⚔️VI: Reunión de legendarias⚔️

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Cuando José se encontró con Maggie, ésta estaba prácticamente dando saltos de la emoción. Esa mañana se había levantado muy temprano para tener unas cosas listas, pulió tres veces su arma y si Mark no estuviera mirándole de cerca habría ido y limpiado la casa otras dos veces más.

El cazador negó la cabeza divertido por el accionar de su casi hija antes de hablar;— Puedes calmarte, Maggie. Te encontrarás con ellas a las diez, primero tienen que verse con el rey. Quien en dos horas tendrá una reunión.

— ¡No puedo! ¡Ayer casi no dormí por la emoción!—el hombre mayor, por seguridad, le quitó su trabuco, la chica no impuso fuerza, por lo que él la tomó y la colocó en la mesa.

— Al menos siéntate, te vas a cansar más y no podrás hacerles un tour completo. Una de ellas parecía un poco enérgica—la miró un momento—. Aunque no tanto como tú.

La de cabello morado se quedó quieta un segundo—, ¡¿Ya las conociste?!

— Yo te dije.

— ¡¿Cuando?!

— Cuando el recluta me entregó la orden del rey mientras estábamos de caza. Que no lo recuerdes ya no es mi culpa.

Hubo de lo que pareció más de un minuto de silencio; para que justo después la mosquetera empezara a sacudirlo con fuerza.

— ¡No recuerdo! ¡¿Cómo eran?!

— solo les dije como dos párrafos de diálogo, Maggie. Tampoco es que las invité a una copa.

La mencionada infló los cachetes como si intentara hacer un puchero, el miembro de la pandilla del bosque le agarró ambas muñecas, para que dejara de sacudirlo. Cuando ella empezó a bajar los brazos, él la soltó.

— ¿Y cómo se veía-—la interrumpió cubriendo su boca con una mano enguantada.

— No sigas, son las seis y media de la mañana y estoy muy viejo para aguantar tus preguntas a esta hora. No sé cómo ese mago puede aguantarte tanto tiempo.

— ¿Mark?—el mayor asintió—, ¿Por qué no me aguantaría? ¡Somos mejores amigos!

Mientras, en el valle de hechizos, cierta persona se golpeó la cabeza con la mesa de ingredientes, recibiendo una ceja alzada de sus compañeros mágicos presentes, preguntándose si inhaló algún ingrediente.

Pero volviendo a la conversación de estos dos; José se llevó la mano a la cara, suspirando.

— Olvídalo.

— ¿Eh? Pero si tú preguntaste...

— Nada, nada. Vamos de caza porque parece que no puedo dejarte sola aquí toda la mañana.

 Vamos de caza porque parece que no puedo dejarte sola aquí toda la mañana

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«No toda la realeza es mala» [Clash Royale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora