Parte 13: Hasta La Madrugada

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Esa noche, dormir no era una opción. Tu cuerpo ya había descansado mucho después del ataque de Todoroki, y tu lo llevaste al límite la segunda vez que te acostaste. Ahora tu cuerpo te pedía estar despierto, aunque eso conllevase quedarse mirando el techo de la habitación por horas y horas. Duraste un buen rato intentando conciliar el sueño, aunque no funcionó. Cualquier posición era incómoda para descansar, y por mucho que cerrases los ojos tu mente seguía enérgica, esperando que hicieras algo productivo en vez de estar así. Recordaste que la pequeña televisión seguía ahí, en la esquina de la habitación, así que rebuscaste por todos los cajones en busca del mando. Tras un rato buscando, finalmente lo encontraste. En la tele no echaban nada entretenido, algo normal, ya que a las 2:00 de la mañana ninguna cadena se preocupaba por poner algún contenido de calidad. Decidiste, de entre todas las opciones, poner una serie policíaca con capítulos tan largos que perfectamente podrían considerarse películas por si solas. Al menos eso ayudaría a entretenerte. Eso pasó hace dos horas. Ahora, a las 4:00 de la mañana, no sabes si parar o seguir viendo la dichosa serie. Te duele la cabeza horrores, pero si tuvieras que elegir entre la tele o volver a intentar conciliar el sueño, de seguro seguirías viendo el programa. Pasan los minutos y, entre toda la calma de la noche, algo resuena en la habitación. Es tu estómago, concretamente, un rugido de hambre. Al parecer la media pizza de antes no ha sido suficiente para calmar el hambre de dos días sin comer. Hambriento o no, ese rugido es tu excusa perfecta para hacer otra cosa y así, al menos, descansar de ver la tele por unos minutos. Te levantas de un salto y empiezas a andar de puntillas al comedor, escaleras abajo.

No quiero despertar a Deku... Y seguro que tiene los sentidos muy agudos, incluso si está durmiendo...

Llegas a la planta baja y, al voltear tu cabeza a la izquierda, observas como el peliverde descansa en el sofá en una pose de lo más incomoda. Hay, incluso, un par de almohadones en el suelo, fruto de sus intentos por encontrar la forma de dormir. De esa forma, incluso parece alguien enternecedor, alejado de la personalidad que te ha enseñado estos meses. Más alejada se encuentra la cocina.

Esperemos que haya algo de picar...

Con incluso más cuidado que antes, pasas por al lado del sofá, mientras escuchas la respiración de Izuku entre la calma absoluta, rezando para que cualquier ruido no le despierte.

Misión cumplida...

Una vez sorteado el peligro, caminas con más calma hasta la cocina. Te quedas unos segundos quieto, pensando qué buscar exactamente

Los cereales no estaban mal... ¿Tendrá algo interesante en la nevera?

Abres esta, curioso, buscando algo que consiga saciarte, hasta que algo te detiene. Una voz de asusta levemente y te pone en alerta. Es Deku.

- ¿Tú tampoco puedes dormir...?

Cierras la nevera y te giras para verle. Se encuentra sentado en le sofá mientras se frota los ojos

- Te he despertado, perdón...

- ¿A mí? Qué va... Llevo intentando dormir un buen rato, sin resultados...

Te llevas la mano al brazo contrario y bajas la mirada

- Yo tampoco... Después de estar durmiendo tantas horas, el cuerpo no me deja aunque lo intente...

- Oh, entiendo...

- Venía a picotear algo. Arriba está la tele puesta y estoy viendo una serie, pero no es lo más entretenido del mundo...

Escala de grises (Villian! Deku x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora