Capítulo 31

337 20 5
                                    

—¡Daiki-Kun!
A lo lejos se escuchaba alguien gritar mi nombre, era como si estuviese en un túnel... muy largo...
—¡Daiki-Kun!
—¡¿Q-Que pasó?!—Dije enderezándome de golpe—
—Discúlpame por levantarte, es que... falta poco más de dos horas para la selección, y el camino está a dos horas...
—¡¿Que?! ¡¿Qué hora es?!
—Son las 4 de la tarde...
—¡¿Dormí durante 16 horas?!
—S-Si...
—Si no me mata un demonio, un infarto lo hará... disculpa Mitsuri-Kun, necesito alistarme...
—E-Está bien, te haré desayuno.
Rápidamente fui a ducharme. Una vez ya estando balándome me di cuenta de que...—¡Olvidé mi ropa! ¿La toalla también?—Me fijé y gracias a Dios ahí estaba la toalla—Bien... solo saldré rápido a mi cuarto para cambiarme—Terminé de ducharme rápido y cuando iba saliendo del baño hacia mi habitación, Mitsuri-Kun estaba a unos metros de mi. Nos quedamos viendo en silencio, me miro de pies a cabeza con una mirada impactante, yo solo tragué saliva y le dije.
—Yo emm... olvidé mi ropa, jeje...
—Si...—Sus mejillas comenzaban a tornarse rojas—
Rápidamente me metí a mi habitación y comencé a cambiarme.—No llevo ni media hora despierto y mi día está de cabeza... tengo un mal presentimiento...

—Con Mitsuri-Kun—

—¿Que... acaba de pasar? Bueno... es normal, ¿no? Simplemente olvidó su ropa y fue un mal momento en el que me lo encontré... si, fue eso...
Me paré y comencé a servir el desayuno para Daiki-Kun, cena para mi pues ya había desayunado y comido.
—¿Ya lo habrían visto antes alguien más así?... n-no, ¿que estoy diciendo? Aunque... tendría sentido que Shinobu-San si, incluso Aoi-Kun pues durante todo este año fue varias veces a la finca mariposa por algun que otro golpe que pudiese haber sido peligroso, también por síntomas y así... me alegro que no llegó a tener nada tan grave.

—Con Daiki-Kun—

—Rápido necesito comer rápido—Dije yendo deprisa hacia la cocina—¡Ya llegue!—Me senté y comencé a comer—¡Buen provecho!
—Daiki-Kun, relájate, si comes rápido y te vas corriendo; terminaras vomitándote, tranquilo, si llegarás a tiem...
—¡Acabé!—Dije con media comida en la boca—Muchas gracias por la comida, Mitsuri-Kun.
Ella solo soltó un largo suspiro—Bien... ¿llevas todo?
—¡Si! No te preocupes.
—Bien.—Se acercó y me abrazó—mucho éxito, Daiki-Kun...
—Muchas gracias, Mitsuri-Kun.—Le correspondí el abrazo—¡Ya me voy, nos vemos en una semana!
—Si...
Agarre mis cosas y salí corriendo, camino a la selección final, a punto de convertirme oficialmente en cazador de demonios.—Me pregunto si Aoi-Kun ya habrá ido en camino...

—2 horas después—

—No me siento bien... debí de haber comido menos...
—¡Daiki-Kun!
—¿Ese fue mi nombre?
—¡Daiki-Kun!
—Se escucha más cerca... ¿estaré muriendo?
—Si vas a ignorarme el resto de la selección, siquiera salúdame—Escuché detrás de mi—
Se me heló la piel, pude reconocer esa voz... y ese tono...—Aoi-Kun...—Di la vuelta temblando, sabía que estaba enojada y eso... no era bueno.
—¿Por qué estás pálido? ¿No comiste bien?
—De hecho, estoy a punto de vomitar.
—Déjame adivinar, te levantaste tarde, comiste rápido, y mucho y, venías apresurado...
—Si...
—No te desanimes, ¡estás a punto de hacer la prueba más importante de tu vida!—Dijo mientras pude ver una sonrisa en su rostro—
—Gracias, Aoi-Kun, pero... creo que...
—¡N-No, voltéate!—Me agarró del pelo y me volteó hacia el otro lado, donde comencé a vomitar—Así habrás comido... bueno, es de esperarse de ti que comas mucho—Decía mientras yo seguía vomitando, y ella, como si eso fuera de cada día.—Espera, no te vayas a ir hacia enfrente, no me gustaría tener que lavar tu ropa vomitada de nuevo, ya vuelvo.
—Cierto, ya lo has hecho antes, disculp...—De nuevo, vomité
—Toma, traje agua.—Dijo dándome un vaso pequeño con agua—Enjuágate y escupe, si te sobra puedes tomar.

—Un par de minutos después—

—¿Te sientes mejor?
—¡Como nuevo! De hecho, me comenzó a dar hambre...
—No dejas de sorprenderme...

—Hola a todos—Dos voces al unísono nos tomaron por sorpresa, decidimos pararnos e ir a ver de qué se trataba—
—Ya empezará...—Escuché decir a Aoi-Kun con un tono serio y nervioso—
—Vamos entonces.—Le dije entonces poniendo mi mando en la mitad de su espalda—
—Gracias por venir a la selección de cazadores de demonios de esta noche, se los agradecemos.
—Son... ¿unas niñas?
—Son hijas de Oyakata-Sama, no las subestimes y ya guarda silencio.
—Perdón...
—Aquí en el monte Fujikasane existen varios demonios que fueron capturados vivos por cazadores de demonios, los mantuvieron para este evento.—Habló la chica de pelo blanco—Media montaña está cubierta con flores de glicinia, florean todo el año y los demonios las odian; eso evita que sean capaces de escalar de la montaña.—Habló ahora la otra chica, pero ésta tenía el pelo negro—Pero las glicinias terminan aquí, así que los demonios abundan en esta zona, y están muy hambrientos. Para superar la selección final, deberán sobrevivir 7 días sin la protección de las glicinias. Ahora, que comience la prueba—Dijeron para después hacer una reverencia—
Vi de reojo que Aoi-Kun me estaba viendo, no sabía qué expresión tenía en su cara, podría ser de miedo o felicidad, pero algo me decía que había un mal presentimiento...
—Daiki-Kun.
—¿Si?
—Vamos, es hora.
—Vayamos entonces.—Dije apretando mi puño con determinación—

—Debemos de aguantar hasta el amanecer, cuando se llegue podremos descansar y agarrar energías para la siguiente noche.—Dije mientras íbamos corriendo, ya que quedarnos quietos o ir caminando, sería mala idea...—
—Tienes razón, entonces deberíamos de...
—¡Ir hacia el este, el sol sale por allá!—Dije apuntando hacia donde debíamos de ir—
—¡Bien!
—Si mantenemos este paso, estaremos ahí antes del amanecer, solo es cuestión de...
Algo me llegó a tlaquear desde mi izquierda, fue tan fuerte el impacto que salí volando varios metros. Era un demonio, el primero de la noche...
—¡Daiki-Kun!
Aturdido y tratando de analizar qué estaba pasando, lo vi, un demonio encima de mi (lastima que no sea una chica...). Tenía unos grandes y filosos dientes, de sus antebrazos sobresalía una especie de hueso en forma de espada o navaja, media aproximadamente 2 metros, un poco más alto que yo.
—Por fin... ¡es hora de la cena!—Dijo con su voz desgarradora y grave—
—¿Te conozco? Siento que te he visto en algún ...
Antes de poder acabar, el tipo me atacó tratando de clavar su especie de espada en mí, a lo que tuve que esquivar haciéndome a un lado y aprovechando mi posición para pararme y alejarme unos pasos.
—Quédate atrás Aoi-Kun...
—Pero...
—Ésta es mi pelea, ya llegará la tuya, ¿si? Confía en mi.
—D-De acuerdo...
—¡No seas cobarde y pelea!—Gritó el demonio desafiándome—
—Si tú lo pides navajitas... Respiración solar, duodécima postura... ¡vals flameante!

¿Y ahora qué hago?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora