Un ave familiar

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El desfile había acabado poco después de esa pequeña conversación, al llegar al frente de su casa las personas empezaron a ir preparándose para seguir sus labores. Las geishas que venían acompañados entraron directamente a la casa mientras que la Haronubu-sama y Karoma se despedían.

-Recuerda mandarme esa carta okey? No te perdonaré si lo olvidas- Parecían tener una conversación amigable, a pesar de no saber el contexto de lo que decían Makio parecía feliz de verlos hablar tan casual, realmente era algo que no esperaba ver al venir aquí.

-Si si tranquilo, tengo mis dudas de aceptarlo no lo negaré, pero eres un buen chico así que no te preocupes en ese aspecto- Okey ahora definitivamente lo que sentía Makio ahora no era felicidad, se estaba muriendo por saber qué estaba pasando. La curiosidad de lo que estos habían hablado era grande, no creía que era por algo más. (Ósea no son celos es pura curiosidad)

-Jajaja entonces si es asi me alegro- Rio suavemente, se limpió un poco el kimono y luego volvió a ver a la de ojos ámbar con una mirada que esta misma no pudo descifrar.-Un gusto en conocerte Makio-san, espero verte en algún otro momento, por ahora me debo retirar, buenas noches a ambas.- Expresó mientras se alejaba moviendo su mano en forma de saludo, antes de poder responder a su despedida ya se había alejado de ambas mujeres.

La albina y Makio se dieron un pequeña mirada y entraron adentro, había un silencio, al principio algo normal pero empezó a ser algo sofocante entre más entraban. Makio soltó un pequeño suspiro y paró de caminar, la oiran se percató y volvió a verle inclinando un poco la cabeza.

-Antes de hablar con usted necesito ir un toque a mi habitación, llegare apenas pueda oiran-sama- Explico la joven, sinceramente no tenía nada que hacer, pero por alguna razón sentía que debía tomar un respiro antes de entrar allá.

-Oh ya veo, tranquila, te espero allá entonces- Dio una suave sonrisa y siguió caminando un poco más rápido que antes, parece que ella también quería un pequeño descanso y rápido.

La de pelo rubio y castaño entró a su habitación para luego inmediatamente conseguir una hoja y tinta para enviar otra carta, debía averiguar sobre ella, tal vez Tengen-sama supiera algo, con eso en mente se dispuso a escribirle.

         Buenas Noches Tengen-sama, se que no ha pasado más de 1 hora desde la última que le                                     escribí pero necesito averiguar algo urgente.

                 Usted conoce a alguien llamada Yojana Haronubu, es la oiran actual de la casa en la que                 me encuentro. 

           Parece conocer quien soy, me preocupa esto ya que como usted sabe con nuestras                      circunstancias no es cualquiera quien conoce de nosotros. 

                                           Si sabe algo por favor avíseme. Gracias    Att. Makio

Use un pequeño silbato que me habían dado para llamar al cuervo cada vez que fuera necesario, lo use y espere un poco para luego verlo llegar a mi ventana. Doble la carta y se la entregue, no pasó mucho para que se fuera volando y desapareciera de mi vista.

Se asomó una vez más por la ventana y vio a otro cuervo pasar, tenía una cicatriz en su cara, además de que también parecía tener un sobre. ¿Acaso era un cuervo del cuerpo de demonios?

No es posible, que ella supiera que no había más cuervos ahí, además de que el cuervo de Tengen era el encargado de recoger las cartas de ella, Hinatsuru y Suma, ese cuervo nunca lo había visto antes. Aunque no pudo ver a dónde se dirigía era claro que venía de un lugar cerca, pensó que tal vez era un cuervo venía pasando por aquí para entregar un mensaje o algo.

Decidió ignorarlo por el momento, dudaba que encontrara alguna respuesta de todas formas. Siguió caminando y se dirigió a donde si no recordaba mal le habían explicado Ai y Mei era la recámara de la albina. Apenas dio la vuelta al pasillo vio la puerta de la supuesta habitación abierta, sus pasos empezaron a ser cada vez más pesados, así como su respiración fue descontrolándose. Antes de entrar por la puerta tomó un gran suspiro y se asomo, ahí estaba la oiran. Preparando sus ropas de dormir por cómo se veía, traía el pelo suelto pero con algunos adornos aun. Su ropa era más holgada y cómoda, aunque aún tenía su maquillaje parecía que estaba a punto de quitárselo.

La oiran noto la presencia de la otra mujer y volvió a verle, una suave risa salió de su parte mientras con una mano se tapaba la cara.

-Oh querida se que soy linda pero deja de quedarte viéndome tan apasionadamente-

¿Porque Pareces Que Sabes Quien Soy?-*-Makio X LectorADonde viven las historias. Descúbrelo ahora