Me encontraba de camino a la finca de Rengoku-San, yendo a un paso normal, ni apresurado ni lento. Entonces la luz de la luna reflejó parte del camino que estaba más adelante.
—Hoy hay luna llena...—Apresuré mi paso para llegar a la finca y poder apreciarla bien, desde el tejado o el porche, cualquiera de las dos es buena idea; pues de todas formas es algo que me gusta hacer.——En la finca del pilar de la llama—
Volteé hacia arriba para poder ver donde se encontraba la luna—Esta situada en el lugar perfecto, trataré de no hacer mucho ruido, imagino que Mitsuri-Kun estará dormida.—Subí al tejado con un poco de facilidad—¿Será el entrenamiento? Nah que va... apenas llevo días.—Me senté—Si que está hermosa esta noche...—Dije soltando un suspiro mientras apreciaba la luna y las estrellas a su alrededor—¿Por qué me siento así? Presionado, siento que esto no es lo mío, siento que... no soy el adecuado para esto. Me miento a mi mismo cuando respondo a los demás un "lo haré" o un "me esforzaré, lo prometo", de hecho, también les miento a ellos... es una pérdida de tiempo que alguien como yo, de corazón tan frágil, un cuerpo débil, una mente fácil de manipular y se deja llevar por el más mínimo pensamiento sea el heredero de una respiración tan importante.—Dije mientras tapaba mis ojos y luego abrazaba mis piernas, mirando hacia abajo—Y aquí estoy, mirando de nuevo hacia abajo y dándome por vencido, cuando frente a mi tengo una hermosa vista y la estoy desperdiciando... ¿por qué? ¿por qué tengo que ser tan inseguro de mi mismo? Todo el tiempo es lo mismo, me hago el fuerte, prometo cosas que nunca cumpliré... estoy harto.—Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Luego de un momento de silencio, limpié mis ojos y me recosté en el tejado—Solo, me callaré y seguiré, me tragaré el dolor junto con esos pensamientos y seguiré adelante, tal como ha sido toda mi vida... ¿que podría pasar?—Dije mirando el cielo—
Después de un rato estando ahí, logré ver como una estrella brillaba más que las de su alrededor.
—Que bonito brilla esa estrella—Escuché debajo del tejado—
—Q-¡¿Qué?!—Dije levantándome de pura reacción—
—Disculpa... no hagas ruido, podrías despertar a Rengoku-San.—Decía Mitsuri-Kun mientras subía al tejado—
—Me sacaste un buen susto...—Dije poniendo mi mano en mi pecho—
—Lo siento... no pensé que fueras a estar aquí. ¿Puedo sentarme contigo?
—¡Claro! Adelante. Observar la luz de la luna es de mis pasatiempos favoritos... jeje.—Decía mientras me rascaba detrás de la cabeza—
—El mío también, me relaja bastante.
Se formó un silencio incómodo durante varios segundos que parecían eternos.
—¿Sabías lo que me dirían hoy?
—Eh... y-yo no...
—Está bien, lo supuse pero tranquila, no diré nada.
—¿Como te sientes al respecto?
—En la mierda, no es novedad pero, aquí sigo tratando de mejorar—Dije dándole una sonrisa cálida—
—Puedes contar conmigo para cualquier cosa que necesites, ¡con toda confianza!—Dijo de una forma entusiasmada apretando sus puños—
—Lo tengo muy presente y te agradezco por ello, Mitsuri-Kun...
—No estás solo, no mientras yo esté aquí...—Dijo en un tono muy bajo mientras dejaba caer su cabeza en mi hombro—
—M-Mitsuri-Kun, ¿tienes sueño?—Pregunté nervioso—
Ella no respondía, parecía estarse quedando dormida.
—¿Mitsuri-Kun?—Dije tomando su cabeza para despertarla—Q-¿Que carajos estoy haciendo?
—¿Que pasa?—Escuché que dijo mientras bostezaba y se estiraba—
—Emm no es que... recargaste tu cabeza en mi hombro y pensé que te quedaste dormida...
—Y-Yo lo siento, disculpa...—Dijo enrojecida y volteó a ver la luna—
De nuevo hubo un silencio incómodo, solo que está vez era más largo, se sentía aún más eterno e incómodo. ¡No sabía que decir! Por más tonto que suene, no me pasaba nada por la cabeza...
—La luna se ve hermosa hoy, ¿no crees?—Pregunté de una forma incómoda, no sabía que otra cosa decir y, aparte, era algo normal y fácil de responder—
Hubo un silencio hasta que voltee a ver a Mitsuri-Kun quien estaba ruborizada a más no poder—S-¡Si! Yo me... me tengo que ir, mañana saldré a una misión con Shinobu-San, buenas noches que descanses.—Dijo muy apresurada y bajo rápidamente de ahí—
—Eh... ¿okey? Creo que yo también me iré a dormir...Ya estando en el cuarto y acomodado para dormir me pregunté—¿Por qué Mitsuri-Kun reaccionó así? Solo fue una pregunta cualquiera... ademas de que no sabía qué otra cosa decir... no tengo remedio. En fin, ya es hora de dormir.
—Al día siguiente—
Luego de haber despertado y darme un baño, fui a hacerme un desayuno. Al llegar a la cocina vi que Rengoku-San estaba preparándose el suyo y dijo.
—Justo a tiempo, Daiki-Kun, siéntate que ya serviré los platos.
—Ohh está bien, gracias, Rengoku-San.
—Toma.—Dijo poniendo un plato de omelet y un vaso de agua en mi lugar—
Puso su plato y vaso en su lugar y se sentó—Provecho.—Dijo juntando sus manos—
—Provecho—Dije haciendo lo mismo—
Platicamos sobre la misión que había tenido Rengoku-San y me dió unos consejos para mejorar pronto. Sin embargo, notó que me puse algo serio cuando me dijo eso, y preguntó—¿Dormiste hasta tarde anoche?
—Si, la luna lucia hermosa y no podía dejar pasar la oportunidad de apreciarla. Aparte de que es un pasatiempo que me gusta llevar a cabo...
—¿Mitsuri-Kun te dijo algo?—Dijo interrumpiéndome—
—Eh... no, ella también salió en la noche a ver la luna y se dió cuenta que yo estaba en el tejado así que decidió subir y pasar un rato ahí.
—¿Y tú no le dijiste algo?—Preguntó de forma intrigante—
—No, para nada. Ella me notó triste y me dijo que si ocupaba algo contara con ella para cualquier cosa. Discúlpeme pero, ¿por qué tantas preguntas Rengoku-San?
—Es que hoy se levantó apresurada, creo que iba a una misión con Shinobu-San y se había levantado tarde, jajaja.—Hizo una pausa para agarrar un bocado de su omelet—Luego le pregunté qué si ya te habías levantado porque ya haría desayuno, y ella solo se puso nerviosa y roja como tomate y dijo "¡Yo n-no tengo idea, discúlpeme nos vemos!" Y salió corriendo a toda prisa. Pensé que le habías dicho algo...
—Oh... no, no nada que ver. Lo único que le dije fue que...—Trataba de recordar—Ahora que recuerdo, anoche antes de irse se comporto como acabas de decirlo...
—¿Que le dijiste?—Dijo antes de tomar agua—
—Antes de que se fuera... ¿que fue lo que le dije? ¡Ya recuerdo! Le dije "La luna se ve hermosa hoy, ¿no crees?" Y ya.
Rengoku-San escupió el agua y se comenzó a ahogar
—¡Rengoku-San, Espere, no se vaya a morir!—Me levante y fui por un trapo para secar—
Luego de que Rengoku-San se calmara dejó de ahogarse, dijo—¡¿Que le dijiste qué?!
—"La luna se ve hermosa hoy, ¿no crees?"
—¿Sabes lo que significa?
—¿Que la luna esta hermosa?
Rengoku-San solo puso su mano en su cabeza y suspiró—¿Como te lo digo sin que te exaltes y mueras de vergüenza?...
—Ay dios... solo dígalo.—Dije nervioso—
—Es como una declaración de amor...
—¡¿Qué?!
—Eso, y hay dos formas de responder: La de aceptación que dice "puedo morir feliz" y la de rechazo que dice "ella siempre lo fue".
—Mitsuri-Kun salió corriendo...
—¿Como no ibas a saber qué significaba? ¿No has tenido novia?
—No.—Dije en un tono seco—
—Perdón. El punto es que, cuando alguien te dice eso es porque te está declarando su amor de una forma indirecta, y pues se busca que tu correspondas a esa frase con una de las anteriores o con algo parecido, o simplemente te des cuenta y se lo digas.
—¿Tanto para una declaración?
—Es romántico.
—Bueno si...
—Ten cuidado la próxima vez que la veas, deberías aclarar las cosas y, prestar atención si alguien te lo llega a decir.—Lo último lo dijo de forma sarcástica—
—Eso haré... Dios mío qué cosas me pasan...
—¿No sientes algo por ella?
—No. No lo sé, no; creo. No sé cómo se siente el amor...
—Sientes... una tranquilidad inmensa, sobre todo si eres alguien que la ha pasado mal. Esa persona te trae todo lo que te hizo falta una vez y te llena de colores el alma... y por mas destruido que estés... te sentirás feliz y no podrás parar de sonreír al estar con esa persona.
—Que profundo Rengoku-San... no lo conocía así.
—Bueno, necesitabas tener algún conocimiento de este tema, no puedo explicártelo todo porque tú debes de darte cuenta por ti mismo. Créeme, el corazón y la mente se sentirán tan bien con esa persona que te cuando menos lo esperes, estarás enamorado... en fin. Te dije lo que necesitabas escuchar, casi muero ahogado, hiciste una declaración de amor anoche sin saber que era una declaración de amor ni estar enamorado... estás pesado muchacho ¡Jajajaja!
—Jajajaja, parece una novela...
—Bien protagonista de una novela romántica, vamos, ¡hay que entrenar!
—¡De acuerdo!

ESTÁS LEYENDO
¿Y ahora qué hago?
FanfictionDaiki Mochizuki (quien vendría siendo tú, el protagonista de éste fanfic), es un joven de 20 años, alto, con pelo obscuro y ojos marrones. Tiene una personalidad brillante, pero aún así puede llegar a ser una persona muy seria. Lleva una vida tranqu...