"Eras rojo, yo azul y te gustaba que fuera así."
La chica popular con el chico popular; sin embargo, un secreto perturbador se encuentra dentro de aquella cámara que tanto se niega ella en soltar. La familia perfecta solo era una máscara de lo que e...
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MIN T/N
— ¿Y esa cara? —preguntó extrañada mi mejor amiga.
— ¿Cuál? —intenté no sonar contenta.
— ¿Hiciste el 69 con Mini Park, acaso?
— ¡¿Qué?!, no.
— ¿Entonces? ¿Por qué la puta sonrisa?
— Shh... Hablamos eso después de esta clase —la comencé a ignorar para continuar escribiendo.
— No, dime.
— ¿Segura que crees soportar lo que te diré?
— Soy Shin Ryujin, obvio.
— Mr. Red y yo nos confesamos —escupí—, y fue correspondido mutuamente.
Su cara era digna de un Oscar.
— ¡¿QUÉ?!
— Señorita, Shin. No aguantaré un grito más, sálgase.
— ¿Disculpe? —expresó indignada—, los que llevan con un escándalo aquí son Yugyeom y Chanyeol, yo hasta ahora no había dicho ni una palabra. ¡No!, está bien, me largo.
— Largamos —rodé mis ojos al corregir y me levanté junto con ella, saliendo.
— Habla —ordenó—. ¿Por qué tengo la leve sospecha de que hay más?
— Bueno...—mordí mi labio inferior.
— ¡¿Qué?! Dime de una maldita vez, T/N. ¿Qué pasó? —nos echamos en el césped del patio trasero de la universidad y me enserié.
— Las cosas...
— ¿Las cosas...?
— ¡FUERON MEJOR DE LO QUE ESPERABA EN MI VIDA! —brincamos de la emoción.
— ¡¿Qué pasó exactamente?! Quiero contexto.
Como pude le expliqué todo lo que pasó desde el viernes y algunas otras cosas que Jimin me confesó sobre el viaje: vistazos sexys, celos, planes... ¡Todo!
Ryujin no me decía nada, estaba congelada. ¿Tan malo es?
— Puta... madre. ¡MIN T/N ES UNA PERRA CON SUERTE! —gritaba emocionada. La quería callar pero, tenía razón y ninguno de los que pasa caminando entiende de lo que hablamos— ¿Es normal que tenga ganas de llorar? ¿Cuándo empiezan de verdad? ¿Él puede saber que sé? ¡Ay, no puede ser!
— Tranquila, amiga. Todo a su tiempo, no quiero decirle que ya alguien está al tanto de nuestro secretito porque no sé cómo vaya a reaccionar y me pondré muy mal si me abandona.
— Cierto, así que me callaré —pasó dos de sus dedos por sus labios y los selló, lanzando la llave invisible—. ¿Le contarás a las chicas?
— No, cuando sea su momento también. Hasta ahora haremos como si nada, lo normal.
