Boku No Lujuria Academia (+18)

11. Todoroki Touya

Touya Todoroki. O mejor conocido como "Dabi" uno de los villanos más buscados y peligrosos en Japón.
Cuidado con la persona que se interponga en su camino de sed de venganza contra su padre Enji Todoroki o más bien el número uno.

Gran héroe, pero mal padre.

Corrompido por la ira de ser olvidado y tomarse por muerto desde que era un niño. Se volvió ajeno ante los demás, alguien que no compartía ningún sentimiento por alguien o con alguien. Alguien cruel, lleno de maldad y egoísmo.

Quien pensaría que ese mismo villano peligroso estuviera dándome el mejor oral en la oscuridad de mi habitación.

Movía su lengua lentamente de arriba hacía abajo, apretando uno de mis senos con fuerza, dos de sus dedos introducidos en mi cavidad vaginal.

Era de noche, altas horas de la madrugada, no había nadie en casa así que no era silenciosa, gemía tanto como para escucharme hasta china. Mordió la cara interna de mi muslo dejando una marca roja en él.

— ¿Ya estás lista? — asentí a duras penas, quería correrme en su cara, llenarlo de mí, para luego besarlo y probar yo misma mi sabor. Sentí como subcionaba mi adolorido cliptoris con vigor, gemía al hacerlo pues sabe que me gusta sentir las vibraciones de su voz. El dolor se hizo presente en la parte baja de mi pelvis, estaba tan cerca de obtenerlo, tan, tan cerca...

— Oh, espera — sonó su teléfono.

Tan cerca, pero tan lejos...

Me incorporé sobre mi cama mientras lo veía caminar por mi habitación hablando con quien sabe quién, pero estaba enojado sin duda alguna, ya sea por lo que le esté diciendo o por interrumpir nuestro momento.

— Me tengo que ir — dijo mientras se arreglaba la ropa, limpio su barbilla que estaba llenada de mis fluidos. Intente pararme para despedirme, pero mis piernas no ayudaban, él notó esto así que se acercó a mí y beso mi frente.

— ¿No te puedes quedar un rato más? — cuestioné, mi cuerpo pedía, no, exigía su orgasmo.

— Lo siento, yo te busco ¿sí? — y sin más salió de la habitación por la ventana. Mi vagina está húmeda, tocó llegar a mi orgasmo con ayuda de mis manos.

●

— Nos vemos, ten linda noche — se despidió mi compañero de trabajo, era tarde el sol ya se estaba escondiendo, el cielo con sus tonos anaranjados, el frío tocando mis desnudos hombros, mi mano evitando que la parte inferior del vestido se alce de más. Mi teléfono sonó, conocía ese tono, era Touya.

— ¿Bueno?

— ¿Donde estás?

— Acabo de salir del trabajo ¿qué pasa?

No se oía alterado o en un lugar concurrido, al contrario no se oía ruido o algo por lo parecido.

— Estoy en tu casa, ven rápido — intente preguntar cómo es que había podido entrar a mi casa sin mis llaves, pero colgó antes de reclamarle algo.

Caminé lo más rápido que podía, tampoco es como si viviera muy lejos, pero ya estaba oscureciendo y era peligroso andar yo sola por aquí.

— ¿Touya? — pregunte al entrar a mi casa, las luces estaban apagadas — Mierda, no veo nada — deje mi bolsa encima de mi sofá, me quité los zapatos y me puse pantuflas.

— En la cocina — caminé hacia la cocina, mientras más adentraba el aroma de un delicioso manjar inundó mis fosas nasales, macarrones con queso, mis favoritos.