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( hyeon-ju )
Anteriormente había pasado por el baño de chicas para desahogar su frustración por lo sucedido en el edificio en construcción soltando un grito que sus propias manos habían ahogado, ahora más tranquila se dirigía a su salón subiendo las escaleras con cuidado y esquivando a los alumnos que a diferencia de ella y sin cuidado alguno corrían apurados a sus salones.
Su salón de clases era igual a los demás, lo único que los diferenciaba de todos era el pequeño cartel con el 2-5 escrito que era el grado de la clase. La otra cosa que lo hacía diferente eran las peculiares actitudes, forma de pensar y ser de sus compañeros. Por una lado tenías al grupo de cinco chicos que hablaban de videojuegos, series, comida y una que otra cosa de chicos que a Romeesa le importaban un comino. Luego estaban los insoportables, enojones (Jimin), chismosos y clasistas (Nayeon), los que tenían pésimas calificaciones (Onjo, Isak, Daesu, Woojin), los atléticos (Suhyeok y ella) y por otro lado, los que tenían las mejores calificaciones (Namra, Joonyeon y ella) y los que solo estaban por estar siendo los secundarios. Bueno en realidad todo eso no los hacía diferentes, Romeesa estaba segura que en cada grupo había alguno con una que otra característica que ella describió.
Romeesa recuerda cuando llegó a ese salón y todos sus compañeros le parecieron lo mismo que en su antiguo instituto pero al pasar de los días conociendo (observarlos) a cada uno de ellos se dió cuenta de sus verdaderas caras, cada uno era distinto pero a su vez todos tenían un poco de cada cosa.
Cuando Romeesa entró por la puerta a su salón logró ver a su prima ya en su butaca, Namra al notar la presencia de alguien en la puerta saludó con un pequeño movimiento de mano para luego hacerle señas para que se acercará a ella. Romeesa entendió dirigiéndose para allá pero al no calcular bien la distancia que había entre las butacas terminó golpeándose con la esquina de la mesa en su pierna.
- Ay, mierda - se quejó llamando la atención de los presentes, sin importarle mucho siguió su camino pero antes alguien se interpuso.
- Hola, Rome - Gyeongsu - ¿Si leíste mis mensajes?
Romeesa solo abrió su mochila para sacar su cuaderno de matemáticas, sin colocar mucha fuerza golpeó con su cuaderno el pecho de su amigo para luego señalarlo. - Es la última vez.
- Sabes que no - respondió, ambos rieron por eso.
- ¡Hola, Rome! - el gritó de Woojin se escuchó por todo el salón haciendo que todos detuvieran sus actividades para mirarlo, avergonzado el chico se acercó a ellos - ¿Sigue en pie lo de ir al cine hoy? Suhyeok quiere ir.
Romeesa dudo. - Aún no he pedido permiso, no me mandó sola. Les avisaré más tarde.
