Chang Bin piensa que ya nada puede empeorar después de la forma en que terminó con su ahora ex novio, pero se equivoca, ha olvidado las llaves de su casa y nadie estará hasta la noche, asume que pasará el día llorando en la acera hasta que ve al chi...
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—Buenos días, despierta dormilón.
La voz de MinHo junto a los dulces besos que depositada en el rostro de JiSung hizo que este sonriera. Aún adormilado el menor llevo sus brazos hacía el cuerpo del mayor, sus manos alcanzaron a tocar el torso desnudo y siguieron subiendo hasta el cuello, de donde se abrazó justo en el momento que el contrario tomaba sus labios, el menor correspondió el beso, una de sus manos empezó a acariciar la nunca del mayor subiendo despacio hasta acariciar sus cabellos, estaban húmedos, acababa de salir de la ducha unos minutos antes, el menor fue terminando el beso de forma lenta y abrió primero un ojo para acostumbrarse a la luz solar.
—¿Qué hora es? —dijo una vez se separó, la vergüenza se apoderó de él al notar que seguía desnudo y aunque la sábana le cubría la mayor parte de su cuerpo, tomó esta hasta cubrir casi su rostro.
—Son casi las once de la mañana.
JiSung abrió los ojos ante la sorpresa y terminó por taparse, lo iban a matar, se suponía que llegaría sí a las once, pero de la noche del día anterior, que era su amigo quién lo iría a dejar a casa, sin embargo, no podía predecir que ChangBin se hubiera sentido mal para no ir a la fiesta, no quería ver su celular.
—Toma tu tiempo, puedes darte una ducha si quieres —dijo MinHo mientras se aparta a de él para tomar una camiseta y colocársela, tenía colocado ya un pants—. Por cierto, tu celular no ha dejaba de sonar como por una hora, eso fue lo que me despertó.
Una vez que el mayor salió de la habitación, se levantó aun cubriendo su cuerpo, alcanzó el aparato y descubrió muchas llamadas perdidas de su madre, las suficientes para hacerlo temblar, ella no tendría problema si salía o con quién lo hacía, si iba con amigos, pareja, respetaba que ya fuera un adulto, o el intento de uno, mientras cumpliera con ciertas reglas de la casa, como el horario de regreso. Siguió su sugerencia y se dio una ducha, cuando salió, por todo el departamento estaba impregnado el olor a comida, le dio curiosidad así que luego de vestirse y tomar sus cosas salió del cuarto, se encaminó hasta la cocina y se sorprendió con lo que estaba viendo.
—¿Tú cocinas? —preguntó pese a que estaba presenciando como el mayor picaba vegetales.
—Sí —dijo y con un ademán lo invitó a sentarse en una silla que estaba cerca de la barra.
JiSung cedió a su petición y su estómago gruñó, realmente se veía apetitoso lo que el mayor preparaba. Mantuvo su vista fija en lo que hacía y comprendió que MinHo era algo más que lo que había visto, debía haber una justificación que explicara porque su actitud de aquel día hacía ChangBin y ni hablar de su discusión con BangChan. Él necesitaba saberlo, porque verlo prepararle el desayuno no era algo que los chicos de una sola noche hacen, había conocido unos pocos y no era que terminarán dándose los buenos días o muchos menos lo despertaron con besos.
