Parte 7.1: Aprendiz De Kurogiri

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El despertador resuena en la habitación mientras que tu cabeza recuerda literalmente la noche pasada

9:30 de la mañana... Me acuerdo...

Son las 9:30 del domingo. Desconoces el día y el mes, Kurogiri no te permitioó saberlo. El calendario de tu móvil parece estar desfasado, marca un día de verano de 2015. Te levantas y apagas el despertador. Te lo trajo Kurogiri ayer, por la tarde. Aún te acuerdas de la primera vez que le viste, el viernes, al llegar aquí. Se suponía que ayer deberías haber comido junto a él pero dormsite hasta las 6 de la tarde. Hacía semanas que no dormías tan bien. Te acercas al guardarropa y coges los tirantes y el pantalón de chándal, junto a la ropa interior y las zapatillas de deporte. Te cambias rápidamente y doblas tu pijama, dejándolo al lado de la cama

Me prometí a mi mismo aprovechar la mañana, pero me da tanta pereza ir ahora mismo al gimnasio...

Sales de tu habitación y escuchas voces tras la puerta que lleva al bar. Kurogiri está hablando con alguien, aunque aún no ha abierto.

A saber como se mantiene despierto, si se acuesta todos los días a las 2...

Bajas por las escaleras hasta llegar al piso de abajo y entras por la puerta del gimnasio. Su aspecto encaja bastante con lo que te dijo el hombre-llama. Un par de instrumentos básicos de gimnasio rodeados por cuatro paredes de cemento y un gran espejo frente a la puerta. La luz del techo es de un blanco algo molesto, pero habrá que conformarse con lo que hay. Buscas en tu bolsillo y sacas un reproductor de música y unos cascos.

Espero que haya descargado las canciones que le pedí...

Ayer escribiste una lista de unas 50 canciones y se la pasaste a Kurogiri. Sin intercambiar ni una palabra, él simplemente entró por la noche y dejó en tu escritorio este MP3.

Miras todo lo que hay en la sala, pensando que hacer primero. Máquina de correr, pesas, saco de boxeo, cintas elásticas, bicicleta eléctrica... Optas por empezar por la máquina de correr para calentar un poco.

Mañana tendré que empezar a trabajar... ¿Eso quiere decir que tendré que atender a clientes? ¿Qué no sospechan que diga algo, que me revele en un mal momento?

Subes la velocidad de la cinta

Me subestiman... No saben de lo que soy capaz...

Sigues corriendo por un cuarto de hora y te bajas de la cinta con intención de ponerte con las pesas. Te acercas al espejo de la habitación, donde, al pie de este, se encuentran varios pares de mancuernas de varios pesos. Piensas en coger el par de 15 kgs, y, al acercar tu mano, te das cuenta de que al lado de estos hay un par de guantes negros de gimnasio.

Casi se me olvida... No quiero mañana aparecer en el bar con callos en las manos...

Te pones el par de guantes y coges las mancuernas para empezar a hacer tu serie habitual de ejercicios. Intentas despejar la mente, estar en calma mientras escuchas tu música... El tiempo pasa, y, en un momento, escuchas una voz a tu espalda. Miras por el espejo. Es Kurogiri. Te quitas los cascos para oírle mejor.

- La ropa que pidió ayer ya le ha llegado...

Casi me olvido...

- Está bien, déjame la aquí, en el asiento de la bicicleta, ahora me la llevo a mi habitación...

Se acerca a la bicicleta estática y deja un montón de ropa en el asiento. Ayer, junto a la lista de canciones, le dejaste una página arrancada de una revista de ropa con varias prendas rodeadas con un círculo.

Escala de grises (Villian! Deku x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora