⚔️VII: Verde, dorado y dos tuertos amantes de los panqueques⚔️

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La reunión fue mejor de lo que Layken esperó, sinceramente.

Estaba nerviosa cuando entró, porque a diferencia de las legendarias que ella conocía, estas se veían imponentes y mucho más fuertes.

Su asiento estaba entre el Arquero mágico y el E-Wizard, el último la ignoró, mientras el de ojos brillantes la miraba de reojo de vez en cuando.

Debía extrañar a la anterior bandida.

Se habló de unas estrategias para mazos, con una interrupción del leñador recordándole al Rey sobre las batallas de furia, que serían en dos días, por lo que lo que quedó de reunión discutieron sobre ello.

Al finalizar la mayoría de las legendarias se presentaron, y ella como pudo les formó una pequeña conversación. Parecían agradables.

Hasta que se le dirigió el Arquero Mágico, colocándola nerviosa.

No porque le caen mal, pero se despidió prácticamente a la carrera de su antigua pandilla y aún no era sencillo pensar en unirse a otra.

— Mucho gusto, soy Clint.—le extendió la mano, ella tardó un par de segundos pero recibió la mano, completando el saludo.

— Layken.

Él asintió—, Por orden del Rey te tendría que llevar conmigo al fuerte de la pandilla, pero sería demasiado apresurado para ti, por lo que si quieres primero damos una vuelta por el reino para que te puedas ubicar... ¿te parece?

Oh, eso sería bueno.

— Em, si.—dio una leve sonrisa, nerviosa, pero sonrisa al fin y al cabo.

— Bien, buscaré un recluta para que le informe al rey—se cruzó de brazos mientras giraba sobre sus talones—. Nos vemos al rato, nueva.

Miró a los lados de la habitación, notando que solo quedaban el Minero y los dos magos, junto a Chispitas.

Así que salió rápidamente, debía dirigirse a la enfermería y buscar su mochila con sus cosas. Pero dado al apuro no miró en qué lado del castillo cruzó, recordando a medias el camino por el que llegó a esa habitación con los guardias.

Estaba por un pasillo sin ventanas, por lo que no podía ubicar en que parte estaba (ya que los pasillos cerca a la enfermería tenían al menos una ventana), así que miraba a ambos lados, olvidando estar pendiente de su camino al frente.

Haciendo que chocara  con alguien.

Esa persona se dio la vuelta, mostrando ser un príncipe.

— ¿Disculpa? ¿Te perdiste?—preguntó este, no tenía el casco puesto, por lo que la bandida podía ver lo largo y bien cuidado que era su cabello.

— ¡S-si! Disculpe si está ocupado... Principe-

— Soy el príncipe Dylan, ¿eres la nueva Bandida? Me iba a presentar correctamente, pero las legendarias tenían reunión. ¿A donde necesitas ir?

Se puso más nerviosa, si estar con el Rey y la princesa en la misma sala la puso de los nerviosísima , hablar con uno de los príncipes la puso aún peor.

— A-a la enfermería, solo necesito que me diga donde queda. No lo quiero hacer perder tiempo-

La interrumpió—. Nah, yo igual tengo que ir a la misma dirección, sígueme.

Empezó a caminar hacia la izquierda, haciendo que Layken lo siguiera apresuradamente; pasaron unos minutos girando por unos pasillos hasta que pudo empezar a ver unas ventanas en lugar de cuadros.

Él no inició conversación, agradeció eso internamente, porque no sabría decir algo.

Cuando llegaron a la enfermería, él se detuvo mientras decía junto a un tarareo.

— Puedes pedirle a cualquier guardia o recluta la próxima vez que te pierdas, es bastante normal olvidar el camino. Nos veremos en algún momento, me despido.

Y se fue, siempre que veía a los príncipes (los normales) parecían ser muy arrogantes, pero este era muy tranquilo.

No sabía si eso era extraño, después de todo, nunca habló directamente con uno.

— Bien Kakku, quédate aquí con Sergei un momento, necesito terminar unas cosas y ahora él también es tu responsabilidad

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Bien Kakku, quédate aquí con Sergei un momento, necesito terminar unas cosas y ahora él también es tu responsabilidad.

El mini Pekka casi se estremece cuando su madre lo llamó por su nombre, probablemente eso le pasaba por tomar una decisión rápida sin siquiera consultar, pero lo ignoró. Valdría totalmente la pena llevar a ese chico con ellos a casa.

Todo con tal de fastidiar al Mega Caballero, en parte.

Y no, no lo odiaba ni nada, lo respetaba bastante, pero después de llegar y tomar parte de la atención de su madre hace como dos años y volver su vida una maldita telenovela, estaba en todo su derecho a molestarlo cuando podía.

Y tenía la oportunidad de hacerlo y ayudar a alguien al mismo tiempo, mejor para él.

Se volteó al otro mini Pekka—, entonces, Sergei, ¿puedo saber que te ocurrió en los brazos?

El niño se sobresaltó cuando Pancake le habló, pero intentó recomponerse y en susurro habló—. Por el sobre esfuerzo, me dolían mucho y una de las curanderas me los vendó para que no me lastimaran... creo.

Bien, eh, vamos con los otros; dudo que hayas hablado mucho con ellos.

Negó—; Aña, pe-perdón—se corrigió—, no.

Okay...—le pareció rara esa corrección , porque de todas lo entendería, ignoró aquello y estaba a punto de tomar el brazo del contrario, pero recordó las vendas así que solo le hizo una seña.

Quizás pueda ayudarlo con eso.

Publicando mientras estoy sin luz, que lindo vivir en venecozuela B')

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Publicando mientras estoy sin luz, que lindo vivir en venecozuela B')

Espero les guste, aunque lo siento un poco apresurado, quizás lo edite después si deja de convencerme.

«No toda la realeza es mala» [Clash Royale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora