fue uno de mis favoritos y quería compartirlo con ustedes. 🤧
¡Espero que les haya gustado como a mí! 🤧
¡Nos leemos la próxima!✌🏻😘🏳️🌈
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Sᴇʀɪᴇ ᴅᴇ Cᴏʀᴛᴏs MDZS (+ ᴄʀᴏssᴏᴠᴇʀs) [TERMINADA/CANCELADA]
FanfictionHistorias variadas de MDZS. Pequeños fics, tal vez de todo tipo. De mi total Autoría.