𖥻 Bill Skarsgård ⦂ One shots.

09: Bill Skarsgård.

Cuando no tienes el mejor trabajo, no puedes vivir en un apartamento genial con una vista increíble y vecinos increíbles. Tienes que conformarte con un tipo bajo de apartamento. Tenía algunas personas agradables a mi alrededor que alegraban el día por la mañana y luego tenía un vecino que me sorprendió mucho ver incluso cerca de ese edificio.

Los primeros días después de mudarme al departamento los pasé desempacando cosas y tratando de hacer que ese lugar se sintiera como un hogar y no como un departamento frío y triste. Así que no tuve  la oportunidad de conocer a todos los que me rodeaban y tampoco quería hacer eso, no mucho. Una cosa que noté es que alguien vivía pasando el rato en los pasillos y no en su propio apartamento. Ese fue el único Bill Skarsgård. Había pasado mucho tiempo junto a él en los pasillos, dejándolo mirarme  hasta que se cierre la puerta. Su apariencia no me asustaba, pero me molestaba que fumara en los pasillos, que nadie dijera nada me molestaba también. Podría habérselo dicho yo mismo, pero tenía un poco de miedo. A veces, el tipo simplemente se sentaba a fumar, a veces fumaba y tocaba música. No fue demasiado fuerte para que nadie dijera nada. También pensaba que tal vez todos no dijeron nada porque él era famoso y estaba usando eso para su propio beneficio. Una cosa que noté en Bill fue que había algo mal en él. Algo le había pasado a él o simplemente se había dado por vencido. Sus ojos parecían vacíos. Así que simplemente lo dejé en paz, aunque muchas veces, cuando llegaba a casa, solo quería golpearlo por hacer lo que estaba haciendo.

Después del trabajo, encontraba a Bill sentado y fumando en una barandilla. Oía la puerta abrirse y esperaría a ver quién venía. Cuando eras yo, Bill solo me observaba. Cada vez que lo miraba y luego apartaba los ojos de su puerta. Mientras tanto, Bill me observaba. Creo que tratando de entenderme, ver quién era. Y sobre todo por qué  nunca le presté atención. Todo lo que obtuvo de mi parte fue una mirada, pero quería más. Un día obtuvo más, pero tal vez más de lo que quería.

Tuve un día horrible en el trabajo, la gente era muy mala, nada había salido bien en todo el día. Cuando iba a comprar comida resultó bloqueada mí propia tarjeta. Una cosa tras otra salió terriblemente mal. Entonces, cuando llegué al edificio y olí ese olor a humo, me sentí aún más enojada. Como siempre, Bill estaba sentado en la baranda, fumar es la vida lejos y la ira estaba muy dentro de mi cuerpo. Me miró mientras subía.

— ¿Te das cuenta de que no está permitido fumar adentro? ¿Te das cuenta de lo irrespetuoso que estás siendo con todos los demás en este edificio? — Bill me miraba y seguía fumando. Hasta que me acercaste a él, le quité el cigarrillo y lo aplasté contra la pared. No dijo nada solo me miro muy sorprendido. — Leo sale a fumar jodidamente como una persona normal, pero tú pendejo sigues fumando adentro. Y también por mi apartamento. — nunca sentí tanta ira en mi, también sabía que la ira no era totalmente por él o causada por él, él era solo una parte de ella, pero Bill estaba recibiendo el calor. No dejaba de murmurar entre dientes lo horrible que había sido tu día y que ahora tenías que volver a casa para encontrarte con esto. Bill se quedó donde estaba, me miró y dejó escapar una sonrisa y una risita. — Lo siento, ¿Mi horrible día te está divirtiendo? — rápidamente negó con la cabeza, pero aún estaba sonriendo. — Entonces quita esa sonrisa. Realmente me estás molestando.

— Lo siento, estoy feliz de que finalmente funcionó. — Bill se bajó de la barandilla y se apoyó en la pared — Sé que no es la mejor manera, pero me gusta molestarte. También me gustas mucho. — ¿Qué? — Solo eso. — Me dio una sonrisa.

— Ni siquiera me conoces. — Dije mirándolo directamente a los ojos, con una sonrisa y sin creer lo que estaba diciendo, le pregunté — ¿Cómo me llamo? — Bill te devolvió la sonrisa,

Efectivamente, dijo mi nombre, al parecer estaba tan feliz de poder sorprenderme, pero terminó asustándome. Eso era algo que no podía saber.

— ¿Y cómo sabes eso? Nunca hemos hablado y mi buzón de correo no tiene mi nombre en él. — su sonrisa se fue tan rápido como apareció.

...

— Bueno… —  Bill no sabía qué decir para no sonar raro. — Pedí un par de favores. Realmente quería saber tu nombre. — Bill trató de inventar excusas y formas de no hacerlo parecer un bicho raro. Era demasiado tarde, ya pensaste que era un hombre extraño.

— Además de ser un asqueroso y preguntarle a otras personas mi nombre y no a mí, pero también eres un idiota que fuma adentro. Eso es muy irrespetuoso. — mientras hablabas, sus ojos y su corazón se desplomaron. — Así no es como obtienes la atención de alguien. Especialmente no la mía. — con eso entraste a tu apartamento, pero cuando estabas cerrando la puerta Bill logró gritar que lo sentía. No volviste a abrir la puerta, pero eso no significaba que no lo volvieras a ver.

Bill nunca más fumó en el edificio. Esperó en tu apartamento para tener al menos un pequeño momento en el que pudiera hablar contigo. Bill estaba haciendo todo lo posible para que hablaras con él un poco más cada día, aunque solo fuera por unos segundos. Estaba haciendo todo lo posible para ponerse de tu lado bueno. Bill no estaba acostumbrado a los sentimientos que sentía, especialmente cuando se dio cuenta de que tenía sentimientos por alguien y ni siquiera sabía su nombre. Bill tomó decisiones equivocadas, se odiaba a sí mismo por ello y realmente esperaba poder retroceder en el tiempo y volver a hacerlo todo.

Pero no se dio por vencido. Todos los días dejaba una pequeña nota linda en tu puerta para que pudieras comenzar tu día con una sonrisa. Sin duda sonreirías al leer sus notas. A veces dejaba algunas flores en tu puerta cuando regresabas del trabajo para asegurarse de que si tenías un mal día te sintieras menos estresada y molesta. Con el tiempo aprendiste que Bill no era tan idiota, pero aun así lo llamabas de vez en cuando. Sus esfuerzos estaban dando sus frutos, ahora sonreías cada vez que lo veías. E incluso no podía esperar a llegar a casa y poder verlo.

...

Siento  que la gente básicamente está tratando de hacer lo mejor que puede en el mundo. Incluso cuando veo a la gente cometer errores, entiendo por qué se equivocan. Todo el mundo tiene defectos, todo el mundo tiene demonios, todo el mundo tiene fantasmas, pero creo que observo a la gente y veo a todos tratando de hacer lo mejor que pueden.