Chang Bin piensa que ya nada puede empeorar después de la forma en que terminó con su ahora ex novio, pero se equivoca, ha olvidado las llaves de su casa y nadie estará hasta la noche, asume que pasará el día llorando en la acera hasta que ve al chi...
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ChangBin pensó que le estaba dando más importancia de la debida a sus emociones, seguía pensando en lo sucedido hace dos días, específicamente en lo que había sentido ante el agarre de Bang Chan, soltó un suspiro y cerró sus ojos, llevó su mano hacia la parte de su cuello donde le había besado, el solo recordarlo le hizo estremecerse.
—¿Qué demonios me pasa? —Dijo en voz baja. No podía entender por qué se estaba aferrado tanto a ese momento, no era nada en especial, solo fue una pequeña actuación para ahuyentar a Felix y funcionó. No había recibido mensaje alguno del menor en estos días, sentía paz, luego de poco más de cuatro meses, era extraño, pero no añoraba el acoso del chico.
Estiró su mano para tomar su celular, pasaban de las seis de la tarde, hora en la que ChaeRyeong había prometido estar en su casa para que le ayudara a estudiar con su último examen, la pobre chica tenía la mala fortuna de ir a clases en sábado, él en cambio había terminado ese mismo viernes todas sus evaluaciones, las calificaciones vendrían la semana siguiente y aquello lo ponía ansioso. Su puerta se abrió de golpe causándole un sobresalto.
—Tú mamá me dejó entrar —dijo ella antes que ChangBin hablara.
El celular de ChangBin notificó la llegada de un mensaje, una amplia sonrisa se dibujó en su rostro, era de Bang Chan, mientras él respondía, la chica acercó una silla del fondo de la habitación hacia el escritorio de su amigo.
"Cómo va la sesión de estudio", era lo que decía, ChangBin soltó un suspiro mientras veía a su amiga arrastrar la silla hasta él.
"Chaer acaba de llegar, así que vamos retrasados", luego de eso envío uno más de despedida y apartó el aparato para concentrarse en ayudar a su amiga. No se consideraba tan bueno instruyendo a los demás o quizá nunca se había dado la oportunidad.
Dos horas después ambos estaban acostados en la cama de ChangBin, con los pies colgando, le hacía preguntas a su amiga, ambos reían cuando ella se equivocaba al no saber que responder y solo inventar cosas absurdas. Afuera empezaba a oscurecer.
—Ves, no es tan difícil —dijo ChangBin para animar a ChaeRyeong, quien solo suspiró.
—¿Y si no apruebo? —La voz de la joven denotaba cierta preocupación, se levantó de la cama y empezó a jugar con las cortinas, abriendo y cerrando estas.
ChangBin suspiró desde su cama mientras tomó uno de sus peluches y jugó los bracitos de este, mientras escuchaba a la menor, negó despacio desde su lugar con un movimiento de su cabeza, aunque la chica no lo veía, se sentó en el colchón y arqueó una ceja al verla jugando con las cortinas.
—¡ChaeRyeong! Deja de hacer eso —reprendió a la más joven y le lanzó el peluche que tenía en mano, este terminó rebotando en la cabeza de la chica.
La chica le miró con enfado, pero dejando las cortinas abiertas, ChangBin estaba para disculparse, pero se quedó sin habla, su cuarto era vecino del cuarto de Bang Chan y este también tenía la ventana abierta, claro que eso no era novedad para él, muchas veces se saludaban a través de ellas, pero la diferencia era que esta vez el mayor estaba de espaldas a él, pero no tenía puesta ninguna prenda que cubriera su torso, nunca lo había visto de esa forma, solían compartir, de vez en cuando, sus horarios en el gimnasio, pero siempre llevaba ropa en dicha zona. Pensó que estaba invadiendo su privacidad.
