Boku No Lujuria Academia (+18)

8. Amajiki Tamaki

Un año de relación, y solo hemos tenido dos veces sexo. Y no me juzguen, se que el sexo no es lo más importante, pero es muy difícil aguantarse las ganas teniendo tremendo dios por novio.

Ahí estaba frustrada sexualmente mientras tomada un café en el sofá de mi sala. Vivía en un apartamento ni tan pequeño ni tan grande junto con mi novio Tamaki.

El lindo y tierno Tamaki, y realmente lo es. Una persona que siempre va estar para apoyarte y consolarte.

Lo amo, pero ocupo sexo, estoy harta de hacerlo por mi misma.

Eran las diez de la noche y el joven aún no aparecía, dijo que iba a salir con su jefe y su amigo Kirishima. Me alegra saber que tiene más amigos que Mirio y Nejeri, realmente son personas maravillosas.

Tres golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, dejé la taza de café en la pequeña mesita de la sala, levantandome para ir abrir la puerta.

La primera imagen que vi, fue al jefe de mi novio y al pelirrojo levemente con la mejillas coloradas "cargando" a duras penas a mi ¿ebrio? Novio.

- H-ola - dijo el pelirrojo totalmente ebrio - Fuimos a... ¿a dónde fuimos, señor? - le pregunto dudoso a su jefe, que se reía de Tamaki que estaba creando fresas en la punta de su propia nariz.

- Fuimos a un bar, joven eijiro - dijo entre risas.

- ¡Ah! ¡Sí! El bar, tomamos y... alguien tomó de más... - decía mientras miraba al pobre borracho de Tamaki.

- Escuchen... - interrumpió Tamaki la conversación sorprendiéndonos - mi novia es muy... - decía entre el ataque de hipo - y tiene un cul... - ambos amigos le taparon la boca antes de que termine la oración.

- Póngalo en el sofá, por favor - les dije con la intención de meter a Tamaki al departamento y que ellos pudieran ir a descansar.

Se metieron y con torpesa colocaron a Tamaki en el sofá, les dije que les llamaría un taxi, pero se negaron ya que se vinieron en uber. Me despedí de ellos con la tranquilidad de que iban a llegar sanos y a salvo a sus respectivos hogares.

Mire a Tamaki, estaba tan ebrio que ni siquiera podía estar bien sentado. Fui al tocador a prepararle un baño para que se le baje la borrachera.
Al regresar a la sala le dije que si se podía quitar sus prendas para bañarse, él asintió, pero no podía ni quitarse el suéter que tenía puesto, decidí ayudarle.

- Oye, te pareces a mi novia - decia mientras le quitaba los zapatos - pero... ella es más linda - lo mire con gracia, sus ojos estaban levemente rojos al igual que sus mejillas gracias al alcohol en su sistema. Nunca había visto a Tamaki en esta situación y realmente es gracioso, el olor de alcohol llenaba mis fosas nasales. Debió de beber mucho.

- ¿Sí? ¿Qué tiene ella que no tenga yo? - dije entre risas, siguiéndole el juego.

- No digo que no seas linda, ¡lo eres!, pero ella lo es más - un calor invadió mi pecho ante sus palabras, aún estando ebrio sigue siendo ese lindo y cariñoso Tamaki - No le digas - dudo sobre lo que tenía pensado decir.

- ¡Dios! Ella tiene un trasero gigante, y unos pechos tan perfectos, encajan perfectamente en mi manos.

Lo miré sorprendida, mis ojos bien abiertos como platos viendo como el tierno y cariñoso Tamaki hacía señas con las manos como si estuviera apretando mis pechos. Definitivamente no es el mismo, el Tamaki sobrio no diría algo así, o no en voz alta y con tanta seguridad.

No sabía que decir, así que ya estando desnudo -quedando solo en boxers- le dije que se parara, tomé su brazo para rodear mi cuello con el y llevarlo hasta el baño, donde le tenía preparada la agua bien fría para que se le baje todo rastro de alcohol.