Mi Chico Ideal

CAPÍTULO 2: UN PLAN DE LOCOS

Temari y Tenten se miraban la una a otra totalmente preocupadas, cuando la noche pasada sus amigas les habían dicho que tenían un plan pensaban que habían planeado algo normal para hacer que Sasuke y Hinata hablaran y se acercaran más. Pero lo que las sus tres alocadas amigas les estaban proponiendo iba mucho más allá de lo arriesgado.

Si Sasuke llegaba a enterarse que ellas estaban detrás de eso no iban a salir ilesas, iba a correr sangre.

—Sabía que no podíamos confiar en vosotras. ¡Es imposible que ese loco plan funcione! —dijo Temari negando y Tenten soltó un suspiro.

A ella tampoco le convencía la idea, era demasiado peligroso, además que había muchos factores imprevisibles en juego como para que el plan saliera tal como lo habían ideado. Si es que había más posibilidades que les tocara la lotería que ese absurdo plan funcionara.

—No creo que vaya a salir bien—secundó Tenten.

Karin, Ino y Sakura las miraron mal. Puede que sonara un poco descabellado, pero si lo escuchaban con todos los detalles estaban convencidas que sí que se podría llevar a cabo. Además, se trataba de Sasuke, él cual era bastante impredecible en el ámbito romántico. Lo conocían desde que eran niños y nunca lo habían visto enamorarse de nadie, ni siquiera sabían si alguna vez le había llegado a gustar alguien por lo que necesitaban algo radical para poder descongelar ese corazón de hielo.

Además, sí, Hinata era dulce y hermosa, era sencillo desarrollar sentimientos por ella, pero la chica era demasiado callada como para ir y hablarle, así que si ellas no hacían nada era imposible que algo llegase a ocurrir entre esos dos.

—Podríais intentar no ser tan negativas —se quejó Sakura al ver como las miraban con desaprobación.

Admitía que era riesgoso, que si algo se torcía Sasuke se vengaría. Y conociendo a su amigo de la infancia no iba a ser dulce solo porque ellas fueran mujeres. Estaba segura que encontraría sus puntos débiles y las haría retorcerse de dolor con la manera más dura y cruel que encontrase.

Por su mente pasó el recuerdo de un Naruto atado al palo de la escuela en solo ropa interior de mujer y un ligero escalofríos la recorrió entera. Sasuke podía ser muy cruel cuando quería.

—Soy positiva en que esto va a ser horrible—se quejó Temari.

—Dadnos un poco de tiempo—dijo Ino intentando sonar algo más conciliadora. —Primero que nada, necesitamos que se conozcan un poco más, que se acerquen y hablen—dijo seria. —Por si no os habéis percatado llevan toda la vida en la misma clase y si mal no recuerdo creo que han intercambiado dos palabras. Es imposible que ellos solos hablen de la nada, por eso es que nosotras debemos formar esa situación—trató de explicar.

—La rubia de bote tiene razón. Hablamos de Sasuke. Sa-su-ke—dijo Karin haciendo énfasis en su nombre y Sakura asintió.

En eso ninguna de las dos podía quitarles la razón, tratar de hacer que Sasuke hiciera algo que no quisiera era imposible, el chico era lo suficientemente listo como para no caer en algún tonto engaño. Él único que de manera indirecta había conseguido hacer ese tipo de cosas era Naruto. Pero aquello se debía más porque el chico era un despistado insistente que por que lo hiciera con consciencia.

—Nosotras también queremos ayudar a Hinata, pero vuestro plan es un poco... difícil de llevar a cabo—dijo Tenten.

—¿Difícil? Yo lo llamaría una locura—apuntó Temeari.

Las tres chicas intercambiaron miradas, no querían decirles todo ya que querían que fuera una sorpresa, pero si se ponían tan exepticas debían ir con todo.