XIV

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Snape- Bien señorita Lovegood pero tiene que seguir practicando el agarre de su espada, más seguro recuérdelo. 

Amelia- Si profesor - me volví a acomodar sobre Furia sujetando mi espada para volver a atacar

Un grito desgarrador interrumpió el entrenamiento, venía del bosque a la orilla del castillo, todos corrimos para ver que pasaba, algunos como yo fuimos incluso sobre el caballo para llegar un poco más rápido. 

El profesor iba por delante cuando salimos del límite del castillo, únicamente nos pidió a mí y un par de compañeros más que fuéramos a investigar mientras que a los otros les pidió esperar al borde del bosque, cuando llegamos al lugar encontramos un par de estudiantes, una pareja seguramente que quería algo de privacidad.

El profesor les recordaba las nomas que acababan de romper, la chica apenas podía hablar y estaba pálida con su mirada figa en dirección al rio que corría a un costado de los árboles, me separe del grupo para buscar el motivo de su grito y seguramente por lo que se encontraba en ese estado de shock. 

Mi piel se helo cuando la vi ahí, inerte flotando boca abajo en el rio, la señorita Black o al menos lo que parecía su cuerpo sin vida.

El corazón se me apretó en el pecho, las palmas de las manos comenzaron a sudarme y mis ojos se cristalizaron al instante, la voz se me atoro en la garganta, no tenía duda que era ella, alguien del castillo lo hizo y ella intento advertirme de esto, pero no hice nada, era mi culpa. 

Sentí los árboles crujir a mí alrededor, pero mi vista estaba completamente nublada, sentí mis brazos tensarse como mis piernas y sin más mi respiración se cortó impidiendo el paso de aire a mis pulmones, las lágrimas corrieron sin descanso por mis mejillas. 

Unos brazos me sacudieron por los hombros bruscamente, apenas podía distinguir la silueta de alguien frente a mí, pero nada se veía nítidamente. 

Snape- Mírame, Amelia, mírame...necesito que te enfoques en mi voz- sus manos me tomaron por las mejillas, cerrando mi campo de visión, mi pecho subía y bajaba, pero no sentía que respirara, me ahogaba, poco a poco-...escúchame a mi linda, está bien, todo estará bien, te necesito conmigo, necesito que seas fuerte.

Finalmente pude soltar la rienda de mi caballo notando que la rigidez en mis manos disminuía, me sujeté con todas mis fuerzas de sus brazos como si mi vida dependiera de ello, como si dependiera de él.  

Snape- Vas bien, lo estás haciendo bien...imita mi respiración ¿okey? - mi visión poco a poco volvía a la normalidad y las lágrimas se detenían lentamente, respiramos juntos inhalando y exhalando despacio hasta que me sentí mejor-... ¿mejor? 

No pude decir nada, simplemente asentí y volví a tomar las riendas de Furia Nocturna, acaricié su suave melena para calmarme más, vi a mi alrededor buscando al resto de alumnos que salieron conmigo, pero no había nadie. 

Snape- Les dije que llevaran a los otros dos chicos a la enfermería cuando escuché las ramas crujir, estaban en shock y tu perdiste el control- señalo los árboles con la mirada, hice que crecieran tanto que las ramas se enredaron entre ellas, algunas se rompieron y había incluso bolas de ramas enredadas como si fueran nudos de cabello, era un caos-...después hablarán con ellos por cruzar los limites tranquila... ¿estas bien? 

Amelia- Si, pero...la profesora...- no encontraba las palabras para decirlo, no quería ni aceptarlo, ella fue quien me trajo al castillo, ella me encontró y si no hubiera sido por ella yo ni siquiera hubiera descubierto que era bruja

Snape- No quería que vieras esto, pensé que era otra cosa cuando los chicos gritaron y te pedí venir porque eres de mis más fuertes guerreras y...- se sonrojo antes de seguir-...cuando te tengo a mi lado me siento invencible, me haces fuerte. 

ProfecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora