brazos hechos para sostenerte | bakudeku

numero dos

Después de un par de horas más tarde, Izuku se encuentra paseando por la acera por la noche, en dirección a la casa de Mina para asistir a su fiesta. No le importaba ir a fiestas de sus amigos; le resultó divertido ver todos sus compañeros de clase, lo suficientemente borrachos, como para a ver tonterías mientras el esta sobrio.

Tomando un giro en la esquina, Izuku comienza a escuchar música a lo lejos. Se detuvo por unos segundos para buscar la casa ya que nunca antes había estado en la casa de Mina; confió en el gps para llevarlo. Cuando fija los ojos en la casa, el pequeño comienza a caminar más rápido hacia el ruido para poder saludar a sus amigos, especialmente a Todoroki y Ochaco, ya que son sus mejores amigos.

Una vez que Izuku llega a los escalones de la puerta, no puede evitar reírse cuando ve a un par de personas desmayadas en el jardín delantero de la casa. De repente, la puerta pronto se abrió para revelar a Ojiro; tenia una copa roja en la mano y una expresión de borracho en su rostro. Sin decir nada, Ojiro se hace a un lado para dejar Izuku pasar adentro para que disfrute la fiesta.

— Deku! ¡Qué bueno que si decidiste venir! — Una voz le llama. La persona que lo llama nada entre la multitud de personas antes de pararse frente a Izuku y darle la bienvenida con los brazos abiertos.

Antes de que Izuku respondiera, los brazos de Ochaco ya estaban alrededor del pequeños y sus pies no estaban tocando el suelo, ya que ella lo levanto con su fuerza haciendo que toda su bebida caerá al piso.

— Bueno, no tenía opción después de su discursito en el salón — Izuku dice al soltar una carcajada mientras Ochaco lo deja ir, quien hace que el niño se tambalee después de aterrizar de nuevo en el suelo.

— Aish, cállate! — Ochaco deja salir una carcajada. — Anyways, en la cocina esta toda la golosina que quieras así que, siéntete como en casa — dice mientras usa su dedo índice para indicar donde esta la cocina.

Izuku iba a agradecer a su mejor amiga, pero alguien la jalo a la pista de baile y la hizo irse abruptamente, dejando al pequeño con una risa de ternura que le tiene a Ochaco. Aun así, Izuku nada entre la gente para alcanzar la cocina donde abre los ojos al encontrarse con Bakugou y Kirishima haciendo shots mientras que la gente alrededor de ellos le echan porras. 

Al terminar su shot, Kirishima lipa su boca con su manga y fija los ojos en Izuku quien estaba impactando, ya que no tiene la edad adecuada para tomar.

—¡Oh, Midoriya! — Grita Kirishima. Si bien la música está demasiado alta, todos deben gritarse para entenderse. Los ojos de Bakugou se agrandaron ante la mención del nombre de Izuku, lo que hizo toser varias veces, lo que preocupo a Kirishima.

Kirishima mira a Bakugou y coloca su mano detrás de la espalda del rubio para ayudarlo a toser todo, pero Bakugou se enojo y se fue de repente. Izuku ve donde se va el rubio y deja salir un suspiro de relajación.

— ¿Que estaban tomado? — Izuku le pregunta al pelirrojo mientras se abre paso hacia el y mira los dos vasos de chupito en el mostrador. Luego mira la botella de tequila a un lado y abre mucho los ojos. — ¡¿Porque chiflados están tomaron tequila?! ¡¿Qué pasa si viene una patrulla y los mete a la cárcel?! — le grita a Kirishima mientras señala la botella con su dedo con los ojos en el pelirrojo.

— Midoriya, relájate. Tenemos un permiso en la pared por la entrada que nos permite tomar alcohol — responde Kirishima. Levanta las manos en defensa hacia Izuku. Cuando ve lo tranquilo que esta Izuku, baja sus manos y coloca uno en el hombro de Izuku mientras, con la otra mano, lleva un vaso rojo a su visión. — Tienes que aprender a divertirte. Tomate esto y dime como te sientes después, ¿de acuerdo? — el pelirrojo continue hablando.