Escala de grises (Villian! Deku x Male Reader)

Parte 16: La Noche De Las Máscaras

Miras con el ceño fruncido a tu oponente, enfadado, dispuesto a derribarlo con un fuerte golpe. Te preparas para atacar y, en el último momento, decides cambiar tu estrategia y distribuir tu fuerza en una serie de rápidos y contundentes puñetazos. Le golpeas hasta cansarte, y, una vez los músculos no te dan para más, te quedas mirándole mientras recuperas el aliento, jadeando. Quizás hubiera sido más sencillo tumbarle si tu oponente no fuera el saco de boxeo de Deku, pero eso no haría que te esforzases menos, si no todo lo contrario. Cansado, caminas hacia una de las paredes del gimnasio y te sientas, recostándote en esta. Han pasado 4 días desde vuestra excursión al bosque. Dormisteis tras vuestra pequeña charla y os despertásteis tarde. Esa mañana la pasásteis allí. Fue bastante tranquilo y reconfortante, pero aún así, decidisteis no quedaros por mucho más tiempo. No había mucho que hacer allí a parte de pasear y admirar las vistas, y alimentarse solo a patatas fritas durante todo un día no era la mejor de las ideas. Es por eso que, a la noche siguiente de vuestra llegada, empaquetasteis vuestras cosas y os fuisteis. Desde ese día, estas de mejor humor. Necesitabas esa escapada. Ahora rindes mejor en los entrenamientos, duermes mejor por las noches, y la convivencia con Izuku se hace mucho más amena. Te miras las manos, cubiertas con esos grandes guantes blancos del traje de Deku, en los cuales se notan varias manchas de polvo y rastros de pelea por todos lados. Imaginarte a ese joven Deku, menos arisco y arrogante, te llena el corazón. En ese momento, el peliverde entra por la puerta y te busca con la mirada hasta centrar su vista en ti, con una sonrisa. Se acerca a paso lento y se sienta a tu lado mientras te mira.

- Apestas a sudor - Comenta

- Tú apestas en general - Dices, locuaz

Los dos soltais una pequeña risa conjunta. Has descubierto que la mejor manera de lidiar con los piques de Deku es de volviéndoselos y tomarlos a broma.

- ¿Sabes qué? Tengo una sorpresa para tí...

- La última vez que dijiste eso me tocó hacer mis necesidades detrás de un árbol...

- No recuerdo oír ninguna queja al respecto en su momento....

- Era por no ser descortés...

La charla sigue con este aire de vacile por ambas partes, mirándoos con sonrisas cómplices como si intentárais ocultarle a alguien lo mucho que os divierte eso.

- Bueno, el caso... Esta noche vamos a salir de casa...

- ¿Vamos al bosque de nuevo? - Preguntas, con un tono ligeramente más serio. Deku niega

- No... Iremos a un pueblo...

- Estarás de broma...

- ¡Lo digo en serio! ¡Nos pondremos en el centro de la plaza y gritaremos a todo el mundo que ahora son nuestros rehenes! ¡Le pediremos a la policía un cuatrillón de yenes y nos iremos a vivir la buena vida a espaldas de la ley! - Dice entre risas

Tú solo le respondes con un leve puñetazo en el hombro.

- ¿Qué? ¡Sabes que podríamos hacerlo!

- Dime la verdad, anda...

- Está bien... - Suspira, y se aseria un poco - Hay un pueblo turístico a un par de kilómetros de aquí... Todo sus beneficios los gana por sus visitantes, pero cuando no es época turística, el pueblo sufre una leve crisis... Para subsanarla, hacen varias fiestas a lo largo del año para ganar algo más de dinero... Y la más grande de esas fiestas empieza esta noche. La feria Hanabira...

- ¿Hanabira?

Deku asiente

- Sí... Todo el pueblo abre sus tiendas por la noche hasta el amanecer, el cielo está iluminado por falorillos hechos por los niños de la escuela, hay concursos de pesca y de duelos con katanas de madera, y en el Puerto del pueblo montan una feria gigante...