"Eras rojo, yo azul y te gustaba que fuera así."
La chica popular con el chico popular; sin embargo, un secreto perturbador se encuentra dentro de aquella cámara que tanto se niega ella en soltar. La familia perfecta solo era una máscara de lo que e...
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MIN T/N
¿Cómo carajos lo iba a hacer?
¡¿QUÉ MIERDA TENÍA QUE HACER?!
Nancy claramente nos ha dicho que las cosas entre ellos habían muerto puesto que sus padres se odian a sangre fría y solo se veían para tener sexo aburrido por rutina y ya.
Y eso hace bastante tiempo.
— ¿Por qué esa cara? ¿Pasó algo este fin de semana?
Justo a la persona más indicada quería ver hoy.
— N-No... Yo, ehm...
— T/N —demandó—, dime.
— Es que...
— ¡Amor!
Yeonjun al rescate.
— ¡Yeonjunnie! —dije nerviosa y ataqué sus labios. Esta acción sorprendió a los presentes ya que yo no solía demostrar afecto de dicha manera, por suerte, mi novio lo tomó de maravilla, como un milagro.
— Yo también te extrañé estos días —me abrazó y pude notar confusión en la cara de Ryujin—. ¿Sucedió algo genial en mi ausencia?
— ¿Ausencia? —interrogó mi mejor amiga.
— Oh, Shin. Estabas aquí y... sí, ausencia, tuve un viaje con el equipo por diversión —se posó detrás de mí y se pegó a mi espalda, acariciando discretamente su entrepierna en mis glúteos.
Ay, bebé, creo que malinterpretaste ese beso.
— Ah. Entonces... ¿Los dejó amarse? —me preguntó dudosa por mi actitud.
— Sí, por favor —respondió por mí el castaño.
Ryujin me observó como un escáner y se fue sin decir nada.
— Ahora... tú y yo a solucionar problemas —habló seriamente y nos adentró a un salón, encerrándonos.
¿Qué quería hacer?
¡¿Acaso el maldito de Chanyeol habló?!
— ¿Qué pasa? —murmuré angustiada.
Su mirada me atemorizaba, ya de por sí, muchas veces lo hizo pero, hoy era diferente, veía decepción en sus ojos y yo...
Estaba jodidamente asustada.
— Yeonjun...
— Creí que me dirías.
— ¿Decir... qué? —mi corazón se aceleraba con cada paso que él daba para acercarse a mí. Escucharlo exhalar frustrado me hacía temblar, iba a llorar, toda mi felicidad se iría a la mierda por un jodido error de lugar.
No tuvimos que haber ido a Hawaii, así no estaría viviendo mi mayor fantasía culposamente asombrosa pero, todos estaríamos bien.
Jimin estaría bien.
— ¿Seguirás ocultándolo? Ya me contaron. O sea, todas estas semanas me viste la cara —carcajeó con malicia y pegó mi pecho al suyo mientras rozaba nuestros labios.
¿Qué carajo?
— No entiendo de qué hablas, Yeon —contesté con firmeza.
— Sabes que no me gustan esos juegos de tener demencia porque nunca llegan a nada.
— Entonces dímelo porque no sé qué quieres reclamarme.
— Que ves clases de sexología y no has practicado conmigo para enseñarme.
¡JESÚS!
EL ALMA SE ME QUIERE ESCAPAR POR TODO.
— Jum... Se suponía que era un secreto —acaricié su nuca—. Por un momento me asustaste, creí que había pasado algo malo.
— No, por mi parte jamás. Por la tuya igual, ¿Por qué deberías asustarte? Las cosas entre nosotros son perfectas, tan perfectas que hasta la tensión es excelente. ¿Me puedes enseñar algo? Lo que sea —me robó un beso y asentí.
— Arrodíllate —ordené y obedeció.
— Mierda, ¿Te arrodillaste ante alguien?
— No, quería que mi primer sumiso fuera mi novio así que... aquí te tengo.
Jadeó.
— Mierda, mierda. Ya se me está poniendo dura con solo verte desde aquí. ¿Qué me harás?
— Nada, te dejaré ahí.
— ¿De qué tratan tus clases?
— Nada en particular, solo cosas sexuales y ya. No necesitas más contexto de lo que pasa por esas puertas, Park.
— Me encanta cuando pronuncias mi apellido —sonrió de lado.
— ¿Por qué?
— Porque lo tendrás cuando nos graduemos de este lugar.
Tener el apellido Park, ser parte de la familia, estar casada. Todo un sueño; sin embargo, no con la persona que añoro, necesito es a su padre, no a él.
¡¿Cuándo el destino lo comprenderá?!
Es por eso que debo luchar por lo nuestro, es por eso que cumpliré el favor de Chanyeol cueste lo que cuente.
Empujaré a quien tenga que empujar.
Sacrificaré al que tenga que sacrificar.
Involucraré a quien tenga que involucrar.
Park Jimin y yo estaremos juntos cueste lo que cueste...
