Chang Bin piensa que ya nada puede empeorar después de la forma en que terminó con su ahora ex novio, pero se equivoca, ha olvidado las llaves de su casa y nadie estará hasta la noche, asume que pasará el día llorando en la acera hasta que ve al chi...
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ChangBin pensó que jugar a ser novios sería lo más sencillo del mundo, que se trataría solo en la universidad para alejar a sus ex, no imaginó que en la mañana siguiente sería abordado por su hermana para cuestionarle que hacía en la acera del lado de la casa de la familia Bang tan noche. No era que estuviera molesta, solo le causaba curiosidad, ella se alegró de saber que entre BangChan y él se haya formado una buena amistad, pero nunca los había visto tan juntos como ayer.
—Estamos saliendo.
Su hermana se calló ante la sorpresa y esperaba que sus padres no se enteraran por ella, no quería arrastrarlos en su mentira, no sabía ni por qué se lo había dicho, bastaba con decir que eran muy buenos amigos. Suspiró y salió a prisa, BangChan había insistido en llevarlo a la universidad, él estaba un poco nervioso por eso, la noche anterior había aceptado gustoso su idea, pero ahora que veía todo con más claridad, no sabía cómo debían actuar, qué hacer o qué no. Ya era demasiado tarde para arrepentirse, ¿no? Le había dicho que sí y no quería decepcionar a BangChan cambiando de opinión.
Tenía más cosas en mente, como la idea de empezar a ejercitarse de forma más regular, siempre intentaba hacerlo, pero nunca mantenía una rutina, esta vez quería que sí fuera así. En la universidad existía un gimnasio abierto para todos los alumnos y tenía tiempo suficiente, ya fuera saliendo de clases o en las horas disponibles entre estas. Cuando salió se sorprendió de ver al mayor ya esperándolo. No quiso mirar hacia atrás, algo le decía que su hermana los estaba vigilando desde la ventana. El mayor le abrió la puerta del copiloto y aquello lo hizo sentir una ligera vergüenza, tenían que mantener las apariencias, era eso.
—¿Qué llevas ahí? —Preguntó con curiosidad señalando el bolso que ChangBin había dejado a sus pies, ya estaba poniendo en movimiento el auto.
—Oh, es que iré al gimnasio.
Puede que los dos se conozcan desde hace poco, pero BangChan sabía que su amigo no hacía con tanta frecuencia ejercicio, en cambio esta vez notó hasta un semblante de tristeza cuando le respondió, lo cual le alarmó, aprovechó el primer alto que encontró para interrogarlo.
—Y lo haces, ¿por qué...? —dejó la pregunta al aire.
—Debo poner el ejemplo, estudio nutrición con la idea de ser entrenador personal. —Hizo una pequeña pausa, no podía mentirle, no a BangChan, aunque lo primero sí era verdad, pero sabía que tenía un segundo motivo. —También escuché que muchas compañeras decían que HyunJin es muy atractivo, así que voy a demostrar que puedo ser más.
BangChan sonrío cuando dijo eso, volvía a poner su atención en el camino, luego negó despacio con un movimiento de su cabeza.
—Si lo haces por ti, está bien. No necesitas demostrarle nada a nadie —dijo volviéndose a él cuando se detuvo por segunda vez gracias al semáforo, su mirada se encontró con la del menor—. Lo digo en serio, tú ya eres atractivo. —Usó un tono de voz más bajo, casi en un susurro mientras volvía a poner en movimiento al auto.
