"Eras rojo, yo azul y te gustaba que fuera así."
La chica popular con el chico popular; sin embargo, un secreto perturbador se encuentra dentro de aquella cámara que tanto se niega ella en soltar. La familia perfecta solo era una máscara de lo que e...
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MIN T/N
— ¡Es oficial! Nancy y Chanyeol regresaron —gritó uno de sus amigos emocionado en la cafetería.
Sí, ya ese infierno terminó. Involucré tanto a mis amigas que hicieron hasta lo imposible por lavarle el cerebro a Nancy con maravillas de él, tanto que se las terminó creyendo.
— Dios, por fin —musité y me posicioné mejor en mi mesa.
— Vaya, la cafetería estaba mucho mejor antes de que llegara Yugyeom con su escándalo —dijo Ryujin sentándose a mi lado con su comida—. ¿Estás bien? Ya el mal pasó.
— Sí, bien. Ahora solo quiero respirar...
A pesar de que no era una opción puesto que estaba lo bastante segura que lo verdaderamente terrible no se manifestaba todavía, quería quedarme un rato adorando el ahora. Sabía que las cosas iban a ir de mal a peor, así que tranquilamente ignoraré el mañana.
Yeonjun ha estado más pegado a mí que los piojos en primaria, Jimin igual. Hoshi nada que se deja ver, Jisoo como hasta ahora y mis amigas mirándome con cara de: "Me la debes". Es obvio que se los pagaré; sin embargo, es inevitable no sentirme pavorosa con eso. Nancy se ve muy contenta con Chanyeol, más de lo que calculé. ¿Acaso ella sí quería volver con él?
Nunca lo tendré claro.
Y tampoco es como si me importase realmente.
— ¡T/N!
Hablando de la Reina de Roma.
— Nany —le sonreí.
— ¿Has visto a Ryu? Quería decirle algo pero, no la vi —miraba a todos lados y se sentó a mi lado.
— Estaba aquí hace un momento.
— La habrás espantado, tienes días con cara de zombie. ¿Todo bien? Tengo el presentimiento que todos saben menos yo.
— N-No, no es eso. Solo que...
— Dime la verdad, Min.
— ¿Qué?
— ¿Es por él?
— ¿Él... quién?
— Park.
— ¿Yeonjun? No, todo de maravilla con él.
— No hablo de ese Park.
Dios, aún no me siento segura para hablar de que me follo a mi suegro con Nancy.
— Te vi hablando con el rarito, ¿Te dijo algo?
Volví a respirar.
— Ehm... S-Sí, sabe que me gusta su padre y está molesto porque le veo la cara a Yeonjun.
— Ese maldito. ¿Eso a él que le importa? Tampoco es que Yeonjun sea un santo, él menos. ¿Le dijiste algo? Porque te pudo haber exhibido hace rato.
— Conozco un secreto de él, así que fue un: "Dando, dando".
— ¡Excelente! Siempre sabes que hacer, eres asombrosa. Yo todo lo sobre-pienso pero nunca me enfoco, algo así como lo que tengo con Chanyeol de nuevo.
— A-Ah, sí...
— En el fondo sí quería volver con él pero creí que ustedes no me apoyarían. ¡Hasta que de la nada las chicas se afincaron en eso! Más Ryu, por eso quiero verla y darle esto —sacó unos aretes de oro algo antiguos—. Eran de mi bisabuela, estoy contenta por su ayuda así que esta es mi manera más sincera de agradecerle.
Ryujin, ¿Qué te he obligado a hacer?
— Es bonito.
— Lo sé, espero que lo acepté.
— Lo hará, Ryu es una bonita persona.
— ¡Lo sé! Por eso cuando los vi pensé en ella, y en su colección de antigüedades.
— Eso fue lo único que te dejó tu bisabuela, ¿Estás segura de dejárselos a ella?
— Claro, fue de mucha ayuda en mi corazón. Amo a Chanyeol, ya estoy segurísima de eso, quiero estar con él el resto de mi vida.
— E-Eso es mucho tiempo, N-Nany. ¿Él piensa igual que tú?
— ¡Sí!
— O-Okey...
— ¡Oh, ahí está! —levantó su mano para saludarla e ir con ella.
— Mierda, mierda —cerraba mis ojos con fuerza.
¿En qué me estoy convirtiendo?
Salí de la cafetería y fui hacia mis clases. Debía poner cabeza fría a todo esto si realmente quería a Jimin para mí, debía hacer hasta lo imposible por lo dos, para lo dos...
Daría todo por él, lo amo más que a nada y no debería importarme lo absoluto lo que le pase a lo demás. No es mi culpa que Nancy le haya querido regalar su objeto más preciado a Ryujin, no es mi culpa que Ryujin se haya involucrado mucho, no es mi culpa que Hoshi sea un enfermo, no es mi culpa que mi suegra sea una loca, no es mi culpa que Yeonjun no sea Jimin, no es mi culpa que Sana sea una tonta por confiar en mí en medio de una situación delicada, no es mi culpa nada.
Estoy libre de pecados, nada es mi culpa.
Las cosas solo están tomando el giro que tuvieron que haber dado desde un principio.
