➳11.

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- JungKookie ¿estas bien? - Pregunto el rubio viendo al pelinegro totalmente distraído.

- Claro, ¿a que la pregunta? - Pregunto el pelinegro.

El rubio entrecerró sus ojos mirando al pelinegro, desde que le había presentado a su prima tal pareciera que este le había asombrado verla o algo similar ya que claramente logro ver el comportamiento extraño de su amigo.

- Desde que te presente a mi prima has estado distraído - Dijo el rubio.

- No nada de eso, simplemente estoy pensando en otras cosas es todo - Dijo el pelinegro sonriendo.

Y en una parte Jungkook tenía razón ya que de todas las personas del maldito mundo tuvo que ser aquella chica y peor aún saber que es prima del chico que le gustaba, pero lo más curioso era que si la chica era familiar de Jimin entonces el podría saber sobre su otra forma y posiblemente se alejaría de el, pero Jeon aún no se sentía lo suficientemente seguro de revelar aquello al rubio, no por ningún motivo lo haría, debía esperar el momento indicado, solo esperaba que cuando le contara la verdad no fuera demasiado tarde.

- ¿Kookie me estas escuchando? - Pregunto el rubio mirando al pelinegro.

- ¿Perdón decías algo? - Dijo el pelinegro algo apenado.

El rubio formo un ligero puchero con sus labios algo que fue sumamente lindo y tierno para el pelinegro.

- ¿Acaso quieres que me enoje contigo Jungkookie? - Pregunto el rubio.

- Claro que no, cualquier cosa menos que estés molesto conmigo - Dijo el pelinegro.

- Es que te estoy hablando y tu estas en tu mundo - Se quejó haciendo un leve puchero. - No es justo eso jungkookie...

- Lo siento, solo tengo algunas cosas en la cabeza pero las dejaré a un lado ya que vine a divertirme un rato contigo - Dijo el pelinegro sonriendo.

El rubio asintió feliz continuando su camino a una pequeña feria, el rubio miro encantando los Juegos que había en el lugar ya que antes solía venir y divertirse a los diversos juegos que había en el lugar, claro cuando tenía unos 6 o 7 años y sus padres no estaban tan atareados con los trabajos de la empresa.

- ¿Quiere subirte a algún juego? - Pregunto el pelinegro mirando al rubio.

- No lo se, será difícil elegir uno en específico - Dijo el rubio mirando a todas partes.

- ¿Qué te parece subir a ese? - Dijo el pelinegro apuntando a los carritos chocones.

- Se ve divertido, vamos no perdemos nada con intentar - Dijo el rubio sonriendo.

El pelinegro asintió entrelazando sus manos con la del rubio quien solo sonrió sin decir algo al respecto ya que por muy tonto que sonara aquello, amaba cuando Jungkook lo trataba tan lindo, como si su vida dependiera de ella.

Una vez subieron cada uno a sus respectivos carritos ambos empezaron a jugar como si se trataran de dos niños de 8 años, el rubio reía cada vez que golpeaba el carro de Jungkook con el suyo y viceversa, totalmente agradable y divertida para ambos, o bueno eso fue hasta que un carrito chocó con la parte trasera del carrito de Jimin haciendo que este se quedará por el fuerte impacto que había recibido.

- Lo lamento - Se disculpó la persona mirando al rubio.

- No te preocupes, estoy bien - Dijo el rubio sonriendo.

Pero para Jeon no había sido algo agradable ya que a pesar que aquel chico se había disculpado con el rubio, su instinto protector quería salir e ir hacia aquel chico para sacarle los ojos por lastimar a su Minnie.

Algo sumamente exagerado...

Una vez el tiempo de su turno término ambos salieron del lugar para ir a otros juegos y divertirse como las demás personas en el lugar, el pelinegro solo se limitaba a ver y escuchar la risa del rubio quien parecía un pequeño que disfrutaba pasar la tarde jugando.

Las horas habían pasado de lo más rápido, ambos se encontraban en una pequeña banca blanca viendo el cielo algo alejada del lugar en total tranquilidad, el rubio se encontraba comiendo un algodón de azúcar que el pelinegro le había comprado luego que este los viera y fuera visto por el pelinegro que sin pensarlo compró uno para el rubio, algo que le pareció sumamente lindo a Jimin.

El rubio podía sentir la mirada del Jungkook quien no le podía apartar la vista al rubio, que incluso cuando conectaban miradas el rubio se sonrojaba haciendo que el pelinegro soltara una leve risa.

- ¿Por qué me miras tanto? - Dijo el rubio sonrojado.

- Solo observo es todo - Dijo el pelinegro.

- Puedes observar otra dirección, ahí suficientes lugares que admirar - Dijo el rubio.

- Pero no tan bonitos y hermosos como lo eres tú - Confeso el pelinegro sonriendo.

- Que cosas dices Jungkook, yo no soy bonito - Dijo el rubio mirando al pelinegro.

- Claro que lo eres, para mi lo eres Minnie y sea quien sea que te diga lo contrario entonces que se vaya muy a la mierda ya que tu eres un chico totalmente lindo - Dijo el pelinegro.

El rubio sintió sus mejillas colorarse rojizas por el comentario del pelinegro ya que era la primera vez el pelinegro esta comportándose de esa manera con el.

- Gracias por el cumplido Kookie - Dijo el rubio sonriendo y posar su mirada en el algodón que tenía en sus manos.

- Lo digo enserio Jimin - Dijo el pelinegro tomando el rostro del rubio. - Eres el chico más encantado que haya visto y que decir de tu lindo carácter y es que enserio aquellas personas que te digan lo contrario son unos ciegos por no ver a este tierno chico...

El rubio sonrió como respuesta, iba a agachar nuevamente su rostro pero fue impedido por Jungkook quien tomó su rostro viendo los ojos color cafés del pelinegro frente a el, sintiendo una pequeña corriente eléctrica y su corazón acelerarse por la mirada que ambos tenían y poco a poco irse acercando el uno al otro hasta sentir como sus labios chocaban el uno al otro y se movían a un ritmo lento y tierno.

Jungkook estaba besando a Jimin.

El rubio sentía su corazón latir hasta más no poder y un sin fin de sentimientos que aparecieron en ese momento, ya que aquel beso a pesar de ser el primero que el daba, podía sentir aquella conexión, como si Jungkook fuera esa persona que necesitaba a su lado, sentir como Jungkook colocaba su mano en su cintura y el  mas bajo colocar sus brazos alrededor del cuello del mayor era su nueva adicción.

Poco a poco ambos se separaron por falta de aire, ambos sintiendo sus frentes Unidas, ni el mismo Jimin sabía el porque había seguido aquel beso, pero no se arrepentía en nada ya que el había anhelado demasiado por sentir los labios del pelinegro, del chico que lo traía altamente loco.

- Jimin... - Escucho al pelinegro frente a el susurra.

- Dime... - Contestó el rubio.

- Me gustas...

- Me gustas

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❀мι cнιcσ нιвяι∂σ🐾✿ ➳KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora