CAPÍTULO 23: UN MUNDO PARA NOSOTROS

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Luego de su conversación de Hiashi, sin mucho más que hacer Sasuke se marchó con una sensación de fracaso. La desesperanza lo volvió a invadir más que nunca al darse cuenta qué, aunque había recorrido todos los caminos y agotado cada recurso o truco para encontrarla, le había resultado imposible. Hinata se había ido sin dejar huella.

Derrotado regresó a su habitación y dejó que el peso de la realidad cayera sobre él. Todo lo que le quedaba era el vacío que ella había dejado en su vida y un amor que parecía condenado por el destino que, aunque lo lastimaba sentía que no lo podía soltar.

Estaba sumido en sus pensamientos cuando escuchó un suave golpe en la puerta y al abrir, vio a Itachi con una expresión serena y comprensiva. Lo habría echado, pero se sentía tan cansado que no tenía ni fuerzas para poner una mala cara.

Su hermano se sentó junto a él sin decir nada durante unos segundos, pero con una calma que transmitía un mensaje silencioso.

—Sasuke —dijo finalmente—, sé cuánto significa Hinata para ti. Se notaba en tu mirada, además cuando ella llegaba aquí incluso papá y mamá estaban más alegres. Ya sabes que siempre dice que quería una hija y que gracias a Hinata sentía que tenía una.

Sasuke lo miró sin decir nada, agradecía la empatía de su hermano, pero ahora solo estaba consumido por la frustración y la impotencia.

—Todo estaba bien. Sé que el accidente podría haberla afectado, pero no la entiendo. ¿Por qué se marchó? ¿Por qué no quiere hablar conmigo? ¿Por qué está haciendo esto? Acaso, ¿debería dejarla ir? —preguntó Sasuke en voz baja, sintiendo el peso de esas palabras.

Itachi permaneció en silencio unos segundos más antes de responder.

—Sasuke, cuando se trata de alguien importante, uno no se rinde fácilmente. Incluso cuando parece que todo está en contra. A veces, los caminos no se abren porque son fáciles, sino porque uno insiste lo suficiente hasta que las barreras se rompen.

—¿Qué crees que he hecho todo el día? —soltó malhumorado haciendo que Itachi suspirara.

—Si ya no puedes hacer nada más y lo has intentado todo, entonces ya está. Pero si aún queda algo más que hacer, solo tú decides —dijo serio.

—¿Estás diciendo que debo seguir intentando o que me rinda? —preguntó Sasuke, sin comprender que quería decir su hermano.

Itachi le dedicó una leve sonrisa antes de hablar de nuevo.

—Lo que quiero decir es que, si Hinata es quien realmente llena ese vacío en tu vida, entonces debes demostrarle que estarás a su lado, aun cuando todo se vea oscuro. A veces, el amor es cuestión de insistir y de confiar en lo que sientes.

Las palabras de Itachi fueron algo reconfortantes, pero ya lo había intentado todo, había intentado de una u otra manera poder contactarse con ella, pero le había resultado imposible.

—Solo tú decides si la dejas ir o no —dijo para luego marcharse.

Se imaginó rindiéndose, dejando atrás a Hinata. Pero al pensar en una vida sin ella un vacía se instaló en su corazón, no quería eso. Aquel pensamiento renovó su deseo de seguir adelante, sin importar cuántos obstáculos encontrara.

A la mañana siguiente, Sasuke decidió poner a prueba esa determinación. No permitió que las negativas de Neji, Hanabi o siquiera Hiashi lo disuadieran. Cada día iba a la casa de los Hyuga, esperando en la entrada hasta que alguien saliera y le diera una respuesta. No importaba cuántas veces le dijeran que se fuera, él permanecía allí, insistente, convencido de que su amor por Hinata valía cualquier esfuerzo.

Mi Chico Ideal [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora