«No toda la realeza es mala» [Clash Royale]

⚔️XII: Realeza y Plebe⚔️

Había sido la primera noche de Layken en su nueva casa.

Después de haber ido a comer algo en el bar más popular de este reino, el arquero mágico terminó de guiarla por la mayoría de partes que le debían importar. En todo caso le regaló un mapa del sitio, para poder ubicarse y encontrar nuevamente el campo de entrenamiento principal.

Ya de ahí, la regresó a su casa y le deseó un linda primera noche en el lugar.

Alguien fue tan amable incluso de encender la lámpara que tiene en la entrada.

Caminó hasta el baño para poder arreglarse, lavándose la cara y reajustando su antifaz. Estaba buscando cuál de sus pocos conjuntos de ropa eran más presentables para poder ir a entrenar. Ya una parte de ella se marchitaba al recordar cómo de limpias y arregladas se veían las otras legendarias de aquí.

Personalmente, cree que no dio una muy buena primera impresión. Y ese era su mejor vestido.

Frunció el ceño ante un sonido, alguien estaba golpeando madera... madera.

¿La puerta? ¿Quizás sea el señor Clint?

Suspiró al ver que todavía tenía la pijama puesta, pero supuso que no sería un gran problema. Hasta donde sabe ninguno de los miembros de un grupo de pillos se ha preocupado tanto por las apariencias.

Igual se lo trató de alisar junto a su cabello.

Se acercó a la puerta y la abrió.

— Buenos días señor cl-

No era el señor Clint, era el príncipe de este reino. El que había encontrado en su camino a la enfermería el día anterior.

Layken sufrió una especie de muerte cerebral en ese momento, sus neuronas saltaron por una ventana metafórica y evacuaron su cerebro. ¿Que hacía un PRÍNCIPE aquí? EN SU CASA.

Y ELLA VESTIDA ASÍ.

Por supercell, en momentos así de verdad se sentía parte de la plebe de la que siempre les discriminaba su antiguo rey.

Dylan parpadeó, una, dos veces.

La pequeña sonrisa educada que tenía en su rostro se mantuvo estática, observando cómo la nueva bandida lo miraba. Duda mucho que no lo recuerde.

Chasqueó sus dedos en frente de su rostro, hasta ver que ella sacudía su cabeza.

— Buenos días señorita Layken. Espero haya disfrutado su primera noche en el valle de legendarias.

La mujer se enderezó, tan nerviosa como ayer— S-si ¡Buenos días!

El príncipe cambió su sonrisa a una más tranquila esta vez, volteándose para tomar de su pony una caja con el escudo real pintado en azul—. Esto es para usted, son nuevas prendas. Habituales y para lugares como el pico helado, todas las tropas las tienen, así que esperamos que las disfrute y de un buen uso.

Esperó a que ella tomase la caja (que fue un bien minuto en silencio) para volver a hablar.

— La armera ya debería tener listo tu bate, cuando estés lista puedo acompañarle a recogerlo y dirigirnos al campo de entrenamiento. Esperaré aquí.

Ella solo asintió, como hipnotizada con la caja, se adentró a su casa, pero dejó la puerta abierta como una forma respetuosa invitar al príncipe a entrar o no ser grosera al cerrarle la puerta.

Eso o se le olvidó.

Jaja... ja

Hola 😬
Me acordé de mi fic, jejeje. Pasaron muchas cosas desde que empecé a escribirlo durante cuarentena.

Me gradué de secundaria el año pasado, me tomé un sabático y ahora estoy buscando una universidad para estudiar, así que medio se harán una idea de que estuve haciendo.

Es gracioso, pero nunca perdí mi cariño al fandom, sigo amando los shipps de aquí y aún hablo de eso con amigas.

No digo que actualizaré uff, pero al menos darle un avance y practicar escritura no me hará mal.

Saludos y besos