Parte 7.2: Aprendiz De Kurogiri

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Un día más, suena la alarma. 9:30. Hora de tu entrenamiento matutino. Aunque, sinceramente, dudas que tus brazos puedan levantar una servilleta por todo el esfuerzo de ayer.

Debes hacerlo. Es tu obligación...

Sueltas un leve quejido y te levantas para apagar la alarma. Pasas la mano por tu cara y la aprietas con fuerza.

- ¡Au!

Sí. Sí que se notan las agujetas...

Te levantas y observas como Kurogiri te ha dejado la ropa de deporte limpia, doblada, encima de tu escritorio. Te preparas para salir, pero antes de acudir al gimnasio, revisas el móvil para ver que sigue ahí. Te ha llegado un nuevo SMS de Shoto.

"Por favor. Dime si estás bien..."

Suspiras. Aún te acuerdas de la llamada del viernes.

Genial. Le has preocupado de veras. Le llamas el viernes y te tiras 3 días sin dar señales de vida. Seguro que piensa que te ha pillado...

Si de veras se preocupara por ti, no te hubiera gritado tanto ¿O no viste lo que dijo al final? Tenía miedo porque pensaba que le conocían a ÉL. No vaya a ser que también le salpique un poco esto...

Miras un momento a la nada, extrañado.

¿De verdad acabo de pensar eso? Shoto es un amor de persona... Un héroe. Estar aquí me hacer perder la cabeza...

Le das al botón de responder al SMS.

"Todo bien. No me han pillado todavía. Te llamo esta noche..."

Habiendo dejado a Todoroki más tranquilo, te marchas al fin a entrenar. La mañana pasa con normalidad, y, cuando terminas de entrenar y te duchas, te cambias con el uniforme de trabajo al ver que se acercan las 11 de la mañana.

Cuando llegas al bar, vemos como Kurogiri está limpiando la barra con un paño mientras silba una agradable melodía

- Buenos días - Dices, cerrando la puerta tras pasar adentro.

- Buenos días. Me alegra ver tu puntualidad. Haz el favor de coger los servilleteros que tengo detrás mía y poner uno en casa mesa ¿OK?

Asiente y reúnes entre tus brazos todos los servilleteros que hay en la encimera que hay detrás de la barra

- ¡Ay!

Kurogiri se gira para verte

- ¿Agujetas?

Asientes mientras sales de la barra

- Te dije que tanto ejercicio no te haría bien...

- P-Puedo soportarlas... Si las tengo es porque estoy desentrenado, seguro que en unos días me deja de doler...

Terminas de colocar los servilleteros y entras de nuevo a la barra, junto a él

- Bien... ¿Y ahora, qué?

- Ahora a esperar a la clientela...

- Por lo poco que he visto, este sitio no suele estar a reventar, que se diga...

Escala de grises (Villian! Deku x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora