Las luces inundaban completamente el lugar, dando más ambiente a la música que resonaba en cada rincón de la habitación. Podría decirse que me sentía en una fiesta al estilo de Euphoria; masas de cuerpos sudados abundaban, haciendo difícil pasar sin tener contacto o sentir el sudor.
No pude evitar hacer una mueca de disgusto al notar varias parejas besándose de manera desesperada, como si no hubiera tiempo.
Mi único motivo se encontraba en algún rincón, y esperaba encontrarlo antes de que el aroma impregnado me provocara náuseas. No sabía si era el alcohol derramado o la cantidad de humo que hacía imposible pasar sin tener un ataque de tos.
En un último intento, logré verla. De repente, empezó a sonar "Shea Butter Baby", su cuerpo se movía al compás hipnotizándome, iluminado por los repentinos rayos turquesas haciéndola ver aún más atrayente.
Sin esperar más, me acerqué sigilosamente, rodeando una mano por su cintura mientras movía mis caderas a su ritmo, evitando que mi vaso derramara el líquido.
- Hola, hermosa - susurré suavemente en su oído, sintiendo cómo su cuerpo dejaba de estar tenso para pegarse completamente al mío.
Su figura y la mía parecían ser una sola. Mis manos viajaban de su cintura hasta sus brazos, soltando pequeños besos a la par.
Con cada pequeño roce, mi mente viajaba cada vez más, deseando poder probar sus carnosos labios. Sin darle más tiempo, la giré, atrapando sus labios en un suave, casi delirante beso.
Sus manos reposaban en mi cuello, mientras las mías seguían recorriendo, sacando pequeños suspiros de sus labios.
- Emilia, ¿tanto me extrañaste? - su voz estaba ronca, con un aliento que variaba entre mentas y cigarros, manteniendo una sonrisa coqueta con un brillo juguetón.
Inesperadamente, todo quedó iluminado con una tonalidad que recordaba un atardecer. Al notar que se agolpaba más gente, salimos al patio trasero a pequeños tirones.
Se sentía como ver una pintura, parecía irreal, rodeado de pequeños árboles alumbrados mientras había un camino de piedras hacia la piscina iluminada.
Lo que más llamaba la atención era la abundancia de hortensias que le daban ese toque.
Me quedé apoyada en la puerta mientras mi hermosa pelinegra parecía una pequeña niña apreciando todo con un brillo en sus ojos. Era imposible quitar mi mirada de ella si contrastaba con el fondo; era como ver una pintura.
Sin poder evitarlo, mi corazón se aceleró, enviando pequeñas corrientes como si fuera la primera vez que la conocí.
Creo que era el momento indicado para decir esas dos palabras que llevaba atoradas, con miedo de decirlas para no asustarla.
Avanzando hacia ella, no pude evitar soltar una sonrisa boba al notar que me esperaba con una corona de flores en su cabeza.
- ¿Te he dicho lo hermosa que estás hoy? - la atraje suavemente de la cintura, mientras acercaba nuestros rostros.
Era increíble que, sin importar el tiempo que llevábamos saliendo, Andi seguía siendo la misma tímida chica ante los elogios que le soltaba. Tenía sus mejillas sonrojadas y ocultaba su rostro suavemente en mi cuello.
- ¿Te he dicho que amo cada mínimo detalle de ti? Desde cómo pareces crear un ritmo en cada momento, tus tics nerviosos, tus coqueteos cursis, cuando te pones tímida, cuando hablas sobre algo que te gusta - levanté su rostro, observando cada mínimo detalle, quedando atrapada en sus carnosos labios.
Nunca era necesario que me respondiera porque, con solo mirarla, sabía que el sentimiento era mutuo.
Nuestras miradas hablaban por sí solas mientras repartía leves caricias por su rostro; el sentimiento en mi pecho se intensificaba, haciéndome sentir que era el momento correcto.
La besé suavemente, tratando de sentir cada mínimo detalle de los ya conocidos labios, tratando de expresarle cada mínimo detalle, pero aun así, el sentimiento no se iba.
Separándome lentamente, repartí otra leve caricia - Te amo - solté mirándola, y jamás me arrepentiré, porque su mirada se iluminó, achicando sus ojos mientras mostraba su hermosa sonrisa.
~Fin~
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Etéreo
FanfictionA todo el mundo le hablo de ti, Ya no sé si los aburro o si también se están enamorando... Andrés Ixtepan Diversos escenarios, versiones en donde los personajes vivirían las dificultades de lograr sus sueños mientras e...