Escala de grises (Villian! Deku x Male Reader)

Parte 11: Fantasma

...

He... ¿Muerto?

No puedes mover ni un solo músculo. Todo lo que ves es oscuridad a tu alrededor

Las cosas... No deberían haber sucedido así...

¿Tú crees? ¡Shoto nos atacó! ¡No sabemos donde estamos! Puede que hasta nos haya matado sin querer...

Te olvidas de que todas esas cosas son su culpa

Oh ¿En serio? Porque el que tuvo la idea de decirle que no nos salvó fuiste tú...

Y tú la apoyaste

Apoyé ayudar a Deku para que se llevara el cuadro, no dije nada de molestar a Todoroki

¿Quieres dejar de actuar como si fuésemos personas distintas? Hiciste lo que te dictó el corazón en ese momento...

Tus ojos empiezan a recobrar el sentido, haciendo que entrecierres un poco las pestañas, dejando que entre la luz.

Oh, genial, estamos vivos

Cuando finalmente consigues abrir del todo tus ojos miras a tu alrededor, curioso. Te encuentras tumbado en una cama doble deshecha, en una habitación que, si bien tiene las dimensiones de ser de matrimonio, tiene la estética de un adolescente. Hay varios posters pegados a la pared. Una ventana con una persiana totalmente bajada. Una tele en la esquina, encendida, mostrando el canal de noticias, con el volumen al 0. Un armario, abierto, con un par de prendas colgadas, y algunas otras en el suelo. Una alfombra rojiza coronando los alrededores de la cama. Todas esas cosas llaman la atención de tus ojos. También hay dos puertas, una entreabierta que deja ver un modesto baño, y otra a tu derecha cerrada.

Con algo de dolor, intentas levantarte para abrir esa segunda puerta, que sospechas que es la que lleva fuera de esta habitación.

Mierda... ¿Dónde estamos?

Bastante seguro que en ningún lugar de la Liga... Esto no parece una prisión ni una base secreta...

Ya, pero tampoco parece un hospital, a decir verdad...

Consigues llegar hasta la puerta y mueves el cerrojo con la esperanza de que esté abierta. El sonido de la puerta chirriando al abrirse indica que estás en lo correcto. Al observar qué hay al otro lado, puedes ver como la habitación lleva a un pasillo que desemboca en unas escaleras hacia abajo. Por el ambiente, parece que te encuentras en una típica casa familiar cualquiera, de esas que hay en las afueras de la ciudad, aquellas que tienen jardín y dos pisos cada una. Hay un par más de puertas en el pasillo, pero decides bajar las escaleras para continuar investigando la casa. Una vez en el piso de abajo, observas el panorama. 

Ante ti se encuentra un espacio bastante abierto, sin muchas paredes en medio. Partes del recibidor, la cocina, el comedor y el salón se juntan en un único lugar. Delante tuya, a pocos metros, la puerta de salida, con dos pares de zapatos colocados en el recibidor. A tu izquierda, un modesto salón con un sofá y una tele de tubo, mostrando el mismo canal que la que te habías encontrado arriba, esta vez con sonido; y aún más alejado hacia la izquierda, una cocina-comedor, con todos los básicos como encimeras, horno, fregadero, fogones, una mesa redonda y unas sillas alrededor de esta. Todo el ambiente tiene un tono oscuro, grisáceo, debido a la falta de luces encendidas y el estado de todas las ventanas, medio ocultas por sus cortinas. Cuando fijas tu atención en la mesa del comedor, tus intuiciones se hacen reales. Desde el mismo momento en el que te despertaste tenías en mente lo que probablemente estaba pasando.