📸02📸

212 20 0
                                    

MIN T/N

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MIN T/N


— ¿Y... Cómo te fue? —preguntó una de mis mejores amigas, Ryujin.

— Hoshi hizo un comentario fuera de lugar y el señor Park ahora me mira incómodo —informé con tristeza.

— ¡Aish, ese malnacido! Estoy segura que los señores Park ni lo querían pero el aborto no era legal en esa época —gruñía Nancy mientras retocaba su maquillaje.

— ¿Por qué crees que esté incomodo? Eso fue el fin de semana, de seguro hoy estará olvidado ese amargo recuerdo —comentó con una sonrisa la cabello de fuego, Sana—. No hay que ponernos negativas, chicas. El jueves es el partido de los muchachos y aún no tenemos pensado qué hacer con nuestros vestuarios.

— Estoy peor que un suicida y tú piensas solo en la ropa —dije con ironía—. En fin, pero tienes razón. Las porristas de la universidad SangWong siempre han tenido buena reputación por sus uniformes, deberíamos hacer lo mismo.

— Sí, querida. Claro que queremos pero, si tu noviecito no gana el partido, su papi no hará caridad —sonrió sarcásticamente la odiosa de Nancy.

Gosh, no entiendo porque es el sugar daddy del equipo —exhaló la pelo corto de Ryujin, bajando de los lavabos—. ¿Tomaste fotos de este finde? —preguntó con una sonrisa.

Sí... Sobre eso...

Digamos que soy la fan número uno de mi amado suegro.

— ¡Por supuesto! —sacaba las imágenes del sobre de mi bolso y se las mostraba a mis amigas.

— Vaya, en serio es guapo en cualquier situación.

— Jamás creí que ver a un hombre mayor rascando su nariz fuera tan atractivo —balbuceaba Sana y Nancy le dio un codazo.

— Cuidado con lo que dices, ojona. Es de nuestra maknae —rugió y reí junto con Ryu.

— ¿Qué tal vas con eso, linda?

— B-Bien, igual que siempre...

— "Nada, llegando a nada" —dijimos todas al unisono—. Estoy segura de que algo bueno pasará —sonrió Nancy.

— La narizona tiene razón —aclaró Ryu—, pero intenta acercarte más a él. Lo único que hiciste para estar más tiempo a su lado fue convertirte en la novia de su hijo menor.

Sonreí sin gracia.

— Sí lo quiero.

— No, no es así. Te gusta es él —señaló las fotos—. El hombre, no el chico. Te gusta el padre, no el hijo. Te gusta el entrenador, no el jugador.

— Shhh, alguien nos puede escuchar —musité.

— ¿Quién podría? —vacilaba Sana— Cuando las cuatro entramos aquí, todas salen y ni se cruzan por el pasillo. Las intimidamos con solo existir —recogía sus cosas—, mejor salgamos y vayamos por algo delicioso para almorzar. Mi dieta terminó y ahora necesito una hamburguesa.

𝕮𝖔𝖑𝖔𝖗𝖘 | Pjm '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora