Orphic;Druig

━━ ix. Tirando fachadas

⛓💫 ━━ ❴ LA FORMA EN
LA QUE TE SIENTES CUAN-
DO LO BESAS POR PRIME-
RA VEZ, COMO FUEGO
DENTRO DE TUS HUESOS,
COMO SI TU ALMA HA VUEL-
TO AL AGUA, COMO SI CADA
PARTE DE TI QUE VINO DE
UNA ESTRELLA MUERTA
ESTUVIERA VIVA DE NUEVO ❵

━━ HABÍA MUCHOS PROBLEMAS DESPUÉS de aquel beso, y uno de ellos era que no podía sacárselo de la cabeza.

Eran las cinco de la mañana y habían pasado dos días días del suceso, o más, no llevaba la cuenta. Desde ese día no había siquiera cerrado medio ojo con alguna intención de dormir, sus pensamientos eran tan ruidosos que eran capaces de aturdirlo. Su cuerpo seguía teniendo una sensación extraña en la que sentía que le hervía a cuarenta grados y que su corazón iba a mil kilómetros por hora y la respuesta era clara, estaba asustado, estaba asustado por si alguien se enteraba y estaba asustado porque no podía dejar de pensar en los labios de Druig junto a los suyos.

Después de haber huido erráticamente de la biblioteca, había partido ruta hasta su habitación de la cual no había salido desde entonces y de la que probablemente no saldría hasta que se muriera. El tic en su ojo y sus pasos al recorrer la habitación de un lado a otro eran tan ruidosos que hasta el mismo quería ir a decirles que se callaran y lo dejaran dormir, cosa que por supuesto, no podía hacer. Tenía demasiadas ganas de ir corriendo con Druig y reclamarle el porque lo había hecho, pero también no quería cruzar palabra con él por lo incómodo que se sentía o...

Porque podía terminar besándolo por impulso.

¿Ahora en que carajos estaba pensando? ¿Él besando a Druig también? ¿Por voluntad propia? Definitivamente el sueño ya le estaba jugando malas pasadas.

Recorría toda la cama de mayúsculo tamaño dando vueltas desde que se había recostado como si quisiera encontrar algo nuevo además de las sábanas de seda y las almohadas de plumas, intentaba pensar incluso en que sermón le daría el consejo después de saber que no había logrado encontrar esposa, pero no, todo lo llevaba a lo mismo: Los labios de Druig sobre los suyos, tomando su rostro en sus manos y él intentando alejarlo mientras su cuerpo no le respondía porque tal vez era lo que quería.

Que alguien lo lanzara por la ventana y le hiciera el favor de callar a su mente.

Lo peor de todo, no podía hablar de eso con alguien. Porque definitivamente no se detendrían a preguntarle si él había querido o no o quien había empezado el beso, solo lo llevarían al lugar abierto más cercano, le prenderían fuego y bailarían sobre sus cenizas y honestamente, menudo favor le harían, lo aceptaría agradecido. Ser quemado era mejor que seguir pensando.

Comenzó a cerrar los ojos intentando pensar en otra cosa, comenzó a pensar en la carrera de caballos, comenzó a pensar en que debía montar a caballo más seguido, ahora pensaba en Circe y que podía faltar para que pelaje tuviera mas brillo, luego en Druig, en su cabello, sus manos, sus labios...