Los Hijos de Hanguang-Jun. Cultivación Oscura (2)

Perdido

NOTA: Antes que nada, esta narración de Jiang Cheng se centra en el hecho de un hombre que intenta alejar sus pensamientos negativos. Una parte de él extraña a su hermano y la otra no puede perdonarlo, pero ver a la pequeña NianXiang le hace recordar a Wei Wuxian triste y débil cuando su padre lo lleva a Muelle de Loto.

.-.-.-.-.-.-.-.-. 

Jiang Cheng podría reírse de esa situación. La Wangji sentado frente a él tomando una taza de té, su postura no era solo firme, sino que estaba alerta, ansiosa, mientras un niño con una espada que apenas y podía levantar lo miraba con cautela.

Y la niña, con los mismos ojos de Wei Wuxian cuando defendía a su jiejie, lo amenazaba con la mirada. Ambos los miraban desde la ventana, no podía escuchar su conversación, pero sí podían ver que su padre estaba molesto.

Ninguno de los dos era capaz de hablar. Lan Wangji tenía miedo, su respiración, el subir y bajar de su pecho, lo delataba. La taza en sus manos ya estaba fría y la de Jiang Cheng ni siquiera se había despegado de la mesa.

Quería que el líder Jiang se fuera de su casa. Quería que se fuera para tomar sus pertenencias y salir corriendo con sus niños. Abandonar la ciudad y buscar una montaña, quizás y unirse a algún inmortal, suplicándole por darles un hogar lejos de todos aquellos que le habían hecho daño a su Wei Ying.

- ¿Cómo es posible? – Lan Wangji le miró, su postura aun tensa – Esa niña... es idéntica a... -

- Basta – Jiang Cheng elevó una ceja - ¿Qué quiere, líder Jiang? –

- Quiero a la niña – la pequeña tensó su arco – Ella es... ella es de mi secta –

- Mentira, ella es una Lan –

Jiang Cheng evitó golpearse la frente en desesperación. ¿Cómo pensó que Lan Wangji dejaría ir tan rápido a esa niña? Él no era tan denso como Wei Wuxian, él había visto los sentimientos del segundo Jade con el Patriarca Yiling.

Estaba más que claro que Lan Wangji se aferraría hasta la última parte de Wei Wuxian.

- Wei Wuxian fue un discípulo de Yunmeng Jiang, claro que nosotros somos los más aptos para proteger a esa niña – Lan Wangji agarró la taza con fuerza, pero Jiang Cheng no se inmutó y continuó - Hanguang-Jun, ¿crees que eres capaz de criar a dos niños? –

- Mis capacidades no le conciernen a usted, líder Jiang – Wangji estaba cada vez más asustado, sentía que su respiración se entrecortaba – Son mis hijos, míos, usted no debería siquiera atreverse a cuestionarme –

- El virtuoso segundo Jade de Gusu Lan – Jiang Cheng tomó la taza que estaba frente a él con indiferencia – Trajo a dos hijos, ambos concebidos fuera del matrimonio, a la Profundidad entre las Nubes. Rompió tantas reglas del muro glorioso que jamás pudo recuperar su honor –

Lan Wangji aún lo miraba, Jiang Cheng se dio cuenta entonces de que a Lan Wangji no le molestaba en lo absoluto las palabras referentes a él. No caería tan bajo, no tendría la necesidad de insultar a sus supuestos hijos, así que recordó entonces a cierta mujer.

Una parte de él, esa parte sensible y terca, no podía evitar ver en los ojos dorados de Lan Wangji la fiereza de Yu Ziyuan. Su madre bien podría pararlo frente a su padre y decirle que él, Jiang Wanyin, era su hijo, no Wei Wuxian.

La recuerda, esos poderosos ojos violetas que desde pequeño lucharon por conseguirle un lugar frente a su propio padre. Y se odió por eso.

¿Por qué Lan Wangji y Yu Ziyuan? ¿Por qué el segundo Jade y la Araña Púrpura?

- Se quieres puedes dejar a ese niño Wen también – le comentó, sintiendo que su lengua no le pertenecía más – Los criaré a ambos como discípulos de Yunmeng Jiang y podrás regresar a Gusu, o irte y ser un cultivador errante. No tienes que cargar las deudas que Wei Wuxian dejó en ti, ni la culpa –