VI

7 2 0
                                    


Cristal- ¡¡¡HOLA!!!... ¡¿ESTAS AHÍ?!- Cristal movió sus brazos frente mi mirada perdida en un libro que estaba hojeando antes sentada en nuestra mesa favorita de la biblioteca

x- Shhhh!- la bibliotecaria la callo por estar gritando aquí dentro

Cristal- Lo siento señorita...- le dio una sonrisa tímida y regreso su atención a mi-... ¿En qué tanto piensas? 

Amelia- No, en nada...solo, no dormí muy bien anoche - seguí pasando las hojas del libro sin importancia mientras recordaba lo suave de sus labios sobre los míos 

Cristal- Yaaaa...más bien no dormiste picara, ¿Qué hiciste con Malfoy? - hizo una expresión graciosa con sus cejas 

Amelia- Cállate- mire una chica que paso junto a nuestra mesa, su expresión de sorpresa fue obvia-...no hice nada con Malfoy, solo le mostré el castillo, ¿bien? 

Cristal- ¿Y por eso estas así? ...anda inventa algo mejor- rodo los ojos y cambio su expresión de frustración a emoción en un segundo- hablando del rey de roma 

Me gire sobre mi silla para ver en su dirección, Eros entro por la puerta y los nervios me recorrieron, mis manos empezaron a sudar y por un momento sentí que traicionaba al profesor...pero sería una buena distracción para que Cris no sospeche nada con el profesor.

Cristal- Te dije...algo paso entre ustedes, te quedaste atontada nada más verlo- hizo un pequeño baile de la victoria en su silla

Amelia- Cris...nadie puede enterarse, ¿entendiste? - cerré el libro en mis manos antes de levantarme para buscar otro, la vi con la intención de levantarse e ir tras de mí, pero Eros le gano en el acto. 

Eros- Hola duendecillo...- no sabía que quería ahora, pero me convendría tenerlo cerca 

Amelia- Ya te dije que no me digas así- seguí buscando el libro que necesitaba para mis deberes

Eros- Lo seguiré haciendo porque me gusta hacerte enojar, eres tierna cuando te molestas

Amelia- Que descaro- me limite a continuar con mi búsqueda 

Eros- No te conviene tenerme de enemigo duendecillo...- con esas simples palabras se robó mi atención por completo, lo mire directo a los ojos y el pánico me invadió por completo-... ¿Qué hiciste anoche preciosa? 

Amelia- Te mostré el castillo idiota...- no sabía a qué se refería, pero en su mirada se veía que planeaba algo 

Eros- Okey...supongo que tendré que preguntarle al profesor del taller de batalla, ¿cómo se llamaba? - apenas escuche su nombre mis mejillas se enrojecieron sin aviso y el miedo de que dijera algo me invadió, mi estomago dio un giro y mis manos empezaron a sudar. 

Amelia- N-no le digas a nadie...por favor... ¿Qué quieres? - si algún administrativo de la escuela se enteraba podía irnos muy mal a ambos

Eros- Nada...admito que el poder que me da esta posición me fascina, pero tampoco me sirve de mucho decir algo, solo vengo de paso en la escuela, relájate duendecillo...solo quería verte asustada, debes controlar tus poderes o llenaras la biblioteca de flores...- arranco una pequeña flor morada que broto en la estantería frente a mi-...y voy a ayudarte

Amelia- ¿Por qué lo harías? - ahora si estaba realmente sorprendida 

Eros- Por si no lo has notado, no tengo amigos y eres la única que al parecer vive dentro de una roca y no conoce a mi familia

Amelia- S-solo quieres una amiga? - lo miré extrañada ladeando un poco mi cabeza

Eros- No lo diría así...algún día me cobraré el favor, hasta entonces te conviene más que crean que tienes un amorío con el chico de visita que con el profesor, ¿no crees? 

Amelia- Claro chico rudo...- tome la flor de sus manos rindiéndome ante él, al final de cuentas tenía razón-...seré tu amiga, gracias, pero enserio deja de alterar mis emociones así. 

Regrese a la mesa con Cris para tomar mis cosas ignorando sus suplicas por que le cuente lo que había pasado anoche y lo que me había dicho hace un momento Eros, pero las emociones en mi eran incontrolables y por primera vez en toda mi vida mis poderes estaban fuera de control, anoche hice que unas enredaderas lo amenazaran por el cuello y ahora hice brotar una flor de un trozo de madera que había muerto hace bastante tiempo. 

Bajé intentando mantener la cordura y parecer lo más normal por las escaleras y entre los pasillos hasta el campo, mis pies se movían casi en automático y no tenía ni idea de lo que hacía hasta que lo vi a lo lejos con otro grupo de alumnos dando su clase como de costumbre, mi respiración volvió a la normalidad y pude relajar mis hombros. 

Más tranquila me aleje de ahí para ir a mi pequeño rincón, un lugar que ni siquiera Cristal conocía, un pequeño jardín olvidado en la parte trasera del castillo estaba bastante solo y deshabitado e incluso algo maltratado, el paso del tiempo no le había sentado muy bien. 

Un pequeño quiosco de mármol blanco un poco deteriorado estaba decorado con ramas sobre el, algo de pasto que se abría paso entre sus grietas, sobre los pilares que quedaban de pie crecían hermosas enredaderas, todo cubriendo las ruinas de este hermoso lugar, lo cuido lo más que puedo,  acomodo de vez en cuando los escombros de los pilares que se van rompiendo, era hermoso lo que tenían pensado construir, pero nunca llegaron a terminarlo. 

Después de limpiar un poco el lugar usando mi varita pude sentir un poco más el control en mis poderes, me senté en uno de los trozos de pilar, me quité la capa de uniforme para estar un poco más cómoda.

Recordé que no cepille mi cabello esta mañana ni me peine como de costumbre, estaba todo revuelto hasta mi cintura, tenía que arreglar mi cabello. 

Pensé en las cosas que había estado haciendo sin la necesidad de mi varita y quise intentar algo nuevo, me concentre lo más que pude en imaginar un cepillo hecho con ramas de la misma enredadera, me quede mirando fijamente un punto en específico, pero no pasaba nada, opte por cerrar los ojos y contralar mis respiraciones, sin más escuche las ramas moverse, sentí las ramas moverse bajo mis pies y cuando deje de escuchar las ramas moverse supe que debía abrir mis ojos.

Un cepillo bastante feo y algo chueco estaba frente a mí, las enredaderas se movieron de regreso a su lugar e intente cepillarme con el nuevo artefacto que cree, la verdad es que no fue lo mejor, pero al menos mi cabello ya no se veía como si acabara de luchar contra un troll, deje mi cabello suelto pero un poco más ordenado caer sobre mis hombros antes de volver a relajarme. 

Las horas pasaron, pero la verdad no quería ir a clases, me tomaría el día para procesar todo lo que estaba pasando y jugar un poco con mi varita formando imágenes en el aire con niebla de color verde, me fascinaba contar historias con esos trucos en las varitas, fue algo de lo primero que quise aprender cuando entre aquí y una de las primeras habilidades que domine. 

Yo ya había escuchado hablar de los destinados...

Espero hayan disfrutado de dos capítulos seguidos, ahora si nos leemos el siguiente lunes sin falta <3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Espero hayan disfrutado de dos capítulos seguidos, ahora si nos leemos el siguiente lunes sin falta <3

Insta: alejandra_tamayo.17

ProfecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora