Miedo

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- ¿Qué quieren aquí? – Luo Qingyang se veía completamente enojada, la ofensa de inspeccionar sus habitaciones en el palacio de su mentor era tan grande que su rostro se había puesto un poco rojo – Zewu-Jun, ¿por qué está haciendo esto? –

- Tío ha dicho que visita a Wangji con frecuencia, y que él confía en usted, señorita Luo – Lan Xichen dejó que los cultivadores revisaran la casa de Luo Qingyang, mientras ella solo pensaba en las palabras de Lan Xichen - ¿Sabe dónde está Wangji? –

- Si él escapó de Gusu... entonces tiene una razón – respondió ella, enojada con el líder Lan - ¿Qué le hace pensar que le diría aún si lo supiera? –

- Wangji no está bien, está poniendo a los niños en peligro –

- Es su padre, fue él quien les dio a luz – esa frase había sido dicha con todo el peso de la verdad - ¿Cree que no sabe lo que es mejor para sus hijos? –

Lan Yuan era un niño adoptado por Wangji, y MianMian lo había dicho como si aquello no fuera verdad, como si Lan Yuan en verdad hubiera crecido en las entrañas del segundo Jade. Ambos se quedaron en silencio pensando en esas palabras, se quedaron sin palabras hasta darse cuenta de que Lan Wangji los amaba como si los hubiese acurrucado en el pecho en sus primeros suspiros.

- Zewu-Jun, Wangji escapó por un motivo, no me lo dijo – Luo Qingyang bajó la guardia – Pero sí me ha dicho cómo las demás personas de Gusu miran a sus hijos – Lan Xichen no emitió ninguna palabra, para él no era importante lo que las demás personas pensaban de él, no escuchaba siquiera las palabras que decían cuando lo veían pasar – Si usted hubiese hecho algo al respecto... tal vez Lan Wangji seguiría en su casa –

***************

- Papá... ¿quién era el señor que vino? – la pequeña de ojos dorados le veía, su mano acariciando la mano de su padre - ¿Quieres que gege y yo le demos una lección? –

Lan Wangji sonrió al escucharla y negó con la cabeza. La tomó en brazos y la abrazó con fuerza, cuidando de no lastimarla. Yuan estaba aún en el patio, hablando con los conejos y preguntándoles si no se habían asustado con ese señor.

- Él vino a hablar conmigo, A-Xiang – ella descansó su cabeza en el pecho de su papá, sintiéndose segura y protegida – Él les enseñará algunas cosas muy pronto –

- ¿Qué cosas? –

- A luchar, arquería –

- ¡Pero él fue malo contigo! –

Wangji solo negó y acarició el cabello de su hija, entonces volvió a mirarla. Ella tenía sus ojos cerrados y de esa manera, sin el resplandor dorado, se dio cuenta de que era idéntica a Wei Ying. Sus labios, su nariz, el color de sus mejillas, la forma de sus ojos... tomó entonces su mano y se dio cuenta de que eran tan parecidas a las de Wei Wuxian. Él había acariciado y memorizado cada línea y pliegue de las manos de su Wei Ying.

- A-Xiang, papá quiere pedirte algo –

- Mn –

- Hay muchos peligros afuera, cuando salgamos... tu gege y tú tendrán que cubrir sus rostros – Wangji esperó por negación o pregunta, pero su hija simplemente dijo que sí.

Solo un pequeño velo, quizás cubriendo únicamente su nariz y boca, el color de sus ojos los distraería y nadie podría reconocer a Wei Wuxian en ella.

Les daría tiempo a todos en Gusu, desaparecería del mundo del cultivo el tiempo suficiente para que olvidaran el rostro de sus hijos y luego podría regresar con su tío y con MianMian. Jiang Cheng sería el único capaz de reconocerlos, pero el líder Jiang era orgulloso y no hablaría al respecto con nadie.

Los Hijos de Hanguang-Jun. Cultivación Oscura (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora