5. Kirishima y Bakugo

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Antes de iniciar, todo el capitulo es sexo. Disfruten.

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Estaba encima del pelirrojo, moviendo mis caderas para hacer fricción en nuestras intimidades...

Antes de todo eso, los pondre en contexto.

Eijiro y yo somos novios desde hace dos años, en ese tiempo nos hemos conocido bastante bien, demasiado bien en realidad. Él es muy lindo y caballeroso como podrán notar, pero que sea así no significa que sea cuidadoso, no lo malinterpreten, me refiero en el ámbito del sexo.

Le gusta experimentar con todo lo que sea sexual, claro siempre me pregunta si estoy de acuerdo o no. Y como negarme si el placer que provoca es increíble.

Y ahí estábamos, en la sala de nuestro acogedor departamento. Él se encontraba recostado en mis piernas, yo estaba sentada en el sillón dándole caricias.

— Oye, cariño ¿por qué no te pruebas lo que compramos? —

Hace una hora (aproximadamente), salimos a comprar ropa. Ropa interior para mí más que nada, eijiro siempre quiere escoger, según él "el que la compra, quita".

Se quitó de mis piernas para que yo pudiera pararme.
Fui directo a la habitación en busca de la bolsa con dichas prendas. Tarde unos minutos en ponerme todo el conjunto; era de encaje, color negro, la parte de abajo se unía con la de arriba, en la parte de los senos tenía una flor que cubría los pezones.
Me vi en el espejo de cuerpo completo que tenemos enfrente de la cama y, realmente me veía bien.

— Te queda perfecto, cariño — dijo mi novio desde la puerta, mientras se acercaba a mí para abrazarme por la cintura.
Sus manos recorrieron de mis hombros hasta mis brazos con delicadeza, su mano derecha iba bajando a mi abdomen dejando leves caricias provocando que mi piel se pusiera de gallina.

— Pero te verías mejor arriba de mí con eso puesto —

Parados enfrente del espejo, claramente podía ver como besaba mi cuello dejando besos húmedos, sus manos recorriendo todo mi cuerpo a su antojo, sus ojos entre cerrados, como mi respiración se aceleraba, y como un gran bulto crecía entre la pierna de mi amado.

Volteé a verlo, cara a cara, estampe mis labios con los suyos, correspondido instante.
Comencé a empujarlo hacía la cama mientras nos besamos, cuando tocó en borde de la cama se sentó en ella junto conmigo sentada en su regazo.
Le quité la playera, tomé la orilla de su pantalón dándole a entender que se lo quitará cosa que hizo al instante, ahora estábamos igual, en ropa interior.

Nuestras intimidades estaban pidiendo atención a gritos. Estaba encima del pelirrojo, moviendo mis caderas para hacer fricción en nuestras intimidades...

Y volvemos al presente.

— Cariño, súbete a la cama — dijo mi novio, ya estábamos completamente desnudos ni siquiera me di cuenta, me quité de su regazo subiendome por completo a la cama a gatas, vi como el se acerca a una mesita que tenemos al otro lado de la cama, sacó un cajita un tanto curiosa, le mostré una mirada de confusión a lo que él dijo

— ¿Te gustaría una doble penetración? — me sorprendí a su petición ¿doble penetración? Entonces eso es...
— Es un dildo — y uno grande ¿eso cabe en mí? Estaba sin palabras, había escuchado de la doble penetración, según es muy placentera.

— ¿Entonces?... — Habló cuando yo estaba muy callada, no me molestaría hacerlo, pero sobre todo ¡me va a doler como el diablo! ¿Podre caminar?

¡Pongamoslo a prueba!

— Sí — Dije sin más, sea lo que Dios quiera. Vi como al pelirrojo le brillaban los ojos de la emoción, se acercó a mí gateando en la cama con el dildo en mano, comenzó a besar mis pechos poniendo duros mis pezones. Sentí como dos de sus dedos hacían camino para entrar en mí, solté un leve gemido ante la invasión, sus dedos se movían frenéticamente en mi interior. Su boca estaba tan ocupada en mis pechos, yo solo veía como su miembro soltaba el líquido preseminal y ese morado y gran dildo en su mano.
Sin pensarlo dos veces, lo tomé. Eijiro miró mi rostro al sentir la falta de dicho objeto, vio a detalle como metí el dildo a mi entrada vocal; llenándolo de saliva, pasando mi lengua alrededor de la punta del dildo, como metía hasta no más poder el objeto. Sus mejillas estaban rojas ante la vista que tenía, eso lo éxito bastante al parecer.

Boku No Lujuria Academia (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora