Chang Bin piensa que ya nada puede empeorar después de la forma en que terminó con su ahora ex novio, pero se equivoca, ha olvidado las llaves de su casa y nadie estará hasta la noche, asume que pasará el día llorando en la acera hasta que ve al chi...
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BangChan descansaba su cabeza en el hombro de ChangBin, tenía los ojos cerrados, pero no dormía, aunque el sonido de pasar páginas y la punta del bolígrafo deslizándose por las hojas que el menor usaba le estaba arrullando, este soltó un suspiro rompiendo el ambiente de paz, el mayor se apartó y le miró preocupado.
—¿Qué pasa?
ChangBin se encontraba en la biblioteca preparándose para un examen, detestaba tener a ese profesor que los evaluaba cada semana, algunos de sus compañeros decían que era así con todos sus alumnos, pero eso no le daba consuelo alguno.
Una semana había transcurrido desde que habían decidido fingir ser novios. Las cosas iban tranquilas por ahora, MinHo parecía ya no molestar a BangChan, lo cual era bueno, en cambio él no tuvo tanta suerte, puesto que Felix seguía algo insistente, sobre todo desde que los rumores habían empezado a correr, era de esperarse, los veían a diario en circunstancias muy cercanas, luego se enteró por compañeros de su clase que todos estaban esperando algo entre ellos, desde que los había visto juntos por primera vez, aquello le causó una incomodidad, pero solo mantuvo su sonrisa.
Lo más incómodo de todo era encontrarse con su ex de esa manera tan frecuente, en lugares bastante inusuales, podría jurar que estaba viendo a Felix más de lo que novio lo hacía, incluso lo encontró en una ocasión en la biblioteca, por fortuna aquella vez tenía a BangChan abrazándolo por la espalda mientras iba saliendo del lugar así que no se le pudo acercar, pero de inmediato le empezó a mensajear.
Fuera de eso todo iba perfecto, los ojos curiosos se calmaron en los primeros días, de vez en cuando notaba alguna que otra mirada que aún no se acostumbraba a verlo, pero al menos ya podían ir juntos por los pasillos con tranquilidad. Agradeció mucho haber conversado con su falso novio aquel día a la salida, no hubo más besos sorpresas, se limitaba a abrazarlo de una forma que le reconfortaba y a veces llegaba a darle algún beso en la mejilla.
Lo que le intrigaba era ese cambio repentino que notó en MinHo, el día anterior se lo encontraron casi de frente, pero este iba tan absorto en su celular que ni siquiera los notó, al parecer algo había robado su interés, pero aquello no fue motivo para que BangChan dejara de acompañarlo a su facultad, pasaba las mañanas ocupado para avanzar lo suficiente con sus proyectos, así tenía tiempo de sobra para invertirlo en él, así como hoy, que le estaba acompañando mientras estudiaba para su examen de dentro unas horas.
—Estoy cansado, solo eso. —Se atrevió a tirar con suavidad de la mejilla ajena.
Habían tomado ese hábito desde antes de fingir su relación, BangChan le respondió hundiendo su dedo en la mejilla del mas bajo y una risita se le escapó causándole vergüenza, en la biblioteca debía prevalecer el silencio
BangChan empezó a guardar las cosas del menor mientras este intentaba pelearle en silencio, no quería romper las reglas.
—Vamos, afuera. Este ambiente te estresa —dijo en un susurro.
