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MIN T/N

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MIN T/N


Las horas de mi vida diaria no podrían ser más complejas que de costumbre cuando éramos solo Jimin y yo. Sin mis amigas y familia me siento cada vez apagada, jamás había experimentado este tipo de sentimiento donde las personas que más amo se hayan alejado de mí, unos por asuntos que resolver, otros por mi maldita actitud tan vehemente que no le teme a nada ni a nadie para hacer lo que le conviene.

Aunque perderlas a ellas no era parte de mi conveniencia como tal.

No sé de qué me sorprendo todavía cuando estaba consciente de que la verdad saldría a la luz con Nancy; sin embargo con lo que no conté fue con Sana, el hijo de perra de Chanyeol y YuGyeom.

Mis heridas físicas podrían sanar rápidamente si no fuera gracias a mis cagadas que nublan los pocos pensamientos positivos que tengo ante la vida y empeore más mi estado.

¿El Karma está detrás de mí?

Bueno, aunque no ha sido tan cruel conmigo, Jungkook ha sido un buen apoyo para mí durante este tiempo, que ya no lo veo como un estorbo, sino como un amigo.

— ¡Sí, me sorprendí mucho cuando las tres salieron del salón! —reía, Jungkook.

Le estaba platicando acerca de las anécdotas y cosas que hacía con mis ex amigas desde que las conocí, junto con un buen café en la mejor cafetería del lugar.

— Y bueno, eso es todo. 

— Mean Girl's de la época —bebió un sorbo de su café. 

— Podría decirse. Aunque no nos vestíamos de rosa los miércoles —carcajeamos juntos.

— Siempre creí que eran solo en películas, pero con este trabajo he visto muchas cosas —le sonreí.

No por lo que dijo, sino por la crema en su labio.

— Lindo bigote, señor Jeon —me miró y con una servilleta se limpió.

— No me digas señor, solo soy mayor que tú cinco años.

— Anciano.

— Así te gustan, estás con un hombre que podría ser tu papá —afirmó, arruinando el ambiente. Se percató y me negaba con las manos—. Y-Yo no... Lo siento, no quise decir eso.

— No, sí quisiste, de lo contrario hubieras hecho caso omiso —agarré una galleta y la empecé a mordisquear.

— T/N...

— Ya, tranquilo. Entiendo que estás frustrado de no lograr cumplir todo el tiempo las ordenes de mi padre, pero creo que te tuvo que haber advertido que soy una rebelde que consigue lo que quiere. Aparte, no veo nada de malo conversar por él con vídeo-llamadas sospechosamente calientes en medio de la noche... Digo, no es como si me espiaras, ¿o sí? —lo encaré.

𝕮𝖔𝖑𝖔𝖗𝖘 | Pjm '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora