numero diez

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Eventualmente, la mayoría del salón llego a la casa de Bakugou para la pijamada. Izuku y Kaminari dieron la bienvenida a sus compañeros con abrazos y sonrisas, para hacerlos sentirse bien en un ambiente a gusto y con tranquilidad. Lo primero que hicieron, después de los abrazos, fue dejar sus cosas en el closet por la entrada y dirigirse hacia la cocinar para agarrar pizza y bebidas. Al tomar sus golosinas, se movieron hacia la sala principal para ver una película animada que escogió Kaminari, para pasar el tiempo juntos.

Mientras los del salón se acomodaban en la alfombra y en el sofá, Izuku es detenido por la mano de Bakugou. El niño gira sus pies ante Bakugou y lo ve con curiosidad. El rubio estaba nervioso de tener Izuku tan cerca de poder tocarlo, pero se detuvo y quito de pronto su mano encima del pequeño. Bajo la mirada de inmediato y se dio la vuelta hacia la cocina con ansiedad. Izuku, por otra parte, se quedó parado mirando a Bakugou de lejos, pensando: ¿debería acercarme a él y preguntarle si está bien? pero si hago eso...¿pensará que me valió su confesión? no sé qué hacer... ¿Qué debería sentir con su declaración?

— Midoriya! Bakugou! ¡Ya vénganse! ¡La película está por empezar! — grita Ochaco desde el sofá, su mirada sobre su hombro al ver los dos hombres parados por la cocina. Izuku agita la cabeza hacia Ochaco y mira otra vez a Bakugou.

— Kachaan, vamos, — Izuku le dice a Bakugou. El rubio exhala con nervios y obedece el comando de Izuku.

Los dos muchachos se acomodan en la sala principal con sus chucherías y empiezan a ver la película. Mientras el inicio de la película está empezando, Bakugou no puede dejar de ver la parte detrás de la cabeza de Izuku, porque él está sentado en el piso en medio de Kirishima y Todoroki.

Bakugou agarra su pedazo de pizza y mira hacia el televisor pensando: ¿qué carajos estoy haciendo? No le gusto a ese escuincle; ¿porque chingados lo estoy mirando con obsesión? ugh, nunca debí de haber aceptado mis sentimientos...ahora me siento como mierda.

Mientras tanto, Izuku voltea hacia Bakugou, colocando su cabeza encima de su hombro, y por un momento su corazón brinco. De inmediato, Izuku voltea hacia el otro lado con sus cachetes quemando. Todoroki noto la cara de nervios de Izuku y se acercó a él, susurrando.

¿Te encuentras bien, Midoriya? — dice Todoroki con seriedad. Izuku levanta la cabeza y lo ve a los ojos con una sonrisa falsa.

— Heh, todo bien — responde Izuku con una risa falsa también. De lejos Bakugou se fija ante ellos dos y sus celos alcanzaron la superficie, haciéndolo que se levante y salga afuera en su patio trasero para refrescarse. Solo Kirishima noto su ausencia.

Ahorita vengo...— Kirishima le dice a Ochaco, quien estaba a un lado suyo, y se dirigió a la puerta de vidrio para salir afuera.

Bakugou se espanta por un segundo y voltea para ver a su amigo caminar hacia él. El rubio voltea sus ojos y mira hacia el otro lado sin importar la presencia de su amigo.

— Bakubro, ¿estas bien? Te fuiste de repente...— Kirishima le hace una pregunta a su mejor amigo.

— ¿Cuándo no lo estoy? Te puedes ir, carbón. Estoy bien — Bakugou le responde con un gruñido. El pelirrojo suspira ante su amigo antes de colocar su mano en su hombro y voltearlo para verlo a los ojos.

— Se que piensas que nosotros no nos importas, pero lo tienes al revés — Kirishima empieza a decir en cuanto su sonrisa amanece. — Cada una de esas personas adentro, sentadas, te quieren, y mucho. Por favor, no te nos alejes por una situación que se puede resolver si te abres con nosotros...— termina de decir lo que quería decir, sus ojos cayendo en lindura.

brazos hechos para sostenerte | bakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora