𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 ──── jujutsu kaisen

Parte unica.

SPOILERS!!

Yuji abre los ojos, su visión se nubla mientras gime aturdido. Hace una mueca cuando se lastima su... ¿espalda? Se endereza lo suficiente y su visión mejora lo suficiente como para darse cuenta de que estaba en una habitación, una habitación en blanco, con un taburete frente a él y una pequeña ventana en la esquina, y al otro lado de la habitación, y sin luces, Yuji se alegra de que haya sol, porque cree que probablemente no lo habría visto si fuera de noche.

Se pregunta dónde podría estar, intenta levantarse, ¡y lo hace! Aunque, un poco demasiado tambaleante, cuando Yuji da un paso, lo retienen, y cuando Yuji tropieza con el suelo, se da cuenta de que está encadenado.

Encadenado como un animal rabioso, Yuji hace una mueca mientras intenta romperlo. No se mueve, qué extraño. Yuji se pregunta a sí mismo, es una persona fuerte, por lo que debería haber sido capaz de romper esto en cuestión de segundos.

"Es inútil", alguien responde a sus pensamientos, Yuji gira la cabeza hacia un hombre familiar, el hombre que arruinó todo, técnicamente, ni siquiera debería llamarse hombre. No son más que maldiciones que controlan un cuerpo. "Lo he sellado."

"¿Por qué estoy aquí, entonces?" Yuji pregunta, agregando más combustible ahora, y Kenjaku suspira, mientras se pellizca el puente de la nariz y se sienta en un taburete de madera, justo en frente de Yuji amontonado en el suelo, los ojos mirando a Kenjaku ciertamente no con una mirada de amor, no, nunca amor.

En cambio, está lleno de odio y repugnancia, Kenjaku parece estar bien con eso, pero Yuji puede divagar. "Lo has estado haciendo mal, sobre todo desde que decidiste venir aquí a... ¿qué? ¿Conseguir el reino de la prisión?" dice, ociosamente. Yuji entrecierra los ojos. "¿Cómo?" Exige, y después de un segundo, lo respalda. "Realmente espero seguir arruinando tus planes aún más". Está tentado a escupirle a esta maldición, principalmente porque se llevaron a su maestro, principalmente porque están completamente locos.

Levantan una ceja. "¿Así es como se educa a los niños?" Se dan palmaditas a sí mismo, mirando hacia atrás. "No pensé que esto es a lo que se dirigirían nuestras generaciones".

"Por que lo harias." A Yuji le pica mucho la garganta, cree que sus labios se han secado. "¿Por qué te importaría?" Se las arregla para salir, no cree que esto pueda empeorar.

"No lo sé", admite Kenjaku, rápidamente. "Aunque, has oído hablar de mi objetivo, ¿no? De Tengen." Pregunta, luego le traen una taza de agua a Yuji, y cuando lo hacen, Yuji la balancea mientras cae al suelo. ¡De ninguna manera!

"No vuelvas a hacer eso", dicen en un tono indiferente. "No querrás que te hagan daño, ¿verdad? O tus amigos."

Yuji se congela ante la última afirmación y se le hiela la sangre. El sudor se amontona en él mientras intenta moverse de nuevo, más hacia adelante, hacia Kenjaku, pero está lejos, demasiado lejos, utiliza todas sus fuerzas, incluso estando herido, para ponerse de pie. Levantarse mientras la gravedad no está realmente de su lado, y levantarse cuando todas las implicaciones de la desobediencia significan consecuencias.

Kenjaku levanta una ceja, claramente divertido. Se ponen de pie con demasiada facilidad, con demasiada facilidad. Y empuja el taburete, camina, incluso pasea , hacia Yuji. Suficiente para que Yuji se exaspere y empuje sus cadenas una vez más, pero, por desgracia, es inútil ya que Kenjaku tiene una pequeña pero clara distancia entre los dos, mira hacia abajo a Yuji, ¿y Yuji? Mira hacia arriba.

"Quiero evolución", comienzan explicando. "Sellar a Gojo Satoru fue el primer paso, ya que él era el usuario de los seis ojos, siempre habría chocado con mis intereses. Y luego, la siguiente vez que quise hacer los juegos de sacrificio, ¿sabes por qué?"