Capitulo III: Morena.

10 2 3
                                    

Al final accedo, caminamos fuera del estudio, y cuando llegamos a su auto, abre la puerta de este para que suba al asiento del copiloto.

Qué caballero.

Subo al auto y el sube a mi lado. El camino se me hace un poco incómodo, pero solo hasta que finalmente me habla.

–Así que, Olivia ¿No?– Dice mirandome efusivamente, a lo que asiento con la cabeza y el vuelve a mirar al camino.–Cuentame de ti, solo sé tu nombre y que bailas muy bien– Me guiña un ojo, sacándome una sonrisa.

–Pues, tengo dieciocho años, bueno...– Me detengo, un poco dudosa.– ... Tengo diecisiete, pero en Mayo cumplo los dieciocho, solo son dos meses, así que es mejor adelantarse a los hechos, ¿no lo crees?– Sonrío divertida, mirándolo. Sonríe y se queda en silencio. Procedo.

>>Tengo un hermano mayor llamado George, tiene veintidós y junto con mamá vivimos a una cuadra de la casa de Naia– Lo detallo con la mirada, es de tez blanca, tiene una pequeña cicatriz en la mejilla derecha y su cabello es de ondas color café.

>> Además de bailar, me gusta cantar, es una pequeña parte de mi que solo Naia conoce– Sonrió, mirando por la ventana.

–¿Ah sí?– Por fin responde. Frena en un semáforo.– Son muy buenas amigas–.

–Desde que tengo memoria. Ella sabe muchísimas cosas de mi– Digo sin mirarlo.

–Era de esperarse, Morena– Río descontroladamente al escuchar el apodo, aunque no puedo evitar sonrojarme.

¿Morena? ¿Enserio?

Hoy me he sonrojado tanto que probablemente Sean piense que es mi color natural.

Es tu color natural si estás con el o si el está en un perímetro de 100 metros.

Shh.

Me mira enarcando una ceja debido a que aún no he dejado de reír. Pero es que me parece estúpido el apodo, me ha dicho morena viendo que soy de piel extremadamente blanca y de cabello café claro.

Quizá haya sido por el cabello, pero aún me parece bobo.

A mí me parece tierno.

–Lo siento– digo dejando de reír. Mi estómago duele de tantas risas.

–¿Nunca te han llamado de esa manera?– Dice divertido y extrañado a la vez.

–La verdad el único hasta ahora que me tenía apodo es George, que me dice Enana– Resoplo divertida. –Pero de resto todos me llaman Liv, o Livvie– Noto lo mucho que me mira, y siento que es una tortura.

–Entonces ya no es el único, deberías acostumbrarte, Morena– Me sonríe y arranca.

En menos de cinco minutos ya estamos en el frente de mi casa, dónde mi lindo hermano mayor se encuentra jugando fútbol. Frunce levemente el entrecejo al verme bajar del auto del castaño.

–Gracias por traerme, Sean– Le digo por la ventanilla.

–Es un placer, igualmente gracias por la compañía, Morena– Responde y ríe al ver cómo blanqueo los ojos.

Apodo ridículo.

Le dedico una sonrisa amable y el arranca. Puedo sentir la mirada juzgadora de George a mis espaldas.

–No vas a contarme sobre tu amiguito, ¿Cierto?– Dice siguiéndome hasta el salón.

–Ni siquiera es mi amigo, George, sólo es el primo de Naia– Replico, volteandome hacia el.– Vivirá en el pueblo desde ahora, no lo molestes– Alzo una ceja, divertida.

La noche del cumpleaños de Shanaia, Sean me contó que se había mudado a la casa de su abuela, justo al lado de la casa de mi mejor amiga. También me contó que en donde vivía no contaba con la oportunidad de trabajar, y cuando recibió el mensaje de que había conseguido el empleo que buscaba en la planta eléctrica de aquí, decidió dejar todo y venirse.

Me alegro mucho por el.

–Te atrae, ¿No?– Dice, pellizcandome el hombro.

George desde siempre ha sido demasiado sobreprotector conmigo. Al punto de que si se entera de que gusto de alguien o de que alguien gusta de mi, va y le da su famosa “charla”, al final nunca más veo a quienes se la da. Supongo que solo quiere protegerme, digo, soy su única hermana mujer.

–George, apenas lo conozco– Le contesto irritada.

Pero me conoce lo suficiente para saber que es cierto, que Sean me atrae.

Dejo la conversación en el aire y subo a darme una ducha. Estoy muy cansada para seguir en una discusión dónde se que voy a perder.

Entro al baño y luego de diez relajantes minutos, salgo del baño ya con la pijama puesta.

Me recuesto en la cama y no tardo mucho en quedarme dormida.

Fue una tarde agotadora.

<33
Espero les guste mucho.

OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora