Orphic;Druig

━━ xii. El corazón quiere lo que quiere

⛓💫 ━━ ❴ EL NUESTRO ERA
UN MUNDO DE SANGRE Y
SOLO LA REPUTACIÓN LO
CONQUISTABA ❵

«  La canción de Aquiles ; Madeline Miller  »

━━ SUS SOSPECHAS SOBRE ALARIC SON
ciertas.—Desde que Druig escuchó la voz resonar en la habitación, supo que se había equivocado de lugar. Se escabulló por detrás de la puerta entreabierta, pues tenía demasiada curiosidad sobre lo que dirían del monarca. Podía ver a uno de los amigos de Alaric o eso creía, pues los había visto juntos en algunas ocasiones, él quien era el que había hablado primero, lo que lo hizo mirar confundido la escena, así que decidió quedarse por detrás de la puerta de la manera más discreta que pudo.—Es demasiado lógico el porque no quiere una esposa, se está viendo con un hombre, él mismo me lo dijo.—Anunció el rubio, apretó sus puños al oír lo que había dicho, ¿era su culpa? ¿No había sido lo suficientemente discreto? ¿Lo había visto escabullirse por el pasadizo? Podía escuchar ligeramente como demás hombres en la sala murmuraban y farfullaban sobre la situación, podía escuchar insultos que hacían que quisiera entrar a la habitación y golpearlos uno a uno, mas decidió quedarse ahí, quería saber que otras cosas dirían.—Quitarlo del poder sería lo menos que se merece, ¿o la horca es un buen castigo?—Cuestionó y todos los presentes se quedaron callados, no sabía si seguían impactados o estaban pensando en un castigo más severo.—¿De verdad queremos a ese enfermo en el trono?

En esos momentos sentía que iba a sufrir un colapso nervioso del coraje. Sentía impotencia por poder hacer absolutamente nada, enojado era poco para describir como se sentía, sentía lastima por Alaric porque él probablemente había puesto toda su fe en que no abriera la boca, lo cual, apostaba todo lo que tenía que era lo primero que había hecho.

—Dominic tiene toda la razón, caballeros.—El hombre que había hablado frente a todos el día del baile pasó su brazo por los hombros de, ahora había aprendido, Dominic.—Mi hijo, como el segundo de mayor rango, reinará y les aseguro que llevaremos este reino a niveles que no se han visto jamás.

Pero que hijo de puta tan más traicionero y egoísta.

Claro, ahora tenía sentido, había traicionado a Alaric para quedarse con la corona y de seguro ser quien lo asesinara. El monarca había puesto toda su confianza en quien se suponía que era su amigo para que le pagara de esa manera. Apretó la mandíbula y los puños cada vez más, molesto; definitivamente tenía que hacer algo al respecto, no podía dejar que algo remotamente parecido sucediera, no podía dejar que le quitaran todo a Alaric, incluso la vida.

Los ojos del rubio se tiñeron de dorado y lo obligó a salir de la sala, salió de su escondite y siguió su camino por fuera del pasadizo. Definitivamente estaba rompiendo otra regla: No meterse en la vida de Alaric.