𝑆𝑖𝑛 𝑡𝑖

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Pasó una semana y aquellas jóvenes enamoradas se seguían reuniendo cada noche sin falta, lastimosamente la boda de la sirena sería en menos de una semana y ambas lo sabían, sabían qué ya no podrían estar juntas y eso las ponía muy triste. Un día antes de la boda, él príncipe Neptuno hermano menor de tritón cegado de irá y rencor hacía su hermanó, robo su tridente y huyó con él rápidamente. Él rey tritón al notar qué robaron su tridente mandó a todos a buscarlo inmediatamente porqué en las manos equivocadas podrían causar mucho dañó o causar muchos desastres. Bonnibel sabía qué había sido su tío el que robó el tridente de su padre y sabía a quién tenía qué pedirle ayuda. Ella nadó rápidamente y buscó él barco de Marceline, entró en él y la pirata se sorprendió al ver a la sirena a mitad del día, siempre se encontraban en la noche. ¿Bonnie? ¿Qué sucede? -Preguntó acercándose a ella. En ese momento el clima cambió drásticamente y comenzó una fuerte tormenta. ¡Mi tío Neptuno robó el tridente de mí papá y necesitó que me ayudes a recuperarlo por favor! -Explico tomándola de las manos. No te preocupes, te ayudaré -Le dió un besó en su frente y Bonnibel cerró sus ojos aguantando él nudo de su garganta. Después de qué me ayudes a recuperar él tridente ya no...ya no...ya no podremos vernos. Mañana es mí boda -Comento sintiendo sus lágrimas caer, la pelinegra también sintió un nudo en su garganta pero limpió suavemente las mejillas de la sirena. Entiendo. Quiero que sepas qué te amo con todo mí corazón y...siempre estarás en mí corazón -Dijo dándole un besó. Ambas estaban llorando mientras se besaban cómo si no hubiera un mañana, el sabor salado invadía sus bocas. También te amo mucho, siempre estarás en mí mente y mí corazón -Dijo uniendo sus frentes y se besaron por última vez.

La tormenta cada vez se hacía más y más fuerte, Bonnibel entró de nuevo al agua y trataba de nadar hacía su tío quién se encontraba a varios metros de ellos. Él barco de Marceline también se dirigió al mismo lugar al ver a Neptuno que se encontraba en la superficie creando un tornado con él tridente. Cuándo él barco estuvo lo suficientemente cerca Marceline saltó y nadó hacía él, Bonnibel trató de quitarle él tridente pero él se deshizo fácil de ella pero Marceline aprovechó qué él estaba distraído para atacarlo y quitarle él tridente, ella y él forcejearon mientras tanto él rey tritón nadaba rápidamente hacía ellos aún estaba lejos pero vió cómo su hermano y aquella humana forcejeaban. Marceline terminó quitándole el tridente y se lo lanzó con todas su fuerzas a Bonnibel quién lo atrapó y se lo entregó a su papá. Marceline regresó al barco y trataban de irse lo más rápido porqué sabía qué él rey tritón le haría dañó si se quedaba. ¡Papa! ¡No! -Gritó Bonnibel tratando de detener a su padre, él creía qué aquella humana era la quería había robado su tridente y qué su hermano trataba de quitárselo. Él destruyó él barco, por suerte todos los tripulantes salieron a salvó de aquella destrucción del barco y nadaron hasta la isla más cercana. Bonnibel le explicó con calma a su papá quién había robado su tridente y tuvo qué explicarle qué se había hecho amiga de una pirata y sus sentimientos hacía ella, su padre al principio se enojó y la sermoneó pero luego se calmó y castigó a su hermano menor por a ver hecho algo tan imprudente. Esa fue la primera noche desde hace semanas qué Marceline y Bonnibel no sé vieron, ninguna de las dos pudo dormir, se quedaron toda la noche pensando en la otra.

Bonnibel se miraba en aquel espejo ya estaba arreglada para su boda pero se sentía fatal, se supone qué tú boda es él día más feliz de tú vida pues ella se sentía todo lo contrario a feliz. Su padre la vio de lejos, su corazón se le hizo añicos al ver a su adorada hija tan triste, observó cómo lloraba en silencio y pudo sentir su dolor a través de sus lágrimas, se acercó lentamente hacía ella. Tenemos qué hablar -Dijo él tranquilamente, ella inmediatamente al escuchar a su papá detrás de ella se limpió las lágrimas y se quedó callada esperando a qué él continuara la conversación. ¿De verdad estás muy enamorada de aquella pirata? -Preguntó él con curiosidad. Si -Respondió, ella inconscientemente sonrió. Él pudo ver el amor qué le tenía a aquella pirata, su mirada se lo decía y él no tuvo dudas de su amor, se sintió por primera vez tan tonto y egoísta por obligarla a casarse con alguien qué no conoce y no ama...

Marceline llevaba horas parada observando el mar, sabía qué a estás alturas ella ya estaría casada y por primera vez sentía su corazón romperse en mil pedazos. Finn se acercó a ella, le dolía verla tan triste y puso una mano en su hombro. ¿Ella no volverá verdad? -Preguntó Finn viendo también el mar. No -Respondió aguantando el nudo de su garganta. Lo siento mucho Marceline -Susurró él dándole un apretón y ella simplemente siguió viendo el mar, él entendió qué necesitaba más tiempo a solas para asimilar las cosas. Ahora su barco estaba destruido pero por suerte tenía otro más grande, Finn mandó a varíos tripulantes por él así qué tardarían un par de horas en volver mientras su capitana se desahogaba viendo el mar. Ella se sentía tan mal qué deseaba morir en ese momento, deseaba qué alguien atravesará su corazón con una espada, sentía qué no podía continuar sin Bonnie a su lado además nunca había sido tan feliz cómo lo fue a su lado, ella lo sabía, todos lo sabían y habían notado ese cambió en ella. Ahora la había perdido para siempre y nunca la volvería a ver, su amor duró poco y deseó qué hubiera durado más pero lamentablemente ya no se podía hacer nada, había perdido a su Bonnie para siempre.

𝙐𝙣 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙙𝙚 7 𝙢𝙖𝙧𝙚𝙨 [𝘽𝙪𝙗𝙗𝙡𝙞𝙣𝙚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora