Banna se despertaba por su cuenta, mucho antes que Eevee sintiendo una fuerte presencia en el piso de abajo, ella le despertó y fue a revisar, notando a una chica castaña, con sus ojos nublados, cargando con un bastón blanco junto a ella estaba enfrente de la puerta de Shiho esperando por algo en particular al lado de un Pokemon de aspecto humanoide que esperaba pacientemente a su lado, era de aspecto elegante, los volantes en su cuerpo hacían que pareciese llevar un vestido.
Ella pudo escuchar a Banna bajar y el Pokemon se puso en frente de ella abrazándola con fuerza a pesar de todo, apenas notó que le estaba haciendo daño, poco después Eevee bajó subiéndose a su hombro.
Aquella chica notó lo que pasó disculpándose con ella.
–lo siento, ella es así desde que salió del huevo.
–no pasa nada –dijo Banna mostrándose indiferente a ello– ¿Pero porque un Gardevoir?
–me siento más segura con Gardi cerca, puedo por lo menos sentir las cosas que se acercan gracias a ella.
Shiho abrió la puerta recibiéndole para salir cargando con un estuche de guitarra de un color blanco, que se mantenía impoluto a todo momento.
–¿vienes con nosotras? –preguntó Shiho–
–¿no es incomoda?
–ya vamos con tres de todos modos, una más no hará ningún daño.
Shio salió notando a Nonaka, saludando a Gardi, quien se le notaba alegre de verle, sumándose a ese viaje, se dirigían a un lugar lleno de luces y color, una suerte de bar subterráneo que albergaba la cuna de la música independiente de todo el archipiélago, los grandes parlantes reventando a todo volumen, los músicos preparándose para tocar, eran sólo una parte común del día a día de ese lugar.
Eevee se mantenía en el hombro de Banna intimidado por las personas a su alrededor que constantemente intentaban acariciarle y Banna solo trataba de descansar un poco de eso, mientras Shio tomaba fotos alrededor de todos allí y Nonaka estaba sentada en la esquina del escenario junto a Gardi, intentando mentalizarse para lo que estaba por venir se le notaba temblorosa, pero a la vez emocionada por ello, dos personas más se sentaron junto a ella, una mujer al que le faltaban el meñique y su dedo anular y un hombre desgarbado al que lo único que le preocupaba era terminar con eso y volver a casa.
–¿Qué crees que pase hoy, Aoi?
–ya lo descubriremos pronto
–siempre dices lo mismo sabes –dijo el hombre desgarbado–
–está vez lo digo en serio Higeo.
La gente empezaba a venir y Shio la arrastró con ella al camerino donde Shiho estaba junto a Decidueye, ella simplemente le devolvió a la Pokebola antes de salir sin que a él le importarse demasiado, ella ahí parecía irradiar una gran confianza fuera de ella a diferencia de la casi somnolencia que provocaba verle en casa, simplemente en la sala todo el día practicando la misma canción una y otra vez.
–puedes vernos desde atrás del escenario –dijo Shiho con una expresión temeraria al salir–
Ella se retiraba de allí, enfriando todo en la habitación.
–ahí se va –dijo Shio– ahora, solo toca esperarle.
–¿quién?
–eres de Unova ¿no? Supongo que conocerás a Roxie.
–¿la líder de gimnasio?
De pronto una chica peliblanca entró allí, su cabello alborotado ella llevaba una gran camisa larga a rayas celestes y violetas que le llegaba casi a los pies, ella les examinó por unos minutos y de inmediato saludo a Shio.
–casi me ve al salir –dijo ella– ¿Qué es lo que tienes en mente?
–¿Roxie? –dijo Banna sorprendida–
–ese acento tuyo… ¿eres de Castelia no?
–¿se nota tanto?
–uno reconoce a su propia gente sabes.
Roxie se empezaba a preparar para salir al show, teniendo varias bombas de humo purpura y su bajo, ella se quedó en el camerino esperando por la señal, mientras Banna fue a verlo.
El show no había empezado aún, el telón de hierro estaba aún cerrado, mientras todos ellos estaban ahí iluminados por una luz roja, esperando a que la alarma sonara para empezar, se sentía toda la energía contenida en ellos, como Nonaka empezaba a sentir la urgencia de golpear sus tambores, como Shiho se estiraba para empezar, Aoi viendo las cosas en la pantalla de su laptop y Higeo afinando instrumento, una cuenta regresiva se empezó a dar en la pantalla detrás de ellos mientras el telón se abría dejando las chispas correr.
Y de pronto con un gran golpe de Nonaka todo empezó, con el ímpetu de una tormenta imparable que electrizaba todo alrededor, Eevee rápidamente intentó alejar a Banna de allí, pero al verle emocionada por ello, no pudo impedir estarlo también.
Canción tras canción aquello no se detenía en ningún momento, el sudor no les detenía y justo cuando iban a cerrar con todo el humo purpura empezó a emerger en la multitud y un bajo distorsionado empezaba a sonar desafiando a Higeo.
–algo le faltaba a esto –Decía Roxie– y ese bajista que ustedes tienen…
–de eso nada –respondió Higeo– Nonaka, hazlo.
Nonaka sin saber qué hacer precisamente empezaba a marcar un ritmo lento a negras, que Higeo empezaba a seguir a una sola nota, subiendo la velocidad a cada segundo que pasaba, hasta el punto donde el sonido parecía estarse rompiendo mientras Roxie daba una melodía que le acompañaba junto A Shio y Aoi.
–¿de que lado están? –decía Higeo en su enojo–
Él empezaba a volver su ritmo más complejo y potente, saltándose algunos tiempos apropósito, notas en falso que apenas hacían algo, Roxie separó al público caminando hacia el frente amenazante, con una mirada tan venenosa como sus pokemon, mientras hacía retumbar la habitación entera con el mero volumen que ella poseía, Higeo iba rápido, pero sin perder nunca sus propias virtudes, dejaron a Nonaka tocar por unos minutos, dándole espacio también a Shiho, quien empezó a tocar un solo que se equiparaba a un montón de ruido blanco, pero a la vez melodioso, Aoi tocaba su teclado con virtuosismo y elegancia a aquel son y por último aquellos dos bajistas que tanto luchaban por conseguir el reflector
Un ritmo intercalado en los que ambos fluían sin interrumpir al otro, iban y volvían con poca dificultad una y otra vez, compitiendo por saber quién era el mejor, hasta qué las cuerdas de Higeo se reventaron terminando con aquel duelo de forma estrepitosa.
Nonaka posó su cabeza en los tambores invocando a Gardi para que le ayudase con todo después, Shiho levantaba su instrumento sobre su cabeza agradecida con todo el público.
–ya extrañaba este lugar –decía Shiho tratando de recuperar el aliento–
–eso fue divertido –le dijo Roxie a los demás–
–aunque hay muchas explicaciones que debes darnos –dijo Higeo– y también me debes unas cuerdas.
–eso es tu culpa, no creo que las hayas cambiado desde hace años.
–necesito comer sabes.
–solo discúlpalo –le dijo Aoi– vivía debajo de un puente hasta que lo encontramos.
–solo callate, hace rato que me mude contigo sabes.
–¿Quieres volver al puente?
Banna se quedó ahí sin saber exactamente qué decir, ella disfruto el resto de su tarde ahí, ayudando a ordenar todo, mientras mantenía un ojo en Eevee, que miraba con cierto recelo a Gardi
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Ya la semana que viene entro en Exámenes, soh, probablemente no haya tanto contenido como de costumbre.
Aunque tengo material de respaldo por si acaso.
